Por Daniel Colombo | La pandemia de coronavirus del 2020 ha expuesto a millones de personas de todo el mundo a uno de los procesos que quizás no habían pensado jamás: construir su Marca Personal.
Tanta gente dormida en los laureles de un trabajo aparentemente “seguro para siempre”, vieron desmoronado su castillo de naipes de un día para otro y deben reinventarse, empezar de nuevo, pedir trabajo.
La historia hubiese sido otra si tan sólo hubiesen reparado en la necesidad de construir su marca personal, porque la formación académica y tener un título, actualmente, representa el 50% de lo que se busca en el mercado; y el otro 50% es contar con habilidades blandas muy desarrolladas -comunicación asertiva, empatía, trabajo en equipo, oratoria, análisis de contextos, toma de decisiones- y un personal branding consistente dentro y fuera de las organizaciones, incluso si tienes trabajo.
Dentro del posicionamiento como profesionales y trabajadores de todos los sectores, se ha hecho ineludible pasar del simple aval de un título o la experiencia, a la necesidad de proyectar otro tipo de atributos, como tu misión, visión, valores, qué cosas con importantes para ti en el ejercicio del trabajo y, sobre todo, tu forma particular de hacerlas.
La Marca Personal es el conjunto de impresiones, percepciones, acciones y decisiones que vas tomando y que impactan en los demás.
Todo empieza con un profundo conocimiento de quién eres, qué haces, para qué haces lo que haces y cuál es tu forma diferencial frente a los que hacen cosas parecidas.
El proceso de construcción es lento, lleva tiempo y se produce en un paso a paso que debe tener una estrategia, tácticas y la constante medición de resultados.
Un proceso sostenido en el tiempo del trabajo profundo sobre tu Marca Personal trae como resultado un posicionamiento preferencial en tu nicho de mercado. Los demás se interesarán por ti; tu nombre empezará a circular en búsquedas, proyectos y actividades. De esta forma, empezarás a ver sus beneficios, que no se consiguen de la noche a la mañana.
La Z del Zorro
Así como en la conocida serie de TV cada vez que actuaba el mítico Diego de la Vega defendiendo a los que estaban en aprietos, tu “Z” quedará marcada en cada actividad que hagas.
Por lo tanto, la Marca Personal NO es:
- Sólo publicar en las redes sociales;
- Tener un logotipo y materiales de tu imagen corporativa;
- Que te realicen una entrevista en la prensa.
- Tener un cargo y pensar que con eso es suficiente.
Es mucho más: se nutre de tu esencia, de quien eres, del storytelling de tu vida aplicado al ser y hacer cotidianos, y de la constancia en el propósito que persigues.
El objetivo es que cada acción que lleves adelante tenga impacto positivo, en línea con tu plan de negocios y objetivos.
Sí: un plan de negocios y estrategia comercial son pilares a ensamblar con la Marca Personal, porque el conocimiento y posicionamiento que te dará en varios años de crearla en forma continuada, necesitan de estas herramientas para que tu ecuación de inversión/ganancia se vea beneficiada.
5 formas de marcar la Z del Zorro en tu Marca Personal o Personal Branding
- Trabaja en ti. El autoconocimiento es la base del proceso. Inventar un producto parecido a otros es relativamente sencillo: lo desafiantes darle tu toque personal, y que las personas lo reconozcan y quieran tenerlo. Esta parte del proceso es individual, profunda, y requiere de tu disposición a conocerte y a trabajar profundamente en tus creencias, paradigmas, limitantes y potencial expansivo, para que, desde allí te proyectes.
- Descubre lo que amas. Todas las buenas Marcas Personales están basadas en un propósito mayor, que no es sólo tener rédito económico o de fama. Se basan, más bien, en construir prestigio sostenido en el tiempo. En este punto, la clave está en descubrir qué es eso que haces muy bien, combinado con lo que el mundo necesita, por lo que te podrían pagar y que te produce una enorme satisfacción. Es el conocido “Ikigai” del propósito aplicado a ti mismo en este aspecto profesional.
- Establece metas y objetivos. Muchas personas quieren iniciar su proceso sin saber adonde van. Y así, publican en redes pensando que eso les dará mayor posicionamiento. Quizás consigan visibilidad, lo que no significa que conviertan a esas personas en sus prospectos o clientes. Observa bien el target al que te diriges. Crea conversaciones y comunicaciones de impacto y que reflejen lo que eres y, sobre todo, agrega valor permanentemente. Un secreto: da mucho más de lo que pides.
- Conserva tu esencia. He trabajado con decenas de clientes ayudándolos a descubrir su Marca Personal, y luego no han tenido todo el éxito que merecían debido a que dejaron en manos inexpertas que implementen las tácticas. Cuidado: un community manager, por ejemplo, puede ser excelente en su tarea, aunque si no interpreta tu lenguaje, tu sentir, ni capta lo que eres en esencia, todo lo que haga no servirá, y habrás perdido tiempo y dinero. Tu ADN, tu huella digital, necesita estar impregnada en cada cosa que hagas.
- Haz planes razonables. No pretendas abarcar todo tipo de tácticas de entrada; más bien, focalízate en una o dos, para desarrollarlas en profundidad. La Marca Personal es una buena forma de ponerle anabólicos a tu carrera con poca inversión inicial, por ejemplo, apalancándote en las redes sociales y eligiendo sólo las que son relevantes para ti. Recuerda que la constancia y continuidad es lo que traerá el resultado más tarde o temprano.
“La marca personal es lo que los demás dicen de ti cuando no estás presente”, dice Jeff Bezos, el fundador de Amazon. Es lo que le pasaba a El Zorro: todos hablaban de él y sabían de sus irrupciones inesperadas que dejaban huella: nada menos que la Z marcada.
Deseo que encuentres tu “Z” y que la proyectes desde ti, hacia el mundo.
Foto portada: Shutterstock
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