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Pónganse a Leer: Drácula, el seductor que nunca muere

Pónganse a Leer con Pedro Julio | “Un vampiro es un espectro nocturno que chupa la sangre de los seres vivos como método de subsistencia, se le asocia con los muertos vivientes. De acuerdo con el folklore, no proyecta sombra y tampoco se reflejan en los espejos”.

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Les he compartido una definición de vampiro que he construido después de leer mucho, y es que hoy en pónganse a leer nos ponemos siniestros y cursis al mismo tiempo, porque con este episodio celebramos el aniversario 125 de la novela Drácula, de Bram Stoker.

Bram Stoker, el papá de Drácula

El autor de la novela que nos ocupa hoy nació en los suburbios de Dublín, la capital de Irlanda, en el seno de una familia burguesa conservadora en la que se le daba mucho valor a la educación, a los libros, a la cultura.

De niño estuvo enfermo de una afección desconocida y esto retraso que caminara, apenas a los siete años empezó a hacerlo.

Estudio en Trinity College, ahí destacó como gran deportista, de hecho ganó varias competencias en levantamiento de pesos, era un tipo fornido.

Cuando se graduó, trabajó en el Castillo de Dublín como funcionario, fue inspector de tribunales de primera instancia y en este cargo pudo viajar por Irlanda y toparse de frente con la realidad y la pobreza de su país.

Trabajó también en el teatro en el Lyceum Theatre, propiedad de su amigo Henry Irving.

Cuando tenía 50 años publicó su obra más conocida y por la que estamos aquí reunidos hoy… Drácula.

La novela

La novela se publicó el 26 de mayo de 1897, y rápidamente se constituyó en la obra referencial del autor, al punto de ennoblecer todo lo que escribiera este buen hombre luego y acuño un estilo nuevo, hoy es un clásico de la literatura del género del terror.

Fue escrita en la época del romanticismo, y esas referencias las encontramos a lo largo de la obra, como la exaltación de los sentimientos y la subjetividad, el culto del yo y del individualismo, la nostalgia por el pasado o el encumbramiento de la fantasía. Por mencionar algunas.

Stoker emplea una estructura epistolar en la novela, a lo largo del libro vamos asistiendo a diversas cartas, painas de diarios, recortes de prensa y otros recursos para sumergirnos en la escalofriante historia.

Es una crónica tan bien escrita, que uno llega a creer que son ciertos los hechos que narra.

El protagonista es el Conde Drácula, un no-muerto, que necesita la sangre humana para sobrevivir, para ello mata a sus víctimas, porque matar le da la vida.

En la novela inicia cuando el joven abogado Jonathan Harker viaja a Transilvania para asesorar a un conde que compro unas propiedades en Inglaterra, cuando se da cuenta de que todo es muy raro huye y se refugia en un convento, mientras tanto el conde viaja a Londres… y da rienda suelta a su voracidad.

Acecha a la señorita Lucy y en el proceso los pretendientes de esta preciosa señorita se involucran. Uno de ellos decide buscar al profesor Van Helsing porque Lucy cada día está más enferma. Y aquí aparece un héroe atípico, Van Helsing que es especialista en enfermedades raras, encamina la cuestión.

Una vez termina con Lucy, va por Mina, a la que muerde y esto genera una conexión entre ellos lo que facilita la persecución al vampiro.

Y hasta aquí les dejo estopara no hacer spoiler.

Las adaptaciones

Por el impacto que causo en el mundo la novela, ha sido adaptada por medio de múltiples representaciones artísticas, entre ellas el cine y la televisión.

Hay un sin número de versiones de Drácula, pero mi top 3 es:

La primera es Nosferatu. La película muda alemana de 1922, dirigida por Friedrich Wilhelm Murnau. Fue la primera película que versionó la novela. Se convirtió rápidamente en una película de culto y a mí y seguro que a más de uno por aquí me parece aterradora. Por cierto que la  viuda de Bram Stoker los demandó porque no aceptó la película.

La segunda es Drácula, de Bram Stoker, de 1992 y dirigida por el gran Francis Ford Coppola, con un guion de James V. Hart. Esta película es preciosa, por cierto que a mí me da pavor… aquí el conde Drácula es personificado Gary Oldman… y escuchar a este señor decir que ha cruzado océanos de tiempo para encontrarnos enamora a cualquiera, Winona Ryder es Mina Murray (que bella estaba Winona en esta película, bueno en todas, esa mujer es perfecta, es preciosa y es una actriz fantástica), Keanu Reeves es su prometido, mi colega Jonathan Harker y el reciente oscarizado Antony Hopkins es el Profesor Abraham van Helsing. Por cierto el tema final “Love Song for a Vampire”, fue compuesto por Annie Lennox… Ídola.

Y en tercer lugar la más reciente… es la miniserie británica Drácula, creada por Mark Gatiss y Steven Moffat. A lo largo de tres episodios nos encontramos con un Drácula sexy en toda regla que nos seduce y nos atemoriza a la vez, pero quizá mi detalle favorita es la licencia que se toman con el personaje de van Helsing, que aquí no es un profesor entrado en años, sino una monja… y ya saben ustedes que tengo debilidad por esta bonita ocupación. Dolly Wells como la Hermana Agatha Van Helsing esta sencillamente genial.

El arquetipo del vampiro

Bueno en todas estas versiones, hemos visto algunas características similares, y es que Stoker fundo las bases para el arquetipo del vampiro, gracias a él tenemos un qué sirve como pauta para reproducirlo, el creo el prototipo ideal del vampiro que sirve como ejemplo de perfección en este particular.

A partir de la obra de Stoker, el vampiro es inmortal, necesita sangre para vivir, tiene una fuerza inmensa, se transforma en animales, no se puede reflejar en los espejos, o no tiene sombra, puede hipnotizar a sus víctimas, y convertirlas en vampiros, se le puede ahuyentar con ajo, crucifijos o agua bendita, para destruirlo hay que clavarle una estaca en el corazón o decapitarlo y mi favorita: no puede entrar en una casa sin invitación.

El Príncipe de Valaquia, pasó de la crueldad superlativa a la seducción.

Seduce, constantemente a lo largo de la novela, nos cautiva y nos atrae. Lo hace de manera tan vivida, sobre todo con la señorita Mina. Resalta por sobre los demás hombres del libro, no hay ninguno que le haga sombra.

Este hombre deslumbra, nos provoca y nos enamora. Para mi este señor no es un romántico, es más bien un cautivador, un conquistador, nos deslumbra con su seguridad. Es sumamente atractivo, es un monstruo en la seducción como en el sentido estricto de la palabra.

Por cierto que esa frase preciosa que se refiere a cruzar a océanos de tiempo para encontrar al ser amado es monumental, no está escrita en la novela,  se la debemos a Francis Ford Coppola, ídolo.

Por qué leer el clásico

Por todas estas razones yo creo que vale la pena leer esta obra maestra de la literatura mundial. Porque enamora en cada página y avasalla a más no poder. Aquí me estoy poniendo cursi.

Para Ítalo Calvino, un clásico literario es ese libro que ejerce una influencia particular ya sea cuando se impone por inolvidable, ya sea cuando se esconde en los pliegues de la memoria mimetizándose con el inconsciente colectivo o individual.

Bueno gente, yo espero haberles picado la curiosidad y que luego de escuchar este episodio se vayan corriendo a buscar un ejemplar de Drácula, ya sea en físico o en digital, ustedes verán y se lo devoren como el devoraba a sus víctimas, gota a gota, página a página.

No se arrepentirán. Déjense seducir por este caballero irresistible.

Si seguimos hablando aquí nos va a agarrar el sereno, así que cortamos pero antes recordamos la consigna… pónganse a leer.

Imagen portada: Shutterstock

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