En la literatura rusa podemos encontrar valiosas obras universales, que han traspasado el paisaje frío de aquel país lejano para hacer reflexionar a los lectores, de cualquier nacionalidad, sobre las preguntas trascendentales de la vida.
Principales características de la literatura rusa
1. Los cuestionamientos sobre los aspectos trascendentales de la vida
La literatura rusa es especial porque los rusos no relatan una historia solamente, también se cuestionan y mueven a la búsqueda de las verdades del individuo, aluden a la reflexión sobre el sentido de la vida, el lugar del hombre en el mundo, la ambigüedad moral, la muerte, la religión y el Estado.
Espiritual o trascendental podríamos llamar a la literatura rusa; este aspecto reflexivo sobre la humanidad hace que sus historias sean universales.
2. Su amplia extensión en páginas
Las novelas aclamadas de la literatura rusa como Crimen y castigo, Guerra y paz o Ana Karenina contienen entre ochocientas y mil páginas. Lev Tolstói y Fiódor Dostoyevski, autores de tales novelas -considerados de la talla de Cervantes o Shakespeare- practicaban un estilo de escritura con atención al detalle, al igual que muchos escritores rusos del XIX.
3. Epopeya del sufrimiento
En la narrativa rusa siempre suele aparecer la crítica social y la denuncia, por consecuencia de su propia historia. Cierto pesimismo en muchas ocasiones, y la expresión del sufrimiento humano, siendo este último aspecto lo que la acerca a la epopeya y lo cósmico.
Aunque sus historias estén ambientadas y sean un reflejo de Moscú, San Petersburgo o las estepas siberianas, trascienden las fronteras, se vuelven universales y atemporales, porque nos hablan del sufrimiento humano.
Si bien la literatura rusa tiende a ser realista, por las razones ya expuestas, siempre existe en estas historias el deseo por palpar la belleza, acercarse a la luz y mirar lo trascendental.
A continuación te recomendamos 5 grandes obras de la literatura rusa:
Guerra y paz (1869) – Lev Tolstói
Esta novela esta ambientada en la época de las Guerras Napoleónicas, nos muestra principalmente cómo la guerra afectaba las relaciones familiares y sociales. Cuenta con más de 30 personajes importantes que reflejan los vicios y valores de la sociedad rusa de la época.
Además de aludir al absurdo de las guerras y el sufrimiento que trae como consecuencia, Tolstói abarca temas como la muerte, la desesperanza, la fe, el romance y el sentido de la vida.
Eugenio Oneguin (1833) – Aleksandr Pushkin
A Pushkin se le considera comúnmente como el padre de la literatura rusa, su obra maestra es Eugenio Oneguin. Esta es una novela en verso que narra la historia de un dandi, imponente y vano, en el siglo XIX que va arruinando la vida de las personas que se atraviesan en su camino.
Haciendo uso de humor e ironía Pushkin nos relata esta historia trágica y satírica. Su trasfondo es una denuncia hacia el autoritarismo, asimismo, contra la hipocresía y la vanidad de la aristocracia y la clase adinerada.
El jardín de los cerezos (1904) – Antón Chéjov
Chéjov fue uno de los escritores más melancólicos y peculiares de Rusia; en El jardín de los cerezos, su última obra, Chéjov retrata la dificultad de las antiguas generaciones para adaptarse a un nuevo siglo.
En la historia se cuenta la indecisión de una familia pobre, pero perteneciente a la aristocracia, que para sobrevivir debe vender su hermoso jardín de cerezos, el recuerdo de su elevado pasado.
Doctor Zhivago (1957) – Borís Pasternak
Borís Pasternak fue otro grande de las letras rusas, novelista y poeta, Doctor Zhivago es su obra maestra, la cual le valdría un Premio Nobel de Literatura. En esta novela nos narra la vida, e historia de amor, de Yuri Zhivago, un doctor justo, que trata de mantener su dignidad y su integridad mientras intenta sobrevivir a las luchas y revoluciones de principios del siglo XX.
Crimen y castigo (1866) – Fiódor Dostoyevski
En Crimen y castigo seremos testigos del crimen de Raskólnikov, un joven estudiante pobre, que asesina a hachazos a una anciana usurera.
Si bien se puede pensar que es un crimen común, solamente para robar y obtener dinero fácil, las razones de Raskólnikov también tienen que ver con su creencia justiciera, sus reflexiones sobre la moral, la vida, la muerte y el destino del hombre. Dostoyevski reflexiona en esta novela sobre la fe y la religión, el pecado, la redención, la expiación, el sentido de la vida, la culpabilidad y el amor.
Con información de Russia Beyond / The Objetive / Nabokov, V. (2016) Curso de literatura rusa. Barcelona: Editorial B
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