Imagina caminar por las calles de Nueva York en los años 60, una época en la que ser diferente no solo te hacía destacar, sino que también te ponía en peligro. En medio de esa sociedad opresiva, una figura sobresalía por su colorida personalidad y su inquebrantable espíritu: Marsha P. Johnson. Joven transgénero, con sus flores en el cabello y su lema de vida pay it no mind (no le prestes atención), se convertiría en una de las figuras más influyentes del movimiento LGBT+. Pero, ¿quién fue Marsha realmente y cómo su vida y muerte marcaron un antes y un después en la historia de los derechos civiles?
Marsha P. Johnson: De la oscuridad a la luz
Marsha P. Johnson nació el 24 de agosto de 1945 en Elizabeth, Nueva Jersey, bajo el nombre de Malcolm Michaels Jr. Desde joven, Marsha supo que era diferente. Sin embargo, en una época donde la homosexualidad y la identidad trans eran vistas con prejuicio y violencia, encontrar un lugar seguro para ser ella misma no fue tarea fácil.
A los 17 años, decidió mudarse a Nueva York, donde comenzó a vivir su verdad como una mujer transgénero, adoptando el nombre de Marsha P. Johnson. ¿El significado de la «P»? Simple: Pay it no mind, una frase que solía usar cuando la gente cuestionaba su género o su apariencia.
Nueva York en los años 60 era un hervidero cultural y social, pero también un lugar de extrema discriminación. Marsha, sin embargo, encontró en las calles del Greenwich Village una comunidad de personas como ella, que también luchaban por ser quienes eran sin miedo al rechazo. A pesar de vivir en la pobreza y enfrentarse a la violencia diaria, Marsha nunca dejó que su espíritu se rompiera. Se convirtió en un símbolo de resistencia, amor y libertad.
Stonewall: El nacimiento de una leyenda
La noche del 28 de junio de 1969 es recordada como un punto de inflexión en la lucha por los derechos LGBT+. En las primeras horas de ese día, la policía realizó una redada en el Stonewall Inn, un bar gay en Greenwich Village, algo común en esa época. Pero esta vez, la comunidad decidió que ya era suficiente. Liderados por figuras como Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera, los clientes del bar y otros miembros de la comunidad LGBT+ se rebelaron, dando inicio a lo que se conoce como los disturbios de Stonewall.
Marsha fue una de las primeras en resistir, lanzando una copa contra un espejo y encendiendo la chispa que desataría días de protestas. Estos disturbios no solo marcaron el inicio del movimiento moderno por los derechos LGBT+, sino que también catapultaron a Marsha como una figura clave en la lucha por la igualdad.
El activismo incansable de Marsha
Después de Stonewall, Marsha no se detuvo. Junto a Sylvia Rivera, fundó la organización STAR (Street Transvestite Action Revolutionaries), que proporcionaba apoyo a jóvenes transgénero y drag queens que vivían en las calles. A través de STAR, Marsha se aseguró de que aquellos que eran marginados y olvidados tuvieran un techo sobre sus cabezas y una comunidad que los apoyara.
Marsha también fue una participante activa en las marchas del Orgullo LGBT+ que surgieron tras los disturbios de Stonewall, usando su visibilidad para abogar por los derechos de las personas trans y homosexuales. Su presencia en las manifestaciones y su defensa incansable la convirtieron en un ícono no solo para la comunidad LGBT+, sino para todos aquellos que luchan por la justicia social.
«Pay it no mind»: El legado de una frase
Marsha P. Johnson destacó por su actitud despreocupada y su capacidad para enfrentar la adversidad con una sonrisa. Su frase característica, pay it no mind, se convirtió en un mantra para muchos en la comunidad LGBT+.
Era su manera de decirle al mundo que no le importaban las opiniones negativas ni los prejuicios; ella estaba decidida a vivir su vida con autenticidad y alegría, sin importar lo que los demás pensaran.
Este lema no solo inspiró a aquellos que la conocieron, sino que también se convirtió en un símbolo de resistencia de futuras generaciones.
La misteriosa muerte de Marsha P. Johnson
El 6 de julio de 1992, el cuerpo de Marsha P. Johnson fue encontrado en el río Hudson. Aunque la policía inicialmente declaró su muerte como un suicidio, muchos en la comunidad LGBT+ sospecharon que había sido asesinada.
Las circunstancias que rodearon su muerte siempre han sido objeto de controversia, y hasta el día de hoy, el caso sigue sin resolverse.
Marsha P. Johnson dijo una vez: «No hay orgullo para algunos de nosotros sin liberación para todos nosotros«. Estas palabras, cargadas de verdad y poder, resumen la lucha que lideró y el legado que dejó.
Con información de: Wikipedia / womenshistory / biography
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