La palabra coraje tiene su origen en el francés antiguo. En efecto, proviene de corages que luego diera en francés courage. A esa palabra se la remite a ‘cor’, ‘cordis’ que significa corazón. Pero para los griegos y romanos el corazón no era el lugar donde se asentaban los sentimientos, sino donde estaban los pensamientos, o sea el asentamiento de la mente. De este modo se puede considerar como el concepto original de este vocablo estar en el centro de la vida interior.
Para la Real Academia Española su definición es: “impetuosa decisión y esfuerzo del ánimo, valor”; “irritación, ira”.
Se puede considerar también su manifestación en dos niveles: uno en el físico, y otro en el moral. En el primer caso, es cuando se refiere a alguien que oponiéndose a un dolor físico, o inclusive ante la amenaza de muerte o lesión continúa realizando lo que se había propuesto. En el segundo es cuando también se sigue con lo realizado a pesar de recibir deshonor, represalias, o descrédito.
Esta semana reflexionamos sobre el ‘coraje’:
«Afronta tu camino con coraje, no tengas miedo de las críticas de los demás. Y, sobre todo, no te dejes paralizar por tus propias críticas» Paulo Coelho
«Para los hombres de coraje se han hecho las empresas.» José de San Martín
«Lo que no me mata, me fortalece.» Friedrich Nietzsche
«Continuemos el viaje que a nuestro coraje la fe lo acarrea.» Eladia Blazquez
«¡Qué coraje hace falta en determinados momentos para elegir la vida!» Henrik Johan Ibsen
«Todos nuestros sueños pueden convertirse en realidad si tenemos el coraje de perseguirlos.» Walt Disney
«Recordad que el secreto de la felicidad está en la libertad, y el secreto de la libertad, en el coraje.» Tucídides
«Sobrevivir usualmente requiere coraje.» David Mitchell
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