A los historiadores de arte se les dificulta responder esta pregunta. Algunos especialistas afirman que la Mona Lisa no tiene cejas porque la depilación facial era una moda de la época o porque fue la representación que Da Vinci hizo de la modelo.
«Hay quienes piensan que puede haber sido moda entre la aristocracia y otros creen que las cejas se le cayeron en una restauración mal hecha», afirma el pintor, escultor y grabadista mexicano Felipe Ehrenberg quien, de acuerdo con el diario Cultura.UNAM, es considerado “el padre del arte conceptual en México”. En realidad, asegura Ehrenberg, se trata de “una pregunta sin respuesta”.
Hay una hipótesis que afirma que la Mona Lisa no tiene cejas porque en siglos pasados se le practicó una restauración muy agresiva al cuadro, en la que se habrían eliminado los trazos pintados; esta idea se fundamenta en las palabras que Giorgio Vasari escribió en el siglo XVI, en Las vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos desde Cimabue a nuestros días; en él, asegura que en las cejas de esta obra “se apreciaba el modo en que los pelos surgen de la carne, más o menos abundantes y girados según los poros de la piel; no podían ser más reales”.
Con información de Quo.mx
--
--