Por Pónganse a Leer | Simón Bolívar no fue únicamente un tipo valiente que se dedicó a liberar parte de Suramérica del yugo español, también nos dejó perlas como “Un ser sin estudios, es un ser incompleto” o “Si la vida son dos días quiero vivirlos contigo y solo contigo” y estos pensamientos del Libertador llegaron a nosotros gracias a la pericia de Bolívar para escribir.
Bolívar fue un escritor prodigioso que dejó constancia de su pensamiento y de su genio en sendas obras que son hoy la base de la doctrina bolivariana.
La curiosa vida de Simón Bolívar
Bolívar fue un hombre curioso, por no decir otra cosa, porque esta palabra en dos de sus acepciones encarna la figura del Padre de la Patria. Es decir, podemos decir que Bolívar tenía curiosidad, que se dedicó a informarse y a buscar la razón de muchas cosas y que las que no le cuadraban buscó modificarlas, y por otro lado Bolívar excita la curiosidad, yo lo dije antes y lo repito, es una figura profundamente fascinante.
Hay todo un tema por ejemplo con el lugar donde nació Bolívar, porque aunque el consenso sea que nació en Caracas, algunos historiadores señalan que realmente nació en Capaya, un poblado de Barlovento, en el actual estado Miranda. Según estos historiadores, en Cayapa, la familia tenía una hacienda y la señora María Concepción Palacios y Blanco, madre de Bolívar, pasó los últimos días de su embarazo por esas tierras, pero la verdad es que no hay documentos que certifiquen esto.
Se quedó huérfano de muchachito, sus papas murieron antes de que Bolívar cumpliera 10 años de edad, y así él y sus hermanitos que eran: María Antonia, que me parece súper interesante y que la historiadora Inés Quintero le dedico dos libros “la criolla principal” y “el fabricante de peinetas”; estaba también Juana Nepomucena y Juan Vicente, que participó en la “Conjuración de los Mantuanos” en 1808, de la que tiene Quintero un libro también, quedaron como quien dice a la buena de Dios.
Y precisamente Bolívar era mantuano, que para los despistados era un grupo social en la época colonial, que estaba conformado por un poco más de 100 personas, que como consecuencia de las cédulas, leyes y ordenanzas reales, obtuvieron un montón de derechos y privilegios y los fueron heredando a sus descendientes constituyendo una especia de casta. Se llamaban mantuanos porque las grandes señoras de la aristocracia caraqueña usaban unos mantos ricamente elaborados cuando iban a misa.
Fue un niño rebelde, de esos que sacan de quicio a cualquiera, de hecho hay un cuento que cuando sus hermanas se casaron, él que era el hermanito menor, quedó bajo la tutela de un tío que parece que era un maltratador, así que se escapó a la casa de su hermana mayor María Antonia, total que gracias a ese acto, se abrió un juicio por la tutela de niño en el que el joven Simón dijo “si a los esclavos se les permite cambiar de dueño cuando son objeto de malos tratos, ¿por qué no se me permite a mí vivir con la gente que más me agrada”.
Este acto, da cuenta de la personalidad contestaría de Simón Bolívar de adulto.
Se enamoró muchas veces, pero su gran amor siempre fue María Teresa Rodríguez del Toro, su única esposa, de la que enviudó jovencito, y que por el guayabo se fue de viaje con su maestro Simón Rodríguez y por allá en Europa, le dio por jurar en el Monte Sacro que no descansaría su brazo hasta ver a su tierra libre.
Si ustedes quieren acercarse a la vida de Simón Bolívar, yo les recomiendo que lo hagan a través de obras como: la biografía de Bolívar de Indalecio Liévano Aguirre, un historiador colombiano muy acucioso; también está la biografía que le escribió el ecuatoriano Alfonso Rumazo González, que también biógrafo a Manuelita Sáenz y a Antonio José de Sucre, que fueron dos personajes muy importantes para Bolívar, una por ser uno de sus grandes amores y otro por ser su mejor amigo.
También tenemos “el divino Bolívar” de Elías Pino Iturrieta o “Bolívar en Vivo” de Francisco Herrera Luque, ambos autores venezolanos, o “El diario de Bucaramanga” del general francés Luis Perú de Lacroix, que entra en dialogo con el mismísimo Simón Bolívar y nos dejó un testimonio maravilloso.
Bolívar escritor
Pero realmente si ustedes se quieren acercar al pensamiento de Bolívar, lo mejor es entrarle a través de lo que él escribió.
Bolívar fue tan prolífico en la escritura como en las batallas ganadas, porque participó en 472 batallas y sólo fue derrotado en 6 de esas batallas.
Escribió cartas, manifiestos, poemas, declaraciones, proclamas, sin contar su correspondencia.
Por ejemplo, si ustedes quieren conocer al Bolívar político, tienen que leer el Manifiesto de Cartagena, que está considerado como el primero de sus grandes documentos políticos.
En diciembre de 1812, en Cartagena de Indias, hoy Colombia, se dirige al Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva Granada, para compartir sus opiniones y el análisis que hace de las causas sobre la caída de la Primera República de Venezuela, no lo firma él solo, aquí también intervino con sus ideas Vicente Tejera, que era Ministro de la Alta Corte de Caracas, para ellos, sobre todo para Bolívar, la Primera República cayó porque la Constitución que adoptaron los venezolanos era federalista, luego también hubo muy mala administración de las rentas públicas por parte de los responsables y que esto causó desacuerdos entre las castas sociales que hacían vida en la naciente república.
Pero hay una causa que a mí me genera mucha curiosidad, Bolívar dice que la Iglesia Católica jugó un papel fundamental en la perdida de la república, porque los curas se dedicaron a predicar que todas las desventuras que sufriría el pueblo de Dios, estaban causadas por este desatino de la independencia, es más llegaron más lejos, en 1812, en pleno conflicto, ocurrió un terremoto que asolo a gran parte del territorio, y los curas en sus homilías, decían que era castigo divino por la rebeldía.
El manifiesto de Cartagena es un documento que a mí me parece importantísimo para entender las acciones del Bolívar del inicio de la guerra, y precisamente al calor de la guerra, Bolívar escribió uno de los documentos más controvertidos de su obra, el decreto de guerra a muerte.
Otro manifiesto que es esencial en la obra de Bolívar es el Manifiesto de Carúpano, datado en 1814, y que sirvió para que el Libertador expusiera las causas que, según él, condujeron al fracaso de la Segunda República. Recordemos que la situación político militar de entonces era realmente inestable.
Bolívar hace un recuento de los problemas que enfrentó la Segunda República, y se lava las manos, dice que, y esto me encanta, que no cree en la justicia de los hombres, porque está amañada, que él apela a la justicia divina, ojo con esto porque él no fue muy religioso que digamos. Que los venezolanos no querían prepararse para ocupar cargos militares o de justicia.
El Manifiesto de Carúpano, es un documento que da cuenta de la facilidad que tenía Bolívar para escribir, esta tan bien articulado, que hasta el más despistado se ubica en el contexto histórico y en la situación política, porque es que todavía los criollos se sentían obedientes de la corona española, y luchar contra eso era más difícil que luchar contra el opresor.
Hay otro documento que a mí me subyuga totalmente, en el que también Bolívar echa el cuento de porque la segunda república no fue pal baile, ese documento es “Contestación de un Americano Meridional a un caballero de esta isla”, que nosotros conocemos como la “Carta de Jamaica”.
Bolívar decide contestarle una carta que le mandó un tal Henry Cullen, que era un comerciante jamaiquino de origen británico, para explicarle porque había caído la segunda república, la cuestión es que tenía dobles intenciones, porque más que responderle al comerciante, Bolívar quería atraer la atención de las potencias europeas a la causa independentista.
En esta carta, vende su el ideario político y los proyectos de liberación para América, que él pensaba eran los más provechosos, aquí podemos acercarnos a sus los sueños y esperanzas de unidad para un futuro, que a otros les hubiera parecido incierto.
Pero, Bolívar no solo era un tipo hábil en política, también era un romántico empedernido y de eso dejó constancia en su correspondencia.
Por ejemplo, al amor de su vida, la malograda María Teresa, les escribió en 1801, y les leo:
…“ud. debe complacerse de ver que me hallo casi en el camino de alcanzar la dicha que con mayor ansia deseo, y cuya pérdida me sería más costoso que la muerte misma”…
En esa misma carta, arranca llamándola “amable hechizo del alma mía”.
A Manuela por ejemplo, la llamó en una carta “mi adorado tormento”, y en otra carta, fechada en abril de 1825, le escribe:
…“Sí, te idolatro hoy más que nunca jamás. Al arrancarme de tu amor y de tu posesión se me ha multiplicado el sentimiento de todos los encantos de tu alma y de tu corazón divino, de ese corazón sin modelo”…
Bolívar era un maestro de la descripción y la evocación, no solo en los parte de las batallas que libraba o en las ordenes y orientaciones que giraba a sus oficiales, también para seducir, a ver, hay otra carta a Manuela en la que inicia recordando un encuentro con ella, escribe:
“Llegaste de improviso, como siempre. Sonriente. Notoria. Dulce. Eras tú. Te miré. Y la noche fue tuya. Toda. Mis palabras. Mis sonrisas. El viento que respiré y te enviaba en suspiros. El tiempo fue cómplice por el tiempo que alargué el discurso frente al Congreso para verte frente a mí, sin moverte, quieta, mía”…
Pero la apoteosis del romanticismo de Bolívar es el gran poema escrito en 1822, “mi delirio sobre el Chimborazo”.
Esta es la única de sus obras, con una intención poética absoluta. Esta es una pieza que forma parte del romanticismo, aquí Bolívar hace recuento de su propia vida y utiliza ese punto de partida para narrarnos una alegoría, se le considera de hecho como el primer poema en prosa de nuestras letras.
Bolívar se encuentra con la pequeñez humana, al contemplar aquella mole de piedra, que le representa lo infinito. Es toda una ensoñación.
Despedida
Todo lo que escribió a mí me parece fantástico, ojo que no necesariamente es así, yo no soy ni un experto, ni nada que se le parezca, soy solo un admirador.
Yo espero haberles picado la curiosidad con la obra escrita de un hombre que fue mucho más que un prócer de la independencia, fue un hombre romántico hasta cursi, un estratega hábil e inteligente, pero también soberbio y obcecado.
La obra de Simón Bolívar es mucho más extensa que esto que les he contado, pero no nos daría tiempo de hablar de todo lo que escirbió.
Así llegamos al final, nos escuchamos en el 2023, mientras tanto ya lo saben ustedes, pónganse a leer.
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