Aparte de ser un fuerte lazo intercultural, la música es el vehículo de expresión humana por excelencia. Siempre hemos escuchado de los múltiples beneficios de la música clásica en el cuerpo tras la escucha prolongada y habitual de una melodía. Hoy te traemos 10 beneficios de esta música en nuestro organismo.
10. Muchas veces al escuchar una música predilecta, muchos de nosotros hemos sentido escalofríos o esa sensación de júbilo indescriptible. Esto se debería a que estimula las mismas áreas del lenguaje y el habla en el córtex cerebral, ya que la música tendría el mismo efecto de calidez que se produce al escuchar una voz humana.
9. Según las investigaciones de la Universidad de Illinois en 2005, se encontraron pruebas de que escuchar música clásica mejoraba el aprendizaje del lenguaje, ya que podría fomentar el aprendizaje de gramática, vocabulario, mejorar la pronunciación y hasta ayudarnos a apreciar más la cultura. Posteriormente, otros estudios han apoyado estas conclusiones. Y, lo más impresionante sobre este tema, es el método usado por el Dr. George Lazanov, profesor de lengua extranjera, que usa música barroca para ayudar a sus estudiantes a aprender 1.000 palabras de vocabulario de idiomas extranjeros en un solo día con una precisión del 85 al 100 %.
8. Neurocientíficos de la Universidad de Montreal, han investigado los procesos cerebrales en individuos que son expuestos a música clásica, llegando a la conclusión de que gran parte del placer inefable que produce escuchar buena música, está a cargo de la estructura del cerebro conocida como núcleo accumbens. Este conjunto neuronal del cuerpo estriado, es el responsable de emociones como la risa, la adicción y el placer.
7. Escuchar una pieza maestra de los más grandes genios de la música de todos los tiempos, estimularía al cuerpo con su propia droga química cerebral, responsable de producir, por ejemplo, la sensación de placer sexual de la dopamina durante el acto sexual o la saciedad al comer.
6. Del mismo modo, se estimula la amígdala cerebral que es crucial en el análisis y la toma de decisiones más abstractas, lo que hace que se estimule el cerebro desde los más antiguos a sus más recientes estructuras.
5. Se ha llegado a la conclusión con estudios científicos (escáner de ondas cerebrales), que la música clásica produce beneficios tangibles en nuestro cuerpo. Una sesión diaria de música barroca relajante como Handel, Bach o Vivaldi, puede ayudarnos a atenuar el dolor o los estados de ansiedad extremos. En pacientes sometidos a biopsias, la escucha de Bach, dio como resultado una disminución en los niveles de presión arterial y tensión muscular.
4. Mejora el vocabulario. De acuerdo con una reciente revisión publicada en la revista Nature Reviews Neuroscience por Nina Kraus, de la Universidad Northwester (EE UU), durante el entrenamiento musical para tocar un instrumento se establecen conexiones neuronales que mejoran también otros aspectos de la comunicación humana. De ahí que los niños con formación musical tengan un mejor vocabulario y capacidad de lectura. También explica por qué los músicos son capaces de escuchar mejor una conversación cuando hay ruido de fondo que el común de los mortales.
3. El conocido como efecto Mozart, es célebre por ayudar supuestamente la inteligencia. Según los científicos, la música del genio de Salzburgo optimiza la resolución de los procesos espacio-temporales y cognitivos, sin embargo el efecto duraría solamente quince minutos.
2. Según una investigación publicada en The Journal of Surgery Cardiothoraic, escuchar música clásica u ópera tras un trasplante de corazón puede significar la diferencia entre el éxito y el fracaso, ya que han encontrado que la música reduce la ansiedad, el dolor y las nauseas, incluso afirman que podría haber algún efecto sobre el sistema nervioso parasimpático (una parte del sistema nervioso cuya función es controlar cosas inconscientes de nuestro cuerpo, como la digestión). Según la investigación, realizada con ratones que recibieron un trasplante cardíaco, la música clásica alargaba el tiempo de vida del trasplante antes de que fallara respecto a otros tipos de música, posiblemente mejorando el sistema inmune según los investigadores.
1. Una investigación de la Universidad de Toronto afirma que escuchar música clásica antes de dormir podría ayudar, ya que nos induce al un sueño más rápido y profundo. Esto se debería a los ritmos y patrones tonales de este tipo de música, que crean un estado de ánimo meditativo y unas ondas cerebrales lentas.
En realidad, el término ‘música clásica’ debiera corresponder únicamente a la música culta compuesta en el período clásico, de mediados del siglo XVIII hasta principios del XIX. Pero el uso lo ha extendido también a la música seria compuesta entre el medioevo y el presente. Decirle música clásica a la música del barroco, del clasicismo vienes, del romanticismo, del nacionalismo es válido aunque no del todo correcto.
Fuente: Ojo Científico | medciencia | Foto: Hombre tocando violín Shutterstock
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