Por Marco Canale |
La semana pasada estuvimos conversando sobre el estigma del éxito póstumo que existió para muchísimos artistas en el pasado, sobre todo para aquellos pertenecientes a los períodos de pre-guerra. Algunos maestros de la modernidad fueron cambiando este estigma hasta llegar a nuestros días, donde la tecnología y la globalización, han acrecentado el nivel de competitividad para los artistas contemporáneos.
El Internet no sólo ha revolucionado el modo en el cual vivíamos, y digo vivíamos, porque aún pertenezco a aquella generación que recuerda una vida sin acceso al World Wide Web, pero también representa una clave para romper con el estigma el éxito póstumo y, como ya habíamos mencionado, los artistas contemporáneos deben dedicar una parte de su tiempo al mercadeo personal a través del desarrollo de su propio sitio web y a la alimentación de sus redes sociales.
Sobre este punto, muchos artistas me dirán – y he conocido varios de ellos- que han generado una huella fuerte a través de Internet, bien sea por el tráfico de visitantes a sus sitios web y/o por la cantidad de seguidores en sus redes sociales. Sin embargo, estos esfuerzos de mercadeo personal no se han capitalizado en un éxito equivalente fuera de la esfera digital.
Es por ello, que la semana pasada, agregué la importancia de crear una red de contactos profesionales, pero esta red no puede ser únicamente una red virtual. Darle a gustar, compartir fotos o realizar comentarios, no significa crear vínculos en el mundo real y para el artista contemporáneo, la carrera inicia casi siempre bajo dos aristas: las exposiciones colectivas o grupales y los concursos de arte con jurado. Ninguna de las dos ocurrirá sin que exista un nexo efectivo entre el mundo real y el mundo virtual. Por ello es importante que los artistas se den a conocer y creen su red de contacto profesionales a partir de encuentros personales con aquellos que hacen vida en el mercado de arte.
En primer lugar, el artista realiza el contacto personal y luego lo mantiene y lo cultiva a través de la esfera digital. De hecho, muchas veces, el viceversa no funciona, con algunas excepciones, como la adquisición de nuevos clientes. Si bien el artista puede realizar un acercamiento inicial a través de medios digitales, resulta más probable que logre una conexión profesional fructífera y duradera mediante una conversación breve de 5-10 minutos, que durante meses de seguimiento en las redes sociales.
Por otro lado, es importante no menospreciar redes sociales cuyo mercadeo parece ajeno o no adecuado al artista, un ejemplo es LinkedIn. Sí, se trata de una red profesional que parece dirigida al mundo corporativo y de negocios, pero donde el artista no está exento de crear su propia historia, pormenorizada, y de esta manera mantener y gestionar su red de contactos profesionales. En este sentido, también resulta importante mencionar que no todos los seguidores de otras redes sociales, más utilizadas por el artista, como Facebook, Twitter, Instagram o YouTube, serán transferidos a redes profesionales como LinkedIn. De hecho, muchos de ellos NO deberían serlo, a menos que se trate de artistas, curadores, académicos, museos, galerías, ferias, bienales, revistas especializadas, etc.
En suma, el contacto en el mundo real, descrito someramente en los párrafos anteriores, puede sintetizarse en acciones concretas que todo artista debe emprender paralelamente a su mercadeo personal. Es decir, el artista debe lograr conversaciones telefónicas y reuniones cara a cara que le permitan promover su trabajo en encuentros tales como aperturas, celebraciones, vernisssages, networking, etc. Estas acciones siguen siendo la forma más efectiva de transformar su acervo digital y llevarlo a la realidad, dependiendo, por supuesto, de la orientación que el artista quiera dar a su carrera. Lo importante es que el artista no se limite a lo alcanzado digitalmente, sino que logre canjear y transformar esos esfuerzos en algo tangible.
Por Marco Canale
Director del centro de arte CanaleDiaz
canalediaz.com | TW @CanaleDiaz | FB Canale Diaz | IG @CanaleDiaz |
Foto: Obra del artista Gustavo Fernández | Believe, 2016 | Mixed media on canvas | 60 x 60 cms
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