Al igual que muchas vanguardias pictóricas nacidas en el siglo XX, el surrealismo se concibe como un movimiento artístico que surge a partir del impacto de la Primera Guerra Mundial. Inspirándose en las teorías psicoanalíticas de Sigmund Freud sobre el funcionamiento del subconsciente, ¡te invitamos a conocer qué busca el surrealismo, el arte del subconsciente!
André Breton, el origen del surrealismo
El surrealismo («surréalisme» en francés) encuentra sus orígenes en su fundador y principal exponente, André Breton (1896-1966).
Tras haber cursado sus estudios en el Liceo Chaptal, en París, el camino de Breton hacia el panorama artístico no iniciaría de forma inmediata. A pesar de que comenzó a estudiar medicina durante un período de su juventud, no fue sino hasta su labor como camillero en un hospital psiquiátrico durante la Primera Guerra Mundial, que se toparía con los estudios de una figura, que para entonces se había convertido en alguien inevitable, Sigmund Freud.
Así, Breton comenzó a desarrollar inclinaciones fascinantes hacia la realidad oculta tras la locura. Posteriormente, en 1916, Breton conoció a los filósofos y ensayistas Jacques Vaché y Paul Valéry.
No obstante, no fue sino hasta su primer encuentro con Tristan Tzara y la creciente popularidad del dadaísmo, que Breton, quien para entonces se había convertido en un poeta de vocación, se sintió verdaderamente determinado a comprometerse, plenamente, en la vida artística.
Convencido de que su pensamiento creador requería una base teórica sólida, lo cual era la principal carencia de los dadaístas, Breton decide separarse definitivamente de esta corriente y desplazarse hacia una propia; una que continuaría con su búsqueda de la individualidad, los sueños y la libertad, a partir de una compleja combinación entre los conocimientos que había adquirido hasta entonces: las teorías psicoanalíticas de Freud, la mentalidad del dadá, y la pasión por la escritura como un libre ejercicio del subconsciente.
¿Qué es el surrealismo?
El surrealismo se inspira en la búsqueda de la individualidad, específicamente, en el renacimiento de un ser libre y espontáneo, más allá de las ataduras preestablecidas de una sociedad en la postguerra.
Si bien se conoce al surrealismo como una corriente pictórica, es fundamental señalar que su esencia parte del automatismo. Su principal objetivo consistía en la fluidez de la consciencia, es decir, de una escritura que no proviene de pensamientos previos ni preconcebidos.
¿El resultado? Una obra donde los pensamientos no solo fluyen inconscientemente, sino que plasman lo que verdaderamente pasa por la mente del autor, despojándose de cualquier tipo de censura y represión creativa.
Manifiesto del surrealismo (1924)
Basado en la premisa «cambiar la vida» del poeta Jean Rimbaud, el apasionado André Breton concibió, en 1924, el Manifiesto del surrealismo. Esta obra no se convertiría únicamente en una de las más influyentes dentro de la trayectoria del francés, sino que daría inicio a una de las vanguardias más importantes de la pintura contemporánea.
“Se basa en la creencia en la realidad superior de ciertas formas de asociación desdeñadas hasta la aparición del mismo y en el libre ejercicio del pensamiento. Tiende a destruir definitivamente todos los restantes mecanismos psíquicos y a sustituirlos en la resolución de los principales problemas de la vida” – André Breton, en el Manifiesto del surrealismo (1924).
Es a partir de este manifiesto, que Breton abre las puertas hacia una corriente que permite la creación artística sin intervención del intelecto, pero que, a su vez, sienta las bases para el conceptualismo, la representación de lo onírico y lo genuinamente original.
¿Todos los surrealistas pintan lo mismo?
Al ser el surrealismo un movimiento pictórico que exalta la creación a partir del subconsciente, se puede concluir que no existe, teóricamente, un estilo surrealista. No obstante, dentro de la amplia variedad de artistas que comprendieron esta corriente, se sustentan dos vertientes fundamentales bajo las cuales, los pintores distinguían su forma de percibir el mundo y, por consiguiente, su obra artística.
- Una automática, caracterizada por una concepción espontánea y fluida, buscaba plasmar universos figurativos propios.
- Una visión naturalista, que plasmaba una versión hiperrealista del inconsciente y los sueños.
Principales artistas exponentes del surrealismo
René Magritte (1898-1967)
René François Ghislain Magritte fue un pintor belga que se caracterizó, entre otras cosas, por plasmar por medio de sus pinturas un cuestionamiento de la realidad.
Distanciado de la vertiente onírica del surrealismo, Magritte se destacó gracias al conceptualismo y a realismo mágico presente en sus obras. En este sentido, Magritte buscaba representar una realidad ilógica, cargada con simbolismos y alto contenido humorístico.
Maruja Mallo (1902-1995)
Nacida como Ana María Gómez González, la exponente del surrealismo español corresponde a una de las pocas, pero fervientes figuras femeninas dentro del movimiento vanguardista. La obra de Mallo se caracteriza por dos períodos bien diferenciados, el colorista y el sombrío.
La calidad de su obra y su espíritu libre la condujeron a codearse con otras personalidades de la época, como Salvador Dalí, Luis Buñuel y Andy Warhol, en distintos tiempos y espacios.
Salvador Dalí (1904-1989)
Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènec nació en Figueras, España. A diferencia de Magritte, consolidó su esencia por medio deimágenes que hacían alusión a los sueños, al subconsciente, al naturalismo y a un impecable uso de los detalles.
Joan Miró (1893-1983)
Joan Miró i Ferrà, también español, fue una de las figuras más resaltantes del surrealismo. Su interés por plasmar el subconsciente desde una perspectiva infantil, basándose en las costumbres propias a la cultura de Cataluña, hicieron de su trabajo un gran referente de este movimiento pictórico.
Marc Chagall (1887-1985)
A pesar de que contaba con uno de los estilos más inclasificables de su época, es notoria la influencia surrealista en la obra de Marc Chagall. El pintor francés de origen bielorruso personificó el estilo de vida bohemio y vanguardista, que hicieron a su obra fluctuar entre lo personal, realista y fantasioso.
Frida Kahlo (1907-1954)
Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón fue una pintora mexicana que, similar a Chagall, proyectó un estilo complejo e inclasificable. No obstante, gracias a las influencias contemporáneas, Kahlo contemplaría un surrealismo bastante peculiar, pues al igual que otros exponentes de esta corriente, encontró su inspiración no únicamente en los sueños, sino también en los mitos, la magia y las tradiciones propias de su tierra natal.
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