Hacer ejercicios simples como caminar, trotar o correr siempre ha sido una manera de liberar el estrés y además de mantener una vida saludable, sin embargo, y por más increíble que parezca el running está prohibido por razones políticas en cierto país de África.
En la República de Burundi, una pequeña nación soberana ubicada en la región de los grandes lagos de África Oriental, en 2014, el dictador Pierre Nkurunziza prohibió correr a sus habitantes para evitar que opositores políticos disfrazados de corredores se manifestasen en carreras populares o usasen los entrenamientos como forma de conspirar contra el poder.
No obstante a que prohíben las carreras, con este decreto el dictador encarceló a miembros del Movimiento Solidaridad y Democracia por promover maratones para reunir a posibles simpatizantes.
Burundi es uno de los países más pobres del mundo y tiene el segundo PIB pér cápita más bajo según el Banco Mundial, después de la República Centroafricana. Por eso, la carrera a pie es uno de los pocos deportes asequibles para la población a pesar de que las mismas sean prohibidas.
Existen otras zonas en donde correr también está prohibido por diversas razones. Por ejemplo, en Sierra Leona, otro pequeño país de África, también está prohibido correr en las calles debido a que las autoridades consideran que esta práctica complica la circulación de vehículos y peatones, incluso creen que fomentan ataques a la propiedad privada y provocar molestias a los vecinos por el alto volumen de la música que escuchan los corredores.
Hace dos años, en España estuvieron a punto de imponerse limitaciones a correr por la calle y figuraron en el borrador de la ley de seguridad ciudadana, que no llegó a aprobarse. En Granada, en el Parque García Lorca, la ordenanza de convivencia de 2014 prohibía juntarse grupos grandes de corredores en entrenamiento, oficialmente para respetar al resto de los ciudadanos que disfrutan de sus instalaciones y servicios. También en lugares como Pamplona se prohíbe correr en los encierros de San Fermín con zapatos de tacón, chanclas, sandalias o zuecos, como medida de seguridad y para evitar caídas.
Las leyes de cada país son diferentes y las excentricidades también ocupan parte importante de los decretos, es importante que los ciudadanos defiendan sus derechos y se preocupen por las decisiones que les afectan a todos.
Por María Gabriela Roa | @gabyroab | Culturizando
Con información de: Muyinteresante.es | Noticiasmvs.com
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