Durante la era soviética de Rusia y las otras 14 repúblicas que conformaban a la URSS, la música occidental estaba totalmente prohibida en el territorio, así que para poder tener acceso a los discos más populares del momento, los admiradores hacían contrabando de música con técnicas peculiares…
La era soviética no fue fácil para ninguno de los habitantes civiles de la URSS, la censura y represión del Estado no permitía una vida normal para sus ciudadanos, hasta el punto de que una gran parte de bandas y artistas occidentales en general estaban prohibidos en el territorio, así que para poder escuchar a The Beatles o Elvis Presley, la gente debía acudir al contrabando de música, pero lo más peculiar fue el cómo…
Rock en los huesos
Los vendedores buscaban en los basureros de los hospitales radiografías desechadas y hacían el agujero del centro quemándolo con un cigarro, lo cual era llamado Ribs, rock en los huesos, o jazz en los huesos…
¿Quiénes idearon esta particular manera para poder escuchar música occidental? La respuesta es peculiar pero muy simple: los Stilyagi.
Ya que en ningún país puede faltar la contracultura, mientras en Estados Unidos y Occidente existía el movimiento hippie, idealizando una sociedad utópica con ideologías cercanas al comunismo teórico, en la tierra de Stalin, sus habitantes crearon el movimiento Stilyagi, que eran personas que vestían como en Occidente, mientras adoraban a Elvis, The Rolling Stones y al rock-n-roll en general…
Si bien no podemos decir que el rock-n-roll era “bien visto” por el Gobierno americano, ya que también consideraba que promovía valores negativos, el género no estaba prohibido y sus admiradores no eran perseguidos, en la URSS, particularmente durante el período estalinista, sí…
Durante la era de Stalin los stilyagi fueron fuertemente reprimidos por el Estado soviético, pero una vez que murió el dictador, el movimiento había crecido demasiado como para poder ser reprimido en su totalidad.
Además de los discos creados con radiografías, se dice que los ciudadanos de la URSS, accedían a casetes con discursos de Lenin y luego los borraban para poder meter música occidental dentro de ellos.
Sin embargo, más allá de la música, había muchas otras cosas prohibidas por el alto mando soviético y en países comunistas en general… como libros o películas que contuviesen algún tipo de material que pudiese ser contrario a la visión soviética, lo que podía abarcar desde canciones sexuales de la época hasta publicaciones de la Iglesia católica, así que todo este material debía ser creado por los vendedores y posteriormente contrabandeado, lo que se conocía por el nombre de Samizdat (autoedición).
Volviendo a la música, aunque fue en la era de Stalin que más prohibiciones había al respecto, incluso en los años 80, cuando no faltaba demasiado para que ocurriera la Perestroika, había una lista de artistas y bandas que estaban censurados en el territorio soviético, desde bandas de rock como Culture Club, por promover la homosexualidad, u otras como Van Halen o Pink Floyd (irónicamente), por promover el punk o la violencia. También estaban prohibidos cantantes pop como Donna Summer o Madonna por promover el erotismo, pero el artista que más se hizo viral en redes recientemente, por haber sido ilegal en la URSS, fue la leyenda española Julio Iglesias, ya que según las autoridades soviéticas, el intérprete promovía el neofascismo.
En 1979, cuando todavía no había caído el comunismo, se cuenta que Elton John hizo un cover del tema «Back in the U.S.S.R.» en Moscú, y el recibimiento de la audiencia fue tan masivo que claramente se podía ver que era un himno para ellos… ¿Qué tiene de raro? La música de The Beatles estaba técnicamente prohibida, así que legalmente no había manera de que los soviéticos conocieran la canción…
Sin embargo, es importante mencionar que, aunque el partido soviético prohibía la música de The Beatles o Pink Floyd, debido a que varios temas de ellos tenían mensajes anticapitalistas, se comenta que el mismo Gobierno pirateaba su música (sin decir quiénes eran los autores) para que ese mensaje calara en su sociedad.
Finalmente, con la Perestroika y posterior caída de la URSS, afortunadamente los ciudadanos de estas 15 repúblicas y de los otros países del bloque del este (al menos una gran parte de ellos), pudieron escuchar libremente la música que querían.
En Occidente los hippies soñaban con una utópica ideología comunista en sus grandes festivales de rock con bandas del movimiento, mientras que en la Unión Soviética, los ciudadanos tenían que recurrir al contrabando para intentar escuchar a esas mismas bandas…
Con información de: La Vanguardia / La Verdad / Bandalismo / Foto: Shutterstock
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