Diciembre 04, 2016

Drena, drena, drena, evita la explosión

Drena, drena, drena, evita la explosión

Así lo ve Mota |

¡Para los que necesitan controlarse ante situaciones y/o personas tormentosas!

En el día a día, es totalmente normal atravesar por momentos tormentosos y tolerar personas con polo radicalmente opuesto al de nosotros. Situaciones que tienen una estrategia mágica para aguantar como se dice en criollo; la tolerancia a través del drenaje es una buena opción.

La comunicación en estas circunstancias será la primera vía a la que debemos de conducir, diálogos que en alguno de los casos sólo quedan en diálogos y no avanzan hasta mediar y establecer mejoras para ambas posiciones. Aunque, el primer tratado de solución falle, el drenar será a donde apuntaremos.

¿Pero, cómo drenar los problemas?

Empecemos por reflejar, que el que obra mal le va mal; ley de vida.

Por problema se entiende un asunto del que se espera una solución que dista de ser obvia a partir del planteamiento inicial. El matemático G.H. Wheatley lo definió de forma ingeniosa: «La resolución de problemas es lo que haces cuando no sabes qué hacer». El Señor, de profesión matemático de apellido Wheatley, planteaba la existencia del problema pero también, planteaba prácticamente la necesidad de buscar la solución.

Cuando hablamos de drenar los problemas, nos referimos a buscar y/o crear nuestro mismo y auténtico oasis de despojo; por decirlo de una manera. Lo ideal, es hacer aquello que nos gusta y nos apasiona: Leer, caminar, ordenar, reunión entre amistades. Escuchar nuestra música preferida es un valido refugio. La tertulia con los seres queridos y con nuestro círculo cerrado de amigos será magnifico elegir, pues rodeados de ellos podemos conversar de los que nos pasa y juntos encontrar una posible solución. La idea es drenar nuestros problemas con nuestra gente. De seguro, y ya comprobado, tendremos un panorama mental mucho más claro y con éste último evitaremos la explosión. La explosión no es más que la mala respuesta, el mal gesto y el aborrecimiento a la persona que nos agota con tan solo su presencia.

La magia debe de ocurrir al momento de estar rodeado con las personas que nos interesan, y nosotros a ellas. La solución al conflicto debe de surgir en medio de las tertulias que nosotros tomaremos como un desahogo y  ¨ojo¨ no se trata de conversar y proliferar nuestros problemas a todo aquel, sino de aprovechar en tiempo con nos nuestros para drenar los problemas suscitados desde cualquier ámbito de nuestra vida y quehacer diario.

Y recuerda: Las cargas conflictivas son pesadas y dañinas, no vivas peleándote con la gente. Respira, dialoga con los tuyos, drena todo lo que tengas que drenar y sigue adelante.

Daniel Mota / TW @UnTalMota / IG @UnTalMota | Foto: Estres / Shutterstock

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