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Nomofobia, 10 consejos para reducir la adicción al móvil

Por Daniel ColomboEn los tiempos actuales el teléfono móvil se ha convertido en una herramienta de comunicación indispensable. Sabemos de sus ventajas, beneficios y de la enorme evolución que significa tanto en el plano personal como profesional.

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Bueno es saber también que produce adicción cuando vives excesivamente pendiente del aparato, de sus notificaciones, y las múltiples prestaciones que ofrece.

La adicción al celular se llama nomofobia y es una patología clínica que abordan médicos, psicólogos y psiquiatras; incluso existen grupos de autoayuda para superarla, y en algunos países, clínicas de desintoxicación, ya que es considerada como una adicción tecnológica que necesita ser abordada como quienes deben recuperarse de drogas, el alcohol y el tabaquismo.

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Se trata de un conjunto de síntomas que sufren muchas personas cuando les aparece una ansiedad de tal magnitud que se sienten vulnerables sin el aparato; lo consultan centenares de veces por día; se estresan cuando lo ha dejado olvidado o se quedan sin batería, o por algún motivo están privados de usarlo.

A nivel global se estima que más del 50% de los usuarios de celulares padecen distintos grados de nomofobia (Fuente: Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad, de España). Otros datos que llaman a la reflexión son:

  • 80% de las personas duerme con el celular a su lado
  • 41% de las personas tienen dos o más móviles
  • La adicción al celular afecta a un 70% de mujeres y 61% de hombres; 60% tienen entre 25 y 34 años; y el 77% entre 18 y 24.
  • Se estima que la media pasa casi cuatro horas por día en el móvil haciendo distintas acciones. Controlando su uso podrías disminuir notablemente este tiempo.

Para los profesionales que trabajan con los adictos a la tecnología en general, y al móvil en particular, uno de los motivos es que en general se trata de personas que tienen baja autoestima, tendencia al aislamiento y excesiva atención a la opinión de los demás; esto puede predisponer en ciertos casos a una mayor dependencia.

Consecuencias físicas y de comportamiento

Tanto fisioterapeutas como traumatólogos han revelado que, además del uso permanente de los computadores y los videojuegos, las manos, muñecas y antebrazos sufren a causa de estar utilizando permanentemente el celular. Es que el movimiento repetitivo de los dedos pulgares de la misma forma, permanentemente, a la larga causará daños en los nervios de las manos, siendo las patologías más frecuentes la tendinitis y el síndrome del túnel carpiano, una afección generada por la presión excesiva en el nervio mediano ubicado en la muñeca, responsable de dar sensibilidad y movimiento a ciertas partes de la mano. Los síntomas frecuentes son hormigueo en la mano y dedos, debilidad, entumecimiento o daños musculares. Además, generalmente también sufren consecuencias en el cuello y hombros, ya que el móvil refuerza la mala postura corporal.

En cuanto al comportamiento, la nomofobia trae, paradójicamente, una mayor desconexión con los demás; falsa sensación de tener todo bajo control si se está permanentemente conectado con el móvil; aislamiento al estar horas mirando la pequeña pantalla; poca inteligencia emocional, ya que la interacción tecnológica es muy diferente a la que se tiene frente a frente; baja de la productividad en general; pérdida de tiempo en temas irrelevantes; y la dependencia de la opinión de los otros -por ejemplo, cuando piensas en lo que dirán de ti si no respondes rápido, sales de un grupo de mensajería, etc.-

10 consejos para disminuir la nomofobia

Estos son 10 sencillos consejos para reducir la adicción al móvil:

Desactivar las notificaciones automáticas.

La mayoría de las aplicaciones en móviles ofrecen una serie de recursos para mantenerte al minuto de las actividades, incluso con mensajes no deseados, publicidad y demás recursos de marketing. En la sección configuración podrás elegir desactivarlas.

Siempre podrás abrir la app cuando sea el momento, y consultar tu actividad.

Apagar el móvil en reuniones y situaciones que requieren enfoque

Es fundamental empezar a disciplinarse en mantener el móvil completamente silenciado, tal vez utilizando la función “No molestar”, en reuniones, encuentros de familia, amigos, trabajando en tareas que exigen concentración o estudiando, por ejemplo.

Podrás establecer pausas para chequear mensajes, e incluso es posible indicar usuarios esenciales para ti, a los que sí o sí necesitarás atender; serán la excepción.

Poner el aparato boca abajo cuando no lo utilizas.

Este simple acto evitará que te distraigas por costumbre, y te enfocarás mejor en la situación en la que estés.

Evitar totalmente su uso mientras conduces, cuando caminas o en momentos de conversaciones que necesitan de tu atención

Las estadísticas muestran un crecimiento notable de accidentes de tránsito y en distracciones de peatones donde se dan consecuencias fatales. La opción en el auto es colocarlo fuera de tu alcance visual, en silencio y no sincronizado con el equipo de audio. En peatones, llevar el móvil en la cartera, bolso o bolsillo, y que superes la tentación de llevarlo en la mano, casi como un emblema de estatus al que tantas personas se hacen adictas. En ambos casos, si necesitas conectarte, te detienes, hablas, lo silencias y luego sigues.

Revisa mensualmente las aplicaciones y elimina las que no sean esenciales

Aunque pueda parecer una exageración, la mayoría de las personas tienen muchas apps que no utilizan, e incluso que ya ni se acuerdan para qué servían. Elimínalas; evitarás la contaminación que producen, y, de paso, ahorrarás espacio en tu móvil.

Colocar un ringtone agradable, suave y que no altere los nervios

Parte de la alteración que se produce es con los distintos sonidos que colocas para distinguir quién te llama, envía mensajes o las notificaciones. Puedes elegir un sonido agradable en vez de uno estruendoso; y, a la vez, restringir los ringtones a las comunicaciones indispensables.

Usar un despertador convencional y dejar el móvil en otro ambiente

La mayoría de las personas utiliza estas funciones del móvil que, por cierto, son muy útiles. Sin embargo, en el caso de que padezcas de nomofobia en distintos grados, es necesario alejarte del aparato todo lo posible.

Utilízalo como si fuese un teléfono fijo en tu casa

La recomendación es que cuando llegas al hogar, lo conectas al cargador en un lugar específico, y no lo mueves de allí hasta tu próxima salida. En casa tampoco lo uses mientras miras televisión, comes, cocinas o lees un libro.

Determina cuándo encender y apagar el móvil, con total conciencia

Si padeces en algún grado de adicción, es necesario restringir al máximo su uso, además de consultar con un terapeuta profesional. Un recurso es que lo enciendas y programes una alarma con el tiempo máximo de uso ese día; a la hora del aviso lo apagarás por completo. Pide a tu red de contactos que te apoyen, y que te ayuden a superar esta dependencia. Hay algunas aplicaciones que miden el tiempo que estás usando el celular, y pueden advertirte cuando te has excedido.

Lleva un libro o material interesante de lectura

Es importante que dejes de usar el celular como tecnología de desconexión de quien eres. Cuando esperas por un trámite o en un restaurante, cuando viajas al trabajo o en cualquier situación donde antes lo usabas, reemplázalo por algo más productivo mientras sales de la dependencia.

Al leer este artículo habrá quienes piensen que es casi imposible de lograr lo que aquí se plantea, y aparecerán decenas de excusas personales y profesionales, todas muy bien justificadas. El asunto es que cuando pasas un límite y no lo dominas, estás del otro lado: el uso abusivo del móvil, al igual que cualquier conducta en exceso, se puede transformar en una adicción; y como tal, hay que tratarla.

Foto: Shutterstock

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