La avena es un cereal originario de las regiones húmedas de Europa que se caracteriza por su resistencia al frío, tanto que algunas variedades de avena medran incluso en las regiones próximas al Ártico.
El cereal vendido comúnmente y de rápida preparación se produce con semillas de avena descascarilladas, troceadas y parcialmente cocidas antes de pasar a los rodillos que las transforman en los copos que todos conocemos.
Originalmente se empleó como alimento para caballos (uso que aún persiste), pero al conocerse sus propiedades nutricionales se adaptó también como consumo humano. La avena es uno de los principales ingredientes del musli, que se prepara con frutas, nueces, leche y avena remojada.
Beneficios de la avena
• Un desayuno con avena, cubre las necesidades primarias, logrando alejar el hambre por varias horas gracias a los carbohidratos de absorción lenta con los que cuenta, y ayudando a mantener bajo control los niveles de azúcar en la sangre, por ello su consumo es recomendado para pacientes diabéticos.
• Contiene aminoácidos esenciales para el desarrollo de los niños, como lo son la leusina, isoleusina y treonina.
• Sus enormes fuentes de proteínas permiten un mayor desarrollo de tejido nuevo, por lo que se aconseja su consumo en los más pequeños.
• Nutritiva como reconstituyente para enfermos y convalecientes.
• Una taza de avena cocida satisface 100% de los requerimientos de manganeso en adultos.
• La avena ayuda a reducir los niveles altos de colesterol.
• Es un alimento bajo en calorías y nutritivo.
• No abunda en proteínas ni en calcio, pero se elevan cuando la avena se cuece en leche.
• También es una importante fuente de calcio, hierro, zinc, ácido fólico y complejo B.
• En cuanto a los minerales contiene una buena cantidad de sodio y muy poco potasio. Pero a cambio, es buena fuente de yodo y excepcional de manganeso y molibdeno.
Foto: Avena / Shutterstock
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