Durante la República y el Imperio romano los gladiadores, con el fin de entretener al pueblo, dieron incontables muestras de ferocidad, una de ellas, la perforación del pene. Esta era una práctica muy curiosa y poco conocida.
Método de protección
Hay evidencia literaria que sugiere que los enfrentamientos entre gladiadores pudieron haber durado en promedio unos 10 o 15 minutos por asalto. Durante ese tiempo, todos los guerreros involucrados en la lucha debían encontrar una forma de minimizar el riesgo de sufrir lesiones.
Así, para no verse afectados por la sensibilidad que hay en la zona del pene, los gladiadores empezaron a perforarse el glande. El motivo de esta perforación era colocar un pequeño aro que permitiera empatar el pene contra los testículos.
El recogimiento del órgano sexual garantizaba que los gladiadores tuviesen mayor capacidad de maniobra durante la batalla.
Herramienta de premio o castigo
Después de las batallas, el dueño del gladiador podía ordenar (o no) que el aro fuese reemplazado por una vara recta de metal. La idea de esto era impedirle al gladiador mantener relaciones sexuales si perdía, o premiarlo con sexo (entre otros buenos tratos) si ganaba.
Con información de: Freshtrends / National Geographic / Wikipedia / Foto: Shutterstock
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