Los países deben mantener un número estable de pruebas para de verdad medir si los contagios están disminuyendo y tomar la decisión de levantar las medidas de confinamiento. No hacerlo, causará un daño aún mayor en la economía y la vida de las personas con la aparición de una “segunda oleada” de casos, advierten los expertos de la agencia de salud de la ONU.
Casos de COVID-19, así como muertes, no se están reportando en muchos países de América Latina debido a la baja capacidad de hacer pruebas, advirtió la Organización Mundial de la Salud este lunes.
“La pandemia está lejos de terminar. La Organización Mundial de la Salud sigue preocupada por las tendencias crecientes en África, Europa del Este, América Latina y algunos países asiáticos”, dijo el doctor Tedros.
El director afirmó que en todas estas regiones hay poca capacidad de hacer pruebas, y que la Organización continúa intentando ampliarla con suministros y asistencia técnica a las oficinas regionales.
La pandemia está lejos de terminar.
“A nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud ha enviado millones de artículos de equipo de protección personal a 105 países y suministros de laboratorio a más de 127 países. Enviaremos muchos millones más en las próximas semanas, y nos estamos preparando agresivamente”, informó Tedros.
El director de emergencias de la Organización, Mike Ryan, advirtió que, si los países reducen las pruebas, el número de casos reportados se reducirá, pero no se trata de un cálculo fiable.
“Si se mantiene un número estable de test diarios, podemos de verdad medir qué tanto aumentan los casos, y si de verdad está disminuyendo la trayectoria de contagios”, aseguró Ryan.
El peligro de una segunda oleada de contagios
El experto recordó que, si no se hace esto, y se levantan las medidas de confinamiento por el aparente cálculo de reducción de casos, los países pueden encontrarse en una situación en la que tengan que reanudar los bloqueos, y esto tendrá un impacto aún mayor en los medios de vida de las personas.
La decisión de reabrir tampoco puede basarse solo en la disminución de contagios y muertes, sino también en la preparación del sistema sanitario, las escuelas, lugares de trabajo.
La Organización reconoce que no hay respuestas fáciles, que los Gobiernos se enfrentan a decisiones muy difíciles basándose en el contexto de cada país.
“Queremos que vayan paso a paso, basándose en los datos y que se puedan moverse sin interrupciones hacia una nueva normalidad, una nueva forma de vivir que permita proteger vidas y recuperar la forma de ganarnos la vida, pero, a la misma vez, no pueden hacerlo tan rápido que reboten los casos, haya que hacer nuevos confinamientos y se haga más daños a esas vidas y sustentos que los Gobiernos están intentando proteger”, dijo Ryan.
Mientras las medidas de confinamiento en Europa se alivian por la disminución de la cantidad de casos nuevos, el director de la OMS, Tedros Adhanom Gebreyesus, instó de nuevo a los países a encontrar, aislar, probar y tratar todos los casos de COVID-19 así como rastrear cada contacto, para lograr que estas tendencias continúen.
“Que haya una segunda oleada de contagios de coronavirus está en nuestras manos y podemos evitarlo con una buena estrategia de salud pública», aseguró el director.
Aún falta investigar la inmunidad
La doctora María VanKerkhove insistió en que es importante seguir vigilantes y detectar posibles nuevos casos “muy muy rápido”, porque los primeros estudios muestran que una gran mayoría de la población sigue siendo susceptible y porque aún no se ha estudiado si las personas que se han infectado y desarrollado anticuerpos son inmunes a una segunda infección.
“Esperamos que los que se han infectado desarrollen una respuesta que les da cierta protección. Lo que no sabemos qué tan fuerte es esa protección, si ocurre a todos los infectados y cuánto dura. Hoy, a cuatro meses de esta pandemia, no podemos decir que una respuesta de anticuerpos significa que eres inmune”
Con información de ONU noticias / Imagen: Shutterstock
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