Muchos países tienen su forma particular de atender el teléfono, dependiendo del idioma que manejen podrían tener una o varias expresiones para ello. En inglés, normalmente, se levanta el teléfono con un hello, en italiano se responde con pronto, ambas formas de saludo.
Hay países un poco más peculiares, como en Rusia, que se atiende una llamada con la expresión “estoy escuchando”. En el caso del español, un idioma que abarca una gran cantidad de países como lengua materna, se tienen distintas expresiones usadas para responder el teléfono.
Las personas de México responden con un “¿bueno?”, en España se utiliza la expresión “diga”; pero en la mayoría de los países latinoamericanos, la forma de atender una llamada es con “aló”.
Hay varias teorías que explican el origen de esta expresión. La primera, afirma que es una variación de la palabra inglesa hello. La segunda, que proviene de la influencia francesa durante los años 30, es de la palabra alló, con la que los galos atienden una llamada. En otra teoría ponen como origen del “aló” español y francés al saludo alemán hallo.
Aunque la teoría más popular del uso de la palabra “aló” se remonta a la época de la creación del teléfono. El teléfono fue creado por Antonio Meucci en 1854, pero la patente la consiguió Alexander Graham Bell en 1876.
Tivadar Puskás, un inventor húngaro, decidió trabajar junto con Thomas Edison en una central telefónica, por la época en la que Graham Bell patentó el teléfono. En 1877 su central telefónica de Boston pudo conectar una llamada con Edison; en esta llamada, Puskás usó la palabra hallom, que significa en húngaro “escucho”, al atender el teléfono, y Thomas Alva Edison empezó a gritar de felicidad hallom al otro lado de la conexión.
Según esta teoría, la palabra “aló” y las expresiones similares en otros idiomas provienen del hallom que dijo Puskás en la primera llamada de su central telefónica, y así quedó con el pasar de los años.
Con información de: Steemit / Metroecuador / Foto: Shutterstock
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