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La increíble historia de Atalanta, la gran cazadora griega que fue criada por osos

La increíble historia de Atalanta, la gran cazadora griega que fue criada por osos

Rescatada de la cima de una montaña y criada por osos, se convirtió en todo un referente del poder femenino en la Antigua Grecia. Si bien se mantuvo fiel a las enseñanzas de Artemisa –diosa de la virginidad y la caza-, el amor cambió su perspectiva del mundo y la transformó en todo un ser nuevo. ¿Quién fue Atalanta? ¿Por qué la criaron osos? ¿Cómo conoció el amor? Aquí te contamos todo.

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Una pequeña abandonada en la montaña, fue rescatada por un oso

Nació bajo el seno de una familia que la rechazó desde el momento exacto en el que salió del vientre de su madre. Iasus, el hijo del rey de Arcadia, junto a su esposa Clymene, deseaban un heredero al trono, al descubrir que habían tenido una niña, se negaron a criarla por lo que decidieron fingir su muerte y dejarla abandonada en la cima de una montaña.

La pequeña bebé, dejada a su suerte, sobrevivió gracias a una osa que la adoptó como una de sus cachorras. La amamantó y le enseñó el arte de la caza mientras estuvo bajo sus cuidados. Poco tiempo después, un grupo de cazadores la descubrieron vagando por el bosque y la tomaron como suya.

Por primera vez, Atalanta conocía la civilización. Enseguida puso en práctica sus conocimientos como cazadora, que se intensificaron al conocer las herramientas que usaban los humanos. Además de ser una joven hermosa y llamativa, era la mejor cazadora de toda su familia.

La diosa de la caza y la virginidad, Artemisa, es asociada simbólicamente con lunas y osos. Atalanta, al ser criada por osos, estaba conectada directamente con su energía, por lo que se convirtió en su fiel seguidora y quiso copiar sus principios.-

¿Cómo era el carácter de Atalanta? Una mujer fuerte, poderosa e independiente

Las mujeres en la Antigua Grecia eran conocidas por sus habilidades con el bordado, el canto, el baile, la música; pero, jamás por sus talentos al momento de cazar. Atalanta era diferente, resaltaba por su belleza extraordinaria y al mismo tiempo por su capacidad de derrotar a cualquiera que interfiriera en su camino.

Su fama de mujer inalcanzable, era cada vez más problemática, pues los hombres parecían no resistirse al desafío de conquistarla. Se ganó el respeto del pueblo, cuando asesinó a dos centauros que juraron violarla. Atalanta juró que jamás se casaría y que permanecería virgen en honor a su diosa Artemisa.

 La decisión de permanecer virgen, resultaba una ofensa para Afrodita, la diosa de la reproducción y la belleza. Esto le ocasionaría problemas un poco más tarde.-

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La cazadora más brillante del pueblo, salva al rey de la furia de una diosa

El rey Oineus realizó un festival lleno de sacrificios en honor a los dioses, pero cometió un terrible error: olvidó mencionar a la diosa Artemisa. Llena de odio y rencor, la diosa creó un jabalí gigante y salvaje, enviado para matar y destruir todo el pueblo del rey, en venganza por haberla olvidado.

Oineus lleno de terror, hizo un llamado a su pueblo rogándole que los más destacados guerreros, asistieran a salvarlo de su destino. Atalanta escuchó el llamado y asistió. Al ser la única mujer, fue menospreciada e incluso, estuvieron a punto de echarla del lugar, pero el príncipe Meleagro la eligió como su guerrera y juntos partieron a destruir al jabalí.

Todo el resentimiento de Artemisa se había convertido en una criatura salvaje, violenta y casi imposible de domar. Miles de guerreros intentaron luchar contra el monstruo y nadie pudo, hasta que Atalanta logró clavarle su estaca en el corazón y lo destruyó.

Desde ese momento, se convirtió en una guerrera respetada por todo el reino, pero su nueva fama le trajo más problemas que debió resolver.

Meleagro fue el único que respaldó desde el principio a Atalanta. La trató con respeto y creyó en su poder. Se convirtieron en amigos en la batalla, pero todo cambió cuando de un momento a otro Meleagro cayó muerto. Su vida terminó repentinamente y Atalanta quedó desamparada y sin ningún aliado – (Foto: «Meleagro y Atalanta» por Jacob Jordaens).- 

¿Quién podría casarse con Atalanta? La carrera de la muerte, la única manera de llegar a su corazón

La fama de Atalanta comenzó a crecer cada vez más. La hermosa luchadora que había salvado al reino del salvaje jabalí, era la descripción perfecta para una esposa. Miles de hombres la pretendieron, incluso al punto de querer abusar de ella. Atalanta, conociendo sus límites y sus talentos, propuso un rally en el que ganaría el mejor.

¿En qué consistía la carrera de la muerte? Todos los que quisieran su mano, debían correr junto a ella. Si alguno le ganaba, ese sería a quien ella desposaría, pero de lo contrario, si perdían la carrera, ella los mataría sin piedad alguna.

La inmensa probabilidad de morir en manos de Atalanta, no asustó a sus pretendientes. La carrera se realizó durante días y cientos de hombres murieron tras perder ante ella.

La voluntad y el ego de Atalanta estaban cada vez más fuertes. Sus valores eran innegociables. Su misión era aniquilar a todos aquellos que deseasen quitarle su libertad, pero todo cambió con un par de manzanas doradas.

Un amor irresistible, le llenó el camino de manzanas doradas

 Atalanta sabía que era invencible, pero algo en su corazón le dijo que él era el indicado para ella. Era una mujer brillante e imposible de manipular, pero decidió darle una oportunidad al amor. (Foto: «Hipómenes y Atalanta» por Nicolas Colombel).-

Pese a que cientos de hombres habían muerto, la belleza de Atalanta era tan sublime, que seguían llegando prospectos. Solo uno fue lo suficientemente inteligente, como para pedir ayuda divina en esta carrera del amor.

Hipómenes, escuchó de Atalanta y decidió que él era el único que la merecía. Un joven apuesto, inteligente y fuerte, acudió a Afrodita en búsqueda de una fórmula que le permitiera ganar la carrera. La diosa le ofreció tres manzanas de oro, que distraerían a Atalanta y lograrían que él fuera más veloz.

Cuando Hipómenes se presentó ante Atalanta, algo en ella cambió. Era un joven respetuoso, romántico y lleno de ilusión. Había logrado llegar a su corazón sin mucho esfuerzo. Lo trató de convencer de que no corriera junto a ella, pero él insistió en que quería desposarla.

Comenzó la carrera y –como era de esperarse-, Atalanta llevaba la delantera. En eso Hipómenes lanzó la primera manzana y ella, distraída por la belleza se detuvo a agarrarla y él avanzó. Rápidamente, Atalanta se dio cuenta del movimiento y corrió velozmente alcanzándolo una vez más, a lo que Hipómenes respondió lanzando una segunda manzana.

Atalanta, se dio cuenta de la estrategia de su competidor y tras haberse interesado en él, decidió darle una oportunidad. Lo alcanzó y esperó que lanzara una tercera manzana, la cual se tardó en recoger haciendo que él ganara la carrera.

De ser defensora de la virginidad, ¿pasó a ser guerrera de la lujuria?

Atalanta con Hipómenes por Guido Reni (1620-1625).-

Atalanta e Hipómenes eran felices juntos. Él le mostró un mundo que no conocía y ella aceptó sus nuevas propuestas y modificó sus antiguas creencias. Dejó a un lado su virginidad y se entregó a disfrutar del erotismo que le ofrecía su acompañante.

Según cuenta una leyenda, ambos disfrutaban tanto de su intimidad que se volvieron lujuriosos. En una oportunidad, decidieron experimentar en uno de los templos de Zeus. Esto enfureció enormemente al dios, quien decidió castigarlos convirtiéndolos en leones.

En la Antigua Grecia, se creía que los leones únicamente copulaban con leopardos, por lo que el castigo les impedía volver a disfrutar de su intimidad.

Con información de GreekLegends| Mythology | Diccionario de la mitología clásica, editorial Espasa.

 

 

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