Mucho sabemos de la locura que impera en Corea del Norte, Kim Jong Il está más cerca de ser un personaje de South Park que de ser el dirigente de un país… en fin, resulta que su padre Kim Il Jong, no era muy distinto.
En 1976, durante el auge de la Guerra Fría, las relaciones entre las dos Coreas se encontraba en el sótano, la frontera entre ambas era un verdadero barril de pólvora.
Todas las semanas surgían problemas entre los 2 puestos fronterizos (norte y sur), y ahí, a medio camino entre ambos, se encontraba un solitario árbol que bloqueaba la visión directa entre un lado y el otro.
Para evitar malos entendidos, Corea del Sur decidió podar el arbol, y así establecer contacto visual directo entre los destacamentos. El resultado, como era de esperase, fue que Corea del Norte atacó al grupo de soldados que se encontraba en la misión de jardinería táctica y dos militares estadounidenses perdieron la vida en el ataque.
De haber actuado según el libro, Estados Unidos tenía claras razones para iniciar lo que pudo haber sido una guerra mundial, en cambio trazaron un plan para vengarse del verdadero culpable: el árbol.
Un total de 813 efectivos fueron desplegados en la frontera, incluyendo 27 helicópteros, 2 bombarderos B-52 y un destacamento de especilistas en artes marciales (pensándolo bien, esto parece una película de Steven Seagal). Los 813 “jardineros tácticos” atacaron al pobre árbol frente a la vista de los efectivos de Corea del Norte, luego construyeron un monumento a sus camaradas caídos y se devolvieron.
El resultado: Kim Il Jong, quien inicialmente había declarado que la muerte de los estadounidenses era culpa de ellos mismos por provocar la ira de Corea del Norte, emitió un comunicado el mismo día en que fue cortado el «maligno árbol», disculpándose por el altercado, así mismo, acordó demarcar una linea fronteriza más clara para evitar futuros traspies.
Un árbol que sin duda dio su vida por el bien la humanidad… espera pronto otra entrega de leer para creer.
@elchevequebb
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