El pintor holandés Vincent van Gogh (1853-1890), en las fases agudas de su locura, solo podía conciliar el sueño si rociaba el colchón y la almohada con alcanfor.
Más y mejor conocido es que Van Gogh intentó matar, en un acceso de locura, a su amigo y colega Paul Gauguin. Arrepentido de su acción, se autolesionó, cortándose parcialmente una oreja.
Aunque sus crisis de demencia se debieron, al parecer, a un problema de tipo genético, también contribuyó a ellas su escaso éxito artístico. Según todas las pruebas aportadas por sus biógrafos, de los 879 cuadros que se ha calculado que pintó en total, Van Gogh solo vendió un cuadro en vida: ‘La viña roja’.
Por Ángel Daniel Fernández @andafero
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