Por Daniel Colombo / La productividad bien entendida se sostiene sobre un principio esencial: las pausas. Si eres de los que -como yo- nos encanta y apasiona nuestro trabajo, y por ello a veces nos sumergimos en extensas jornadas porque no percibimos del todo el paso del tiempo y el agotamiento, quizás desees considerar el concepto de “descansos productivos”, también conocidos como pausas activas.
El objetivo es alcanzar un mejor nivel de rendimiento y de enfoque tomando breves recreos de las tareas. En medio de este tiempo podrás conectar partes de tu energía y mente para que sigan “trabajando” a otro ritmo, en favor de ese proyecto que tienes entre manos.
Debido a que a muchos les cuesta desconectarse por completo de las cosas, esta propuesta añade valor al invitarte a hacerlo a tu ritmo, en forma consciente, mientras que, a la vez, das espacio a la recreación.
- 6 ideas gratis para lograrlo
Para ayudarte a tener pausas que realmente te despejen, aquí tienes esta media docena de ideas que servirán de inspiración:
- Vuelve a jugar: Seguro que, en la vida adulta, muchas veces nos olvidamos de la importancia de lo lúdico. Una de las herramientas es queaprendas a aplicar dinámicas de juego y recreación durante el tiempo de trabajo. En mi caso, me encanta el Scrabble, y, cuando quiero tener mi descanso productivo, me conecto con la aplicación en el móvil, abriendo una nueva partida donde asocio el juego con mi energía creativa a través de las palabras que asocio libremente con lo que estoy trabajando.
- Escribir palabras sueltas: en este caso se trata de una técnica muy efectiva para descargar de tensiones. También llamada “escritura libre”, es tan simple como tomar un papel y dejar que surjan de ti cientos, miles de palabras sueltas, inconexas. Obsérvalas y verás cómo representan de alguna forma estados emocionales a los que te has estado aferrando. Muchas otras te habrán traído ideas y respuestas a tus dilemas.
- Descargar tensiones y recargar energía con movimientos enérgicos: es excelente para personas con tendencia al sedentarismo. Bailar con fuerza, hacer flexiones, mover los brazos rítmicamente, escuchar música a cierto volumen mientas te estiras todo lo que puedas, son algunas de las formas de descarga.
- Observación neutral: esta es una dinámica de mindfulness, también aplicada por la meditación. Es especialmente útil cuando estás lidiando con situaciones que pueden ser desafiantes. En tu pausa activa, dedícate a cerrar los ojos e imaginar ese desafío que tienes con todo detalle. Obsérvalo en primera persona, tal como cuando nos involucramos con cuerpo y alma en el asunto. Respira profundo. Luego, disocia tu imagen del momento con tu otro yo, imaginándote que te ves frente a ti; utiliza la visualización creativa. ¿Qué observa tu otro yo desde la segunda perspectiva? Un paso más: si hubiese en lo alto dos personas que no te conocen, y sólo te pueden ver: ¿qué comentarían entre ellos? La técnica de observación neutral te ayudará a tomar perspectiva de las cosas cuando estás en dilemas con polaridades de positivo/negativo.
- Co-creación positiva: aquí tienes otra herramienta sumamente útil para desarrollar en equipo. Se trata de una secuencia participativa con otras personas cercanas, donde plantearás brevemente el dilema o situación en la que te encuentras, lo graficarás en un papel, y lo irás pasando a otros para que aporten. Al final habrá una versión gráfica del problema del momento, y soluciones colaborativas con posibles soluciones.
Abrir un libro al azar y conectar ideas: es un recurso muy útil para desconectar y seguir productivos al mismo tiempo. Cuando quieres cambiar de aire, toma un libro y ábrelo al azar, formula alguna pregunta que tengas en ese momento, y lee lo que aparece en él. No fuerces el proceso; simplemente hazlo relajado y enfocado no en obtener “la” respuesta justa, sino una influencia de inspiración o una referencia sobre algo del momento.
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