La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que el brote de coronavirus aún no se ajusta al criterio de una pandemia, pero advierte que es posible y que las naciones deben de estar preparadas.
Ahora hay más de 77.000 casos del virus en China y casi 3.000 en otros lugares, y el número total de muertes es de más de 2.700. El repentino aumento de los casos de coronavirus en Corea del Sur, Irán e Italia en los últimos días ha creado temores de que lo que había sido una epidemia ahora se esté convirtiendo en una pandemia.
El director la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dice que el virus tiene el potencial de convertirse en una pandemia, pero que aún no ha llegado el momento.
«Nuestra decisión sobre si usar la palabra pandemia para describir una epidemia se basa en una evaluación continua de la propagación geográfica del virus, la gravedad de la enfermedad que causa y el impacto que tiene en toda la sociedad», dijo Tedros.
El funcionario asevera que esto no se trata de una pandemia, sino de una serie de epidemias en diferentes partes del mundo, que requieren una respuesta personalizada para contener la propagación de la enfermedad.
«Debemos centrarnos en la contención mientras hacemos todo lo posible para prepararnos para una posible pandemia«, dijo Tedros. «No existe un enfoque único para todos. Cada país debe hacer su propia evaluación de riesgos para su propio contexto».
Tedros señaló que su agencia continúa haciendo su propia evaluación de riesgos y está monitoreando la evolución de la epidemia durante todo el día. Él dice que hay varias medidas cruciales que los países deben tomar para protegerse y proteger a su gente.
Todos los países, dijo, deben proteger a los trabajadores de la salud, que son los que responden en primera línea de la enfermedad mortal. Además, se deben tomar medidas para proteger a los ancianos con afecciones de salud subyacentes, que corren el mayor riesgo de enfermarse gravemente.
Tedros recalcó que expertos internacionales que investigan el origen y la evolución de la enfermedad en China descubrieron que la epidemia alcanzó su punto máximo y se estancó entre el 23 de enero y el 2 de febrero. Desde entonces, dicen, los casos han estado disminuyendo constantemente.
Los expertos dicen que no ha habido cambios en el ADN del virus. La tasa de mortalidad en la provincia china de Wuhan, el epicentro de la enfermedad, es de entre dos y cuatro por ciento; fuera de Wuhan, es menos del uno por ciento.
Lisa Schlein – VOA
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