Emily en París lleva ya tres temporadas en Netflix. A pesar de las críticas recibidas, esta serie romántica es bastante entretenida y, de alguna manera, conmovedora. Sin embargo, muchos espectadores han detectado varias lagunas argumentales imperdonables. En este artículo te explicamos qué ha llamado la atención de los fans.
Siete fallos de guion de Emily en París
El embarazo infinito de Madeline Wheeler
El principal error de la trama es el embarazo de Madeline Wheeler, quien descubre que está embarazada en el primer episodio, cuando planea trasladarse a París. Al final decide no hacerlo y es Emily quien viaja en su lugar.
Lo extraño es que Madeline permanece embarazada durante las dos primeras temporadas enteras, y da a luz en la tercera. En todo este tiempo, los personajes han iniciado y roto relaciones, han cambiado de trabajo e incluso algunos se han prometido. Además, parece que en París siempre hay sol, ¡como si las estaciones no existieran!
Por supuesto, la trama de la serie podría estar concentrada en unos meses, pero entonces pasarían muchas cosas sorprendentes en muy poco tiempo, algo que no resultaría creíble.
El viaje de Madeline a París estando embarazada
Otro punto chocante es que Madeline renuncie a trasladarse a París por su embarazo y al final acabe viajando a la capital francesa en un avanzado estado de gestación y que su hija nazca en Francia. Si estaba tan enfocada en su carrera, ¿por qué no viajó a París al inicio de la serie?
Los ingresos y gastos de Emily
El salario que percibe alguien con el trabajo de Emily en París ronda los 45 000 euros al año. Un estudio ha calculado sus gastos anuales, teniendo en cuenta dónde vive, su predilección por los restaurantes y bares parisinos y su gusto por la ropa de marca, y ha establecido que ascenderían a unos 111 000 euros. Algo no cuadra.
En la serie no se explica de dónde saca tanto dinero, por lo que muchos espectadores han sugerido que quizá esté muy endeudada o lo haya conseguido por otras vías, como usando bonos sin depósito en casinos en línea o a base de patrocinios en su perfil de Instagram.
¿Qué ha sido de Doug?
En los primeros episodios, Emily tenía una pareja que se quedó a vivir en Chicago. En un principio, Doug no veía con buenos ojos que Emily se marchara a París, pero acaba aceptándolo un poco a regañadientes.
Sin embargo, al cabo de un tiempo (de hecho, cuando se suponía que debía ir a visitarla), decide romper con ella argumentando que no sabría qué hacer en París mientras ella estuviera trabajando y que las relaciones de larga distancia nunca funcionan.
La ruptura le sienta bien a Emily, que demuestra ser más valiente que Doug y pone de manifiesto que en realidad no encajaban como pareja. Ahora bien, los espectadores se preguntan qué sentido tiene el personaje de Doug en estos primeros episodios. Se dice que quizá habría servido para reforzar la soltería de Emily en París; de hecho, hay varios episodios en los que nuestra heroína disfruta a base de bien de la fase posterior a la ruptura sentimental.
La cosa se complica en la tercera temporada, cuando Doug llama a Emily para decirle que trabaja como director de marketing de McDonald’s y quiere trabajar con una empresa de marketing francesa para lanzar McBaguette. Sin embargo, tras el lanzamiento, no vuelven a hablar más.
Un extraño triángulo amoroso
Los fans de la serie han intentado adivinar qué se cuece en la cabeza de Gabriel durante tres temporadas. En un principio, parece sentirse atraído por Emily, pero luego se muestra que ya tiene una relación (y aun así besa a Emily). Posteriormente, rompe con Camille con la intención de irse a Normandía (su lugar de origen), pero a última hora decide quedarse en París (en un principio, por Emily).
En esta última temporada, Gabriel vuelve con Camille, a pesar de admitir estar enamorado de Emily, e incluso le propone matrimonio. De hecho, ¡intenta celebrar la boda en mitad de su fiesta de compromiso! Al final, Camille decide no casarse con el chef porque se da cuenta de que a quien realmente quiere es a Emily.
Cuesta entender lo que pasa por la mente de Gabriel, que va de aquí para allá sin saber cuál es su destino.
El cambio de Camille
Muchos espectadores apuntan que el personaje de Camille cambia a mitad de la segunda temporada. Aparece en la serie como una chica cordial y afable enamorada de su novio que intentar acoger a Emily en París. Sin embargo, cuando se entera de lo que ocurre entre Gabriel y Emily a sus espaldas, cambia por completo.
A la gente le sorprende que se vuelva tan maquiavélica y manipuladora, hasta el punto de pactar con Emily que ninguna de ellas saldría con Gabriel para luego intentar conquistarlo a sus espaldas.
En la tercera temporada, mantiene un trato amigable con Emily, pero no sabemos si la considera una verdadera amiga (al fin y al cabo, Emily la traicionó) o si está actuando porque quiere quedarse con Gabriel. Todo parece un poco forzado, la verdad. Lo que está claro es que la diferencia de comportamiento de Camille entre la primera y la tercera temporada es un tanto desconcertante.
La aventura de Camille
Otra gran incógnita que plantea la tercera temporada (y que probablemente se resolverá en una cuarta) es la aventura de Camille con Sofía, una artista que expone en su galería de arte.
Camille se marcha de vacaciones con Sofía a su Grecia natal, sin que Gabriel sospeche que mantienen algo más que una buena amistad.
Sin embargo, al volver a París, acepta casarse con Gabriel y sigue con su vida como si nada hasta el día de la boda, cuando decide romper con su prometido por la atracción que este siente por Emily. De su relación con Sofía no se dice nada.
El embarazo de Camille
Por supuesto, uno de los principales motivos por los que Camille acepta casarse es porque está embarazada, algo que conocemos al final de la tercera temporada.
Esto nos plantea dos preguntas: ¿podrán mantener una relación Emily y Gabriel sabiendo que Camille está embarazada de él? ¿Es realmente Gabriel el padre (recordemos que Camille tuvo un lío de una noche cuando fueron a Saint-Tropez en la segunda temporada)? Esperemos que la cuarta temporada nos ayude a resolver estos enigmas.
Emily en París tiene varias lagunas argumentales que la serie nunca resolverá, como el hecho de que Emily se gaste tanto dinero o de que el tiempo no transcurra como en la vida normal. Sin embargo, es probable que el triángulo amoroso y los embarazos que nos tienen locos ahora mismo se aclaren en la cuarta temporada, que se emitirá a principios de 2024. ¡Deseamos que la espera no se haga muy larga!
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