El duelo es un conjunto de sentimientos que se experimentan ante el impacto de perder a un ser querido o incluso a una mascota, bien sea porque ocurrió la muerte física como tal, que implica la desaparición de ese ser tal y como se estaba acostumbrando a tenerlo, sentirlo, olerlo…como también puede darse por la ruptura de una relación, la finalización de un ciclo, tal y como lo es un cambio laboral, la jubilación o la pérdida del empleo en general, así como también las mudanzas generan este sentimiento de pérdida, vacío, desolación.
En esta situación no solo sentir dolor es la norma, por el contrario un sinfín de sentimientos y emociones acompañan este proceso. Entre ellas la rabia, la frustración, la ira, el rencor, la culpa, el miedo. Las contradicciones son muy fuertes, pasando por oleadas, yendo de una emoción a otra sin ningún tipo de secuencia.
Todas las personas por sus condiciones y maneras de ser, reaccionan de diferentes formas ante las circunstancias de la vida, y ésta no es la excepción. La intensidad con que se sienta la pérdida variará indiscutiblemente del lazo de unión y afecto que existía entre la persona ausente y el doliente. De esta misma variable dependerá el tiempo en que se pueda superar este proceso.
Las reacciones que se tengan también variarán del grado de estrechez de la relación y en gran medida del modo de las personas enfrentar los cambios radicales. Unas personas tratarán de hacer como si nada ha ocurrido, otras se sumirán en un profundo dolor, mientras que otras decidirán ocuparse al máximo para olvidar.
Además de todo lo aquí planteado sobreviene una crisis espiritual, en la mayoría de los casos, donde habrán quienes duden de su Fe y la religión que profesen, otros se aferren más a sus creencias; pueden ocurrir cambios drásticos de disciplinas o corrientes espirituales, la mayoría de las veces buscando algo de que sostenerse y sobre todo donde encontrar respuestas.
Aunque no existe una fórmula mágica para superar el dolor, la pérdida y encontrar el sosiego después de una situación como esta, sí existen herramientas que ayudan a calmar las interrogantes, bajar la ansiedad, saber identificar si se está en un proceso normal de duelo o por el contrario, la situación es patológica. Inclusive conseguir algunas respuestas a lo que parece no tener ningún tipo de explicación. El objetivo, conseguir el camino de regreso a tu vida, tus metas, tus expectativas, desarrollo y bienestar.
Una colaboración de @AlexaPrincz
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