Considerada una de las obras más importantes dentro del pop art, ‘Latas de sopa Campbell’, también conocida como «Campbell’s Soup Cans», consiste en 32 lienzos elaborados a partir de la serigrafía, llevados a cabo por el artista estadounidense Andy Warhol, en 1962.
Andy Warhol, un artista subversivo
Para 1960, Nueva York ya se había constituido como el nuevo epicentro de la cultura occidental. No obstante, y en contraposición con las tendencias artísticas y filosóficas del expresionismo abstracto -corriente dominante desde hacía un par de décadas, gracias a Jackson Pollock-, existía, en el panorama intelectual, una necesidad por ver representada a la naciente cultura pop, que se gestaba simultáneamente a la emergente sociedad de consumo del siglo XX.
Andy Warhol, consciente de ello, no solo se transformó en uno de los ilustradores más ambiciosos de su época, sino en uno de los pioneros del pop art, movimiento artístico que no solo reestablecería las bases del arte, tal y como se le conocía, sino que haría de este un producto más, listo para venderse en serie.
“Un artista es alguien que produce cosas que la gente no necesita tener pero que él, por alguna razón, piensa que sería buena idea darles” – Andy Warhol.
Con el transcurrir del tiempo, el artista original de Pittsburgh consolidó la conceptualización de productos de consumo, convirtiéndose no solo en el artista norteamericano con mayor renombre de su época, sino el más cotizado. Entre los icónicos personajes que formarían parte de la trayectoria de Warhol, se encuentran: Marilyn Monroe, Elvis Presley, Jackie Kennedy, Elizabeth Taylor, e incluso, él mismo.
¿Por qué latas de sopa?
«Si tomas una lata de sopa Campbell y la repites cincuenta veces, no estás interesado en la imagen retiniana. Lo que te interesa es el concepto que te conduce a poner cincuenta latas de sopa Campbell en un lienzo» – Marchel Duchamp, pionero del movimiento dadaísta.
De acuerdo con distintas fuentes, entre ellos Ted Carey -uno de los asistentes comerciales de Warhol, a finales de la década de los 50-, la idea de llevar a cabo una obra fundamentada en la presencia de un objeto tan simple y cotidiano como latas de sopa radica, precisamente, en una conversación que el artista habría mantenido con Muriel Latow, dueña de la Galería de Arte Latow, en el Upper East Side de Manhattan. En esta charla casual, Latow sostendría que, como ilustrador, Warhol debía pintar «algo que viese todos los días y que todos reconocerían».
Entonces… ¿Se trata de una sátira al capitalismo estadounidense?
Como un motivo de controversia ante la comunidad artística neoyorquina, la obra formó parte de la primera exposición individual de Andy Warhol, inaugurada el 9 de julio de 1962, en la Galería Ferus de Los Ángeles. Los 32 lienzos, cada uno de 40,6 cm de ancho y 50,8 cm de alto, fueron realizados por medio de un proceso semimecanizado de serigrafía, y ubicados uno junto a otro en una sola hilera, de modo que el espectador contemplase cada una de las latas y los nombres de sus distintos sabores, como si de una visita al supermercado se tratara.
A pesar de que la obra contuvo una fuerte interpretación que la ubicaba como una sátira subversiva -e incluso marxista- hacia el capitalismo que caracterizaba a la cultura norteamericana de la época, la verdad es que Warhol simplemente evocó de su realidad un producto que disfrutaba, y que dentro de su sistema de creencias, correspondía a un ícono estético que definía su estilo de vida.
El apoyo de esta obra no solo permitió a Warhol alcanzar una alta popularidad para la época, sino que condujo al pop art a instalarse como una nueva corriente artística de trascendencia.
Con información de: Historia-Arte! / Warhol Stars / WikiArt / Foto: Shutterstock
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