Diciembre 22, 2016

Los 5 permisos inherentes a ‘ser persona’

Los 5 permisos inherentes a ‘ser persona’

Por Christopher Barquero | Life Coach @ChrisBarquero |

Uno de mis autores preferidos en cuanto a temas de crecimiento personal, además, por supuesto, del gurú Bernardo Stamateas, es Jorge Bucay. Coincido con él y estoy convencido de que hay caminos que tenemos que atravesar en la vida que son obligatorios, porque todos hemos pasado por ellos y no los podemos esquivar aunque de pronto algunos sean opcionales en cuanto a la manera de vivirlos.

Bucay reconoce el camino de la Autodependencia, o mejor dicho, el camino del encuentro definitivo con uno mismo. Como segundo, habla del camino del Encuentro, del encuentro con el otro, del amor y del sexo. En tercer lugar está el camino de las pérdidas y de los duelos, que el autor llama el camino de las Lágrimas, y por último el camino de la completud y de la búsqueda del sentido en nuestras vidas, que es el camino de la Felicidad.

Cada uno de estos cuatro caminos tiene un libro dedicado con capítulos relacionado al tema principal. Precisamente en uno de sus capítulos del libro “El camino de la Autodependencia”, me llamó mucho la atención cómo Bucay menciona algo muy interesante. Él comenta que todos, somos seres humanos -obvio en eso no estamos en desacuerdo-, somos criaturas de una misma fuente, por decirlo así, y pues conforme vamos creciendo en la vida, vamos convirtiéndonos en individuos, es decir, tenemos nuestras propias características, gustos marcados y situaciones que nos diferencian a unos de otros. No obstante, aun con esas características, siempre existirán más individuos con los mismos gustos y características que nosotros, entonces de pronto podríamos ubicarnos perfectamente dentro de la humanidad dentro de algún grupo. El autor comenta que el siguiente paso es convertirnos en personas y que eso, en realidad, son pocos quienes se deciden a hacerlo, porque implica muchas situaciones de encuentro con uno mismo, de seguridad, de responsabilidad y hasta de egoísmo (en el buen sentido de la palabra). Es algo que no todos se comprometen a llegar a ser y por lo general muchos se quedan formando parte del “montón”, diría yo.

Precisamente, la psicoterapeuta estadounidense Virginia Satir, en su libro “Contacto íntimo”, uno de sus libros más populares, menciona cinco permisos inherentes a ser persona y que cualquiera que no ostente alguno de estos cinco permisos no es una persona. Será, con toda seguridad, un ser humano, tal vez también un individuo, sin embargo, una persona NO. Porque “Ser persona” es mucho más.

Estos son los 5 permisos. Te indican cuánto te permites “ser una persona”.

• Me concedo a mí mismo el permiso de estar y de ser quien soy, en lugar de creer que debo esperar que otro determine dónde yo debería estar o cómo debería ser.

•  Me concedo a mí mismo el permiso de sentir lo que siento, en vez de sentir lo que otros sentirían en mi lugar.

•  Me concedo a mí mismo el permiso de pensar lo que pienso y también el derecho de decirlo, si quiero, o de callármelo, si es que así me conviene.

•  Me concedo a mí mismo el permiso de correr los riesgos que yo decida correr, con la única condición de aceptar pagar yo mismo los precios de esos riesgos.

•  Me concedo a mí mismo el permiso de buscar lo que yo creo que necesito del mundo, en lugar de esperar que alguien más me dé el permiso para obtenerlo.

Estos cinco permisos esenciales condicionan nuestro “ser persona”. Y ser persona es el único camino para volverse autodependiente. Según Bucay ser autodependiente, palabra que él ha creado, y que entre otras cosas quiere decir lo siguiente: “saber que yo necesito de los otros, que no soy autosuficiente, pero que puedo llevar esta necesidad conmigo hasta encontrar lo que quiero, esa relación, esa contención, ese amor. Que no soy omnipotente, que me sé vulnerable y que estoy a cargo de mí. Yo soy el director de esta orquesta, aunque no pueda tocar todos los instrumentos. Que no pueda tocar todos los instrumentos no quiere decir que ceda la batuta. Yo soy el protagonista de mi propia vida. Pero atención: No soy el único actor, porque si lo fuera, mi película sería demasiado aburrida. Así que soy el protagonista, soy el director de la trama, soy aquel de quien dependen en última instancia todas mis cosas, pero no soy autosuficiente. No puedo estructurarme una vida independiente porque no soy autosuficiente. La propuesta es que yo me responsabilice, que me haga cargo de mí, que yo termine adueñándome para siempre de mi vida”.

Significa además “dejar de colgarme del cuello de los otros. Puedo necesitar de tu ayuda en algún momento, pero mientras sea yo quien tenga la llave, esté la puerta cerrada o abierta, nunca estoy encerrado. Me sé dependiente, pero a cargo de esta dependencia estoy yo. Autodependencia es, sinónimo de salud mental”.

Autodependencia significa contestarse las tres preguntas existenciales básicas: Quién soy, adónde voy y con quién.

Y bueno, definitivamente los cinco permisos mencionados anteriormente permiten que seas auténticamente quien eres.

Y tú, ¿sabes quién eres, a dónde vas y con quién vas?

Y recuerda: ¡a sonreír, agradecer y abrazar tu vida!

¡Gracias por existir, compartir y estar!

 

Christopher Barquero | Twitter: @ChrisBarquero | Facebook: Chris Barquero | Instagram: @ChrisBarquero

Christopher Barquero es periodista, productor y conductor de televisión costarricense radicado en México. Trabaja para la cadena Televisa y es colaborador de CNN. También dirige su propia agencia de relaciones públicas y mercadeo. Christopher es Life Coach, dedicado a impartir sesiones de Life Coach, Coach Ejecutivo y Empresarial. Es ferviente seguidor de las filosofías para el desarrollo, crecimiento personal y espiritual del ser humano, así como todo lo relacionado con la inteligencia emocional, autoayuda, meditación, metafísica, alimentación, ejercicio, programación neurolingüística,  aplicación mental, kabbalah y yoga. Actualmente escribe su primer libro, una guía para el bienestar emocional, físico y espiritual.

Foto: Hipster / Shutterstock

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