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Los agotes: El pueblo más marginado de Europa

Los agotes: El pueblo más marginado de Europa

Hemos escuchado hablar de los dalit de India o la exclusión aun presente en Europa hacia el pueblo romaní; pero, hace muchos años, el pueblo de los agotes, o cagots, era el más marginado de España y Francia. ¡Hoy te contaremos un poco acerca de este grupo social! 

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Orígenes confusos

Aunque en la actualidad, el sistema de castas no es algo que esté muy presente en occidente, algunos países aún tienen ciertos problemas con casos en los que se margina a los pertenecientes de la “casta baja”, ya sea por motivos económicos o religiosos. Lo más curioso de los agotes, es que todavía no se tiene muy claro por qué eran segregados.

Los agotes se concentraban en su mayoría en la zona sur de Francia y la zona norte de España (especialmente en Navarra) y sufrían abusos y discriminación en todos los territorios que habitaban.- (Casa de unos agotes en una postal de 1906)

Los historiadores piensan que estos grupos eran unos de los más segregados en la historia. En la antigüedad se consideraba que era un pueblo “perverso y maldito”; sin embargo, eso se utilizaba como argumento para poder discriminarles y no necesariamente para explicar la razón.

Existía la teoría de que la palabra «cagot» significa “perros godos”, atribuyendo su origen a los visigodos, pueblo europeo relacionado a los antiguos bárbaros. Sin embargo, otra teoría dice que significa “cazadores de godos”, que implicaría que los agotes son descendientes de los árabes que se quedaron en la zona después de la expulsión por parte de Carlos Martel. No obstante, los musulmanes y descendientes árabes en general, no eran tan marginados en Navarra, una vez que se convertían al cristianismo.

Algunos historiadores creen que eran cátaros de Occitania (Francia), que debieron huir hacia nuevos territorios después de las cruzadas albigenses (creencia que la Iglesia consideraba herejía).  Esta teoría sería muy explicativa, ya que la Europa  de la época era profundamente cristiana. Incluso, se dice que los agotes escribieron una carta al papa León X donde ellos mismos se hacían llamar albigenses, pero esta teoría es descartada porque los agotes eran probablemente más antiguos que los albigenses.

Segregación

Existía la creencia de que tenían la sangre más caliente que los demás y por lo tanto no podían caminar descalzos, ya que la hierba no volvería a crecer.

También se les asociaba a las enfermedades contagiosas… y se dice que la Iglesia los llamaba “leprosos espirituales”. En la Europa medieval, la lepra era una de las enfermedades más temidas por todos, entonces, la mayoría de los agotes se dedicaba a la artesanía y especialmente a la carpintería, ya que se creía que la madera no transmitía enfermedades. Aun así, fueron los responsables de construir múltiples iglesias y edificaciones en general, ya que eran bastante habilidosos.

No tenían permitido casarse con personas que no fueran agotes y ni siquiera podían comer en la misma mesa de los demás. Incluso, en algunos lugares se les exigía que tocaran una especie de campanilla para que la gente abriera paso y supieran que venía un agote.

Aunque estaban segregados del resto y vivían en sus propias comunidades, en 1715 se les exilió a las cercanías de Madrid, pero eventualmente volvieron a casa.

En 1673, Pedro Ursúa, quien era miembro de una importante familia noble de Navarra, defendió a los agotes  ante las cortes de la época, alegando que eran originarios del valle de Baztán, por lo que debían ser considerados como ciudadanos de Navarra. Casi dos siglos después, en 1817, se promulga una ley donde se pedía igualdad de derechos para los agotes, pero a pesar de esa legislación, continuaron siendo un grupo marginado por el resto de la población hasta comienzos del siglo XX aproximadamente.

En la actualidad

Marie-Pierre Manet-Beauzac, una de las pocas descendientes, o tal vez la única, de los agotes en la actualidad, dice que el tema sigue siendo un enorme tabú en los pueblos más pequeños de Francia. Por un lado, los agotes recuerdan toda la discriminación que sufrieron en el pasado y prefieren no revelar sus orígenes, y por el otro, los franceses que no tienen ascendencia agote, se avergüenzan de sus antepasados por haber segregado cruelmente a este grupo, lo que ocasiona que ningún bando del antiguo conflicto esté dispuesto a hablar del tema. No obstante, Marie-Pierre se siente orgullosa de sus lejanos orígenes y habla abiertamente de su ascendencia en una Francia que ahora es más tolerante

Aunque no se tenga claro cuál es el verdadero motivo inicial de esta discriminación hacia los agotes, no cabe duda que este pueblo fue uno de los más marginados del viejo continente.

Con información de: Filosofía Nueva / Nueva Tribuna / Independent UK / Foto: Shutterstock

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