¿Avistamientos extraterrestres? ¿Tuvieron los egipcios contacto con una civilización más avanzada y desconocida?
Aunque estas imágenes han circulado viralmente por todo el mundo desde su descubrimiento, lo que muchos no saben es que existe una explicación lógica y bien fundamentada para estas figuras, aparentemente inconcebibles para la época.
Los jeroglíficos se encuentran en la primera sala de columnas del templo de Abidos, a unos 500 kilómetros de El Cairo. Cuando las imágenes salieron a la luz por primera vez, su impacto fue tal que muchos pensaron que se trataba de un montaje. Sin embargo, tras un análisis más profundo, se confirmó que las inscripciones eran auténticas y aún pueden verse en el templo.
A simple vista, algunos interpretan estas figuras como representaciones de tecnología avanzada o seres extraterrestres, lo que alimenta teorías sobre posibles contactos con civilizaciones superiores. Pero, ¿qué tan ciertas son estas hipótesis? ¿Realmente los egipcios tallaron estas figuras?
De acuerdo con las investigaciones más aceptadas y razonables, estos jeroglíficos son el resultado de un palimpsesto. Un palimpsesto es un manuscrito antiguo que ha sido modificado o reescrito a lo largo del tiempo, superponiendo nuevas inscripciones sobre las anteriores con el fin de borrarlas. En este caso específico, la erosión —el desgaste natural de la superficie debido al paso del tiempo— también ha contribuido a la apariencia actual de los tallados.
El jeroglífico fue descubierto por la Dra. Ruth McKinley-Hover y su esposo durante una visita al templo de Abidos en 1987. Mientras Ruth fotografiaba los paneles jeroglíficos, uno se desprendió, revelando imágenes más antiguas. Entre ellas, una figura que parecía un helicóptero llamó su atención y fue documentada rápidamente.
Estas fotos fueron aprovechadas por teóricos de los antiguos astronautas y defensores de la tecnología avanzada en civilizaciones antiguas. Algunos retocaron las imágenes para borrar parte del grabado original —en este caso, un pájaro— con el fin de hacer que el supuesto helicóptero pareciera más detallado y convincente.
A pesar de toda la polémica generada, la realidad es mucho más sencilla: los jeroglíficos originales fueron borrados y sustituidos por nuevos. En este caso, el nombre del faraón Seti I fue reemplazado por el del faraón Ramsés II. Debido a la erosión y al desgaste natural del tiempo, ambos nombres se fusionaron visualmente, creando esta curiosa combinación que ha dado lugar a tantas interpretaciones erróneas.
Con información de: Misterio Resuelto / Wikipedia
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