Fascinado por la forma en la que el color tenía movimiento, un joven de Caracas emprendió un viaje con un único propósito: marcar una diferencia. Viajando a través de los continentes, Carlos Cruz-Diez se convirtió en uno de los artistas más importantes del arte cinético. Hoy, vive a través de sus líneas de colores. ¿Quién fue Carlos Cruz-Diez? ¿Cómo es su arte? ¿Qué es arte cinético? Aquí te contamos todo.
¿Cómo comenzó la historia del maestro Carlos Cruz-Diez?
Su acercamiento al mundo artístico comenzó muy temprano, sentado en el escritorio de su padre, quien tenía una pequeña fábrica de botellas de gaseosas.
Según rescatan sus memorias, de niño disfrutaba mezclar líneas de colores y pinturas, además, sentía fascinación por la forma en la que la luz atravesaba los vidrios de colores.
A los 17 años tomó la decisión formal de estudiar artes. Comenzó su carrera en la Escuela de Artes Plásticas de Caracas. En los salones de clases, descubrió su camino. Entendió que el arte era parte de su destino y se dedicó a explorar todas sus áreas.
Cruz-Diez no siempre se dedicó al mundo de las artes cinéticas, en sus comienzos, exploró el arte academicista, además logró autofinanciarse su carrera trabajando como ilustrador de cómics.
El inicio del arte cinético, el rumbo que cambiaría su historia
Sus inicios como pintor clásico fueron muy exitosos, pero él quería marcar una diferencia. Entendió que el arte era un mundo muy amplio y se permitió la subjetividad al momento de crear. Eligió voluntariamente recorrer caminos desconocidos en la exploración del color con la meta de crear su propio sendero.
Como método de estudio, viajó a Europa en 1955. Su recorrido vacilaba entre París y Barcelona. Tuvo la oportunidad de conocer un grupo en tendencia que estaba liderado por el famoso pintor francés Victor Vasarely, que exploraba el arte cinético.
Desde el primer momento Cruz-Diez entendió que ese era el camino que quería recorrer. Tomó todos sus conocimientos y viajó a Caracas, su ciudad natal, con la idea de que estando en su país, tendría mayor oportunidad de éxito.
Un artista demasiado innovador para su época
Cruz-Diez se dio cuenta que si quería tomar un rumbo diferente, debía educar el ojo del público para lo que él presentaba, por eso se dedicó a estudiar todo lo referente al cinetismo y a la mezcla de colores.
“Cuando empecé a exponer mis obras la gente no entendía nada. Es lo que sucedió con las cromosaturaciones, es decir, las ambientaciones de color que hice en 1965, aunque no las pude exponer hasta 1968 en Grenoble. Como no había objetos ni formas la gente pasaba de largo y no se detenía. Somos adoradores de la forma y la gente al no encontrar ninguna ni hallar nada que mirar, se iba. Por eso sentí la necesidad de explicarlo, porque el arte es para ellos, para su placer. Y es que la gente mira, pero no ve», explicó el artista en una entrevista realizada por la periodista Fitta Jarque para el diario español El País.
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Su trabajo se basaba principalmente en fórmulas matemáticas, puesto que el arte cinético requiere de una precisión única. Cada uno de los detalles debe estar ubicado específicamente para poder dar la ilusión que el artista buscaba.
El artista entendió que su visión jamás había sido explorada, por lo que se dedicó a estudiar la forma en la que el ojo humano percibe el color y las formas. Además de crear obras completamente diferentes a lo que se conocía, el genio debió ensamblar herramientas que le permitiesen trabajar más rápido, de forma más eficiente y extremadamente precisa.
Por más extraño que parezca, nadie se había dedicado al color
Enfocado en querer marcar la diferencia, decidió convertirse en un científico del color. Si quería ser reconocido y respetado por su trabajo, debía ser el mejor y ver más allá de la cotidianidad.
¿Cómo es su trabajo? Cruz-Diez logró desarrollar una filosofía de trabajo: el color es arte, sin importar las formas. Su trabajo refleja la naturaleza cambiante y el constante movimiento del color.
Su método creativo se diferencia de los demás, porque experimenta con la forma en la que la luz incide sobre las líneas de color, además, sus obras buscan crear ilusiones ópticas con precisiones matemáticas, dignas de un científico.
¿Por qué usa líneas sobrepuestas? Porque él no quería formas en sus obras. Las líneas son una herramienta eficiente, sin ningún tipo de simbolismo, para crear canales de color. Su misión es que los espectadores vibren en conjunto con el color.
Una filosofía de vida única, lo convirtió en un ícono del arte mundial
Carlos Cruz-Diez, nació en Caracas pero es considerado un ciudadano del mundo. Con más de 70 años de carrera artística, realizó ocho investigaciones profundas sobre la autonomía del color, participó en 1180 exhibiciones colectivas, 286 exposiciones en solitario, con sus estudios sobre intervenciones arquitectónicas modificó más de 142 estructuras, recibió 70 premios, creó y organizó 65 eventos culturales masivos, fundó tres escuelas artísticas, recibió la condecoración más importante que otorga el Gobierno de Francia la Legión de Honor (Légion d’Honneur), y además, forma parte de las colecciones permanentes del Museum of Modern Art (MoMA) en Nueva York; el Tate Modern de Londres; el Centre Pompidou en París y el Museum of Fine Arts de Houston entre otros.
Con información de: Cruz-Diez | Cruz-DiezFoundation
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