Verano. Es en esta estación principalmente donde prosperan esos molestos insectos que parecen solo querer probar tu sangre… pero curiosamente los mosquitos son más exigentes de lo que te imaginas. ¿Puedo evitar que me piquen los mosquitos? ¿Por qué solo me pican a mí? ¡Te contamos todo lo que debes saber para así prevenir picaduras y cuidar tu salud!
En Japón hay un cierto tópico que destaca en cada verano, y que parece revivir sobre todo en los festivales y visitas tradicionales a los templos -actividades que suelen llevarse a cabo en espacios abiertos y de abundante vegetación- y es el típico comentario: me comieron los mosquitos. Pero este comentario no se limita solo al país del Sol Naciente, sino que a todos nos puede pasar (como se encarga de recordarnos nuestra madre o abuela) -incluso a ciertas especies de mamíferos- y es por “tener la sangre dulce”.
“Tener la sangre dulce” no es más que una metáfora para los sacáridos presentes en la sangre, y es este compuesto es el que nutre a las bacterias que habitan en la piel (las mismas que generan el mal olor del sudor); esta es una de las razones por las que algunos son un banco de sangre andante para estos insectos según afirma el profesor de entomología Dr. Phil Koehler de La Universidad de Florida.
Y si de sangre hablamos, debes tener en cuenta que algunos grupos sanguíneos son particularmente más atractivos para los mosquitos que otros -en orden de mayor a menor atracción estarían: O, B, A (no hay registros del grupo AB)- arroja un estudio realizado en la Universidad Médica y Farmacéutica de Toyama en Japón.
El riesgo a ser blanco de estas alimañas aumenta si eres mujer -más aún estando embarazada- o si eres deportista o atleta, debido a que la respiración y consecuente producción de dióxido de carbono se eleva en la etapa de gestación; cabe destacar que los deportistas exhalan mucho de este gas al ejercitarse.
Igualmente les atraen las personas con alto índice de sudoración, puesto que este produce olores únicos y diferentes en cada persona por las toxinas presentes en él, y cada olor corporal es distinto, por lo que hay seres más propensos a convertirse en la diana predilecta de estos bichos.
Factores adicionales:
Como si de un bufet de todo lo que puedas comer se tratara, ciertos elementos constituyen un extra de posibilidades -o razones, si ya tienes una larga relación indeseada con estos bichejos- que suman puntos para ser objeto de picaduras:
- Si tomas cerveza o bebidas cebadas con frecuencia.
- Si acostumbras usar perfumes de esencia floral o cítricos.
- Si sueles vestir con prendas oscuras (especialmente negro).
Entonces… ¿Puedo evitar que me piquen los mosquitos?
Es virtualmente imposible cambiarse el tipo de sangre, evitar el aumento de la temperatura y dejar de sudar a voluntad ¿verdad? Pues, allí está la respuesta: es básicamente imposible.
A lo sumo, puedes evitar incurrir en ciertas condiciones como el abuso del alcohol, la monotonía de prendas oscuras, optar por perfumes y lociones de olores alternativos y secarte el sudor tan pronto como termines tu rutina de ejercicio, seguido de una ducha.
Si eres optimista o estás muy harto de los rosetones en la piel, también puedes probar con el uso de productos botánicos con citronela, aceite de árbol de té o aceite de eucalipto… aunque la duración como repelente natural no sea nada en comparación al tiempo que pasas con la comezón.
Con la información de Diario Panorama / Pijamasurf / ABC / El Clarín / Gizmodo / Foto: Shutterstock
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