Ya sea por curiosidad o desconocimiento, en el hipotético caso de hallar una ballena muerta varada en alguna costa, lo primero que muchos hacen es acercarse al cetáceo, lo que es un error grave. Descubre la razón de por qué nunca debes acercarte a una ballena muerta.
Explosión de una ballena muerta
Por muy increíble que parezca una ballena de 25 metros (tamaño aproximado de una ballena azul hembra adulta) varada en la playa, acercarse solo te aproximará a problemas de higiene o salud.
Las ballenas muertas, entran en una etapa de descomposición, generando una gran cantidad de gases internos como el metano y otros más, que en exceso pueden causar la explosión inesperada del animal.
Esta explosión significa 150 toneladas de pedazos de ballena volando a 80 km/h cubriendo hasta a 70 metros a su alrededor, poniendo en peligro a cualquier persona que pueda ser golpeada por alguno de estos residuos.
Por esta razón, las autoridades y los especialistas hacen lo posible por ser los primeros en acudir al lugar y cerrar sus alrededores. Además, suelen abrir un orificio en el estómago de la ballena, para ayudar a que los gases salgan sin necesidad de causar una explosión.
Posibles enfermedades
Acercarse a una ballena muerta también puede afectar a la salud. Recuerda que todo animal muerto atraviesa siempre por un proceso de descomposición.
Las heridas de las ballenas suelen estar infectadas con virus o bacterias capaces de reproducirse y enfermar el cuerpo humanos o animales domésticos como los perros, por lo que también es un riesgo sanitario.
La exposición prolongada al metano puede provocar síntomas como mareo, vómito, reducción en la capacidad de atención y desmayos. En casos extremos, la exposición al metano puede inducir paros cardíacos.
Con información de: El diario de Madryn / Wikipedia / Imagen de portada: Shutterstock
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