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No digas “De nada”, y otras 4 formas en las que limitas tu éxito

No digas “De nada”, y otras 4 formas en las que limitas tu éxito

Por Daniel Colombo / La forma en que hablamos, comunicamos y pensamos conforma la realidad de nuestra vida.

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Aquí tienes 5 ejemplos de cómo limitas tu crecimiento y que alcances tus objetivos

No se trata de tener sólo pensamientos positivos, sino de elevar la consciencia de la importancia de todo lo que piensas y dices, para que te acerques a los mejores resultados que quieras conseguir.

  1. NO DIGAS “DE NADA” CUANDO TE AGRADECEN

La gratitud es una energía muy potente, que te sirve para elevar tu forma de pensar, de ser y de hacer.

Si dices “de nada” o “nada que agradecer” cuando alguien te da las gracias por cualquier cosa, estás desperdiciando ese buen recurso que te obsequian.

Sugiero que los reemplaces por: Es un placer, Gracias a ti, Me encantó hacerlo, Lo hice de corazón, Gracias por agradecerme, Te agradezco a ti.

2. NO DIGAS “POCO A POCO”

Cuando usas la palabra “poco” estás implantando en tu mente subconsciente la idea de escasez, porque poco significa justamente eso. Por ejemplo, “Lo haré poco a poco”.

Frases para cambiar: “Lo hacé paso a paso”, “Paulatinamente”, “Avanzo progresivamente”, “Estoy avanzando paso tras paso”

3. NO USES DIMINUTIVOS AL HABLAR

“Problemita”, “Regalito”, “Te regalo una nada / una pavada”, le restan potencia a la comunicación, y, además, da la sensación de que le das escaso valor a lo que expresas.

Los diminutivos al hablar, cuando los usas permanentemente, pueden asociarse al tamaño de tu autoestima… así que imagínate cómo la tendrías.

La sugerencia es que logres estimular tu grandeza, en vez de reforzar la pequeñez interior que tal vez sientas.

Habla directamente y sin dudas, sin disminuir lo que dices: “Problema” (o menor aún, “Desafío” o “Asunto para resolver” o para gestionar), “Te entrego mi regalo”.

4. NO USES “TE ROBO…”  (UN MINUTO, UNOS SEGUNDOS, UNA FOTO)

A nadie le gusta que le roben. ¿Por qué quisieras convertirte en ladrón del tiempo, del esfuerzo o de la energía de otra persona?

Puedes reemplazarlo por: “Quiero pedirte un minuto para…”, “¿Puedo tomarme una foto contigo?”, etc.

5. NO USES “EN LA LUCHA”

Es común que le preguntas a alguien (o tú lo haces) cómo está y responde: “en la lucha” o “Bien… o te cuento”.

Lo que no te das cuenta es que en tu afirmación inconsciente estás creando la idea de “luchar”, de pelea, de confrontación, de combate contra la vida, y esto genera que cada día lo conviertas en una batalla por librar.

Utiliza expresiones como: “Estoy muy bien”, “estoy bien”, “Mejorando cada día”, “Superando un desafío y aprendiendo mucho”, “Avanzando para estar mejor cada día”, “Con confianza en seguir avanzando”, “Moviéndome para mejorar”.

El lenguaje no es inocente: lo que te dices interna y externamente, va conformando, a nivel de la mente consciente, la forma en que ayudas a crear la realidad de tu vida.

Imagen portada: Shutterstock

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