Los norteamericanos, aficionados a la búsqueda de patrones, han construido una numerosa lista de coincidencias entre las respectivas biografías de los presidentes Abraham Lincoln (1809-1865) y John Fitzgerald Kennedy (1917-1963).
Para empezar, la lista señala que a ambos los eligieron congresistas en 1847 y 1947 respectivamente, (aunque, cabe mencionar, Kennedy ganó las reelecciones posteriormente y Lincoln ni siquiera se postuló en las siguientes elecciones) y designados presidentes en 1860 y 1960. Se dice que los dos medían 1,83 metros de estatura y, efectivamente, sus apellidos tienen siete letras.
En la famosa lista también se afirma que sus secretarios, apellidados, respectivamente, Kennedy y Lincoln, les aconsejaron no ir a los lugares donde a ambos los asesinaron. No obstante, según el periódico El País y otras fuentes relevantes, esta afirmación no es del todo certera. No hay constancia de que Lincoln tuviera un secretario de apellido Kennedy. Tampoco hay de que la secretaria de Kennedy, Evelyn Lincoln, le aconsejara no asistir.
Los dos magnicidios ocurrieron un viernes, y ambos estadistas recibieron balazos en la cabeza, disparados desde atrás y en presencia de sus mujeres.
También se señala que el asesino de Lincoln, Booth, disparó sobre él en el teatro Ford y se escondió en un almacén. El de Kennedy, Oswald, le disparó cuando viajaba en un automóvil de la marca Ford (modelo Lincoln), desde un almacén.
Los nombres completos de los magnicidas están compuestos por quince letras en cada caso (Lee Harvey Oswald, asesino de John Kennedy, y John Wilkes Booth, asesino de Abraham Lincoln). Ambos asesinos nacieron en el sur de Estados Unidos y murieron de manera violenta sin ser condenados.
A los dos presidentes los sucedieron funcionarios que compartían apellido: los vicepresidentes Andrew y Lyndon Johnson, senadores, demócratas sureños, nacidos en 1808 y 1908 respectivamente.
Con información de: El país / Datos freak / Wikipedia.
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