Los sedantes actúan directamente sobre el sistema nervioso central, estos provocan una “depresión” del mismo que permite que el organismo se relaje y se tranquilice. Dependiendo de su acción también pueden funcionar como ansiolíticos, antidepresivos, sedantes-hipnóticos o soporíficos. Normalmente los sedantes químicos tienden a ser fuertes y muchas veces dañinos. Por esa razón se recomiendan sedantes naturales tales como:
Por María Gabriela Roa | Culturizando
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