La palabra ‘pedante’ se utiliza actualmente para referirnos a una persona ‘engreída y que hace alarde inoportuno de sus conocimientos’, tal y como nos indica la RAE.
Pero en sus orígenes ese no era su verdadero significado ni tenía esa connotación negativa, todo lo contrario. Pedante era como se le llamaba antiguamente a los maestros que enseñaban a domicilio, yendo a los hogares de los propios niños a enseñarles, entre otras cosas, la gramática.
Dicha palabra que servía para referirse a ese tipo de maestro pasó a tener la connotación negativa por una sencilla razón: muchos eran los maestros que se ofrecían para ir a dar las lecciones a los hogares y pocas las casas a las que ir, por lo que las pruebas para acceder a dicho trabajo, que realizaban los señores que querían contratar a un profesor que fuese a enseñar a sus hijos, eran muy estrictas y selectivas.
Ello provocaba que cada aspirante al puesto fuese altamente preparado y dispuesto a saber más que el otro, por lo que esa rivalidad entre candidatos hacía que sobresaliesen aquellos más resabidos y listos, siendo los elegidos para el empleo de pedante, por lo que con el tiempo se comenzó a utilizar este término para referirse al tipo de personas engreídas y que hacen un excesivo alarde de erudición y/o sabiduría (la tengan o no).
Por Fernando Zerpa | Culturizando
Con información de: Goconqr |
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