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Joyas malditas: El Diamante Hope

Joyas malditas: El Diamante Hope

¿Terribles casualidades o una maldición? Como si se tratara de una película de terror de bajo presupuesto, la historia del diamante Hope, es tan increíble como terrible.

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La leyenda cuenta, que el impresionante diamante de color azul y de 115 quilates, fue robado de un templo en la India, del ojo de un ídolo esculpido en honor a la diosa hindú Sītā, esposa del dios y avatar Rāma.

Fue adquirido por primera vez por el comerciante francés, Jean-Baptiste Tavernier, entre los años 1660 y 1661. Tavernier, se lo vendió al rey Luis XIV de Francia, quien lo mandó a cortar quedando de 67 quilates, pasó a ser conocido como el «Diamante Azul de la Corona», y fue parte del tesoro real hasta 1773.

La maldición del French Blue

Tavernier, después de vender el diamante, cayó en quiebra y huyó a Rusia pero nunca llegó. Fue encontrado su cuerpo, había muerto de frío y había sido devorado por alimañas.

Al parecer, Luís XIV guardó el diamante en un joyero.

Dos años después de la trágica muerte de Tavernier (1691), al efectuarse un inventario de los bienes de la corte francesa, el diamante volvió a aparecer y el soberano se lo prestó a Madame de Montespan, una de sus muchas amantes quién, poco tiempo después, caería en desgracia y moriría en la más absoluta de las miserias.

Cronología de desgracias

Jean-Baptiste Tavernier -1689

Murió congelado y su cuerpo fue devorado por alimañas en 1689.

Luis XIV -1715

En el año 1715, con motivo de la visita del embajador del sha de Persia, el rey de Francia le mostró el diamante, para que comprobara que el objeto no podía hacerle ningún mal. Luis XIV murió ese mismo año, de manera inesperada.

La Princesa de Lamballe-1772

A su llegada a la corona, el rey Luis XVI de Francia le regaló el diamante a María Antonieta de Austria, esta se la prestó a María Luisa, princesa de Lamballe. En 1772, la Princesa fue una de las víctimas de la Revolución Francesa, muriendo linchada.

Luís XVI /María Antonieta-1773

María Antonieta y su esposo murieron en la guillotina durante la Revolución Francesa.

Durante la Revolución Francesa, el diamante fue robado. Uno de los responsables, el cadete Guillot, lo llevó a la ciudad El Havre. Después, lo transportó a Londres con el fin de comercializarlo.

El diamante en la oscuridad

No existe un registro oficial de la ubicación ni de los propietarios del diamante azul durante las primeras décadas del siglo XIX.

La historia más aceptada es que un traficante de joyas llamado Daniel Eliason lo había vuelto a cortar y lo vendió al rey Jorge IV del Reino Unido.

Hay quien dice que la misma Catalina la Grande de Rusia llevaba puesta la joya en el momento de morir de una apoplejía.

Reaparece el diamante y continúan las desgracias.

En 1839, con la muerte del rico banquero y coleccionista de joyas, Henry Phillip Hope, el diamante reapareció oficialmente como parte su colección de gemas. A partir de este momento el Diamante Azul pasa a ser conocido como el Diamante Hope.

Los herederos del banquero, tuvieron una muy agria batalla legal por las joyas. Luego de 10 años de lucha en la corte, el Diamante Hope pasó a ser propiedad del sobrino mayor, Henry Thomas Hope.

Diamante Hope

En el año 2005, las investigaciones concluyeron que Eliason cortó el Diamante Azul, y que el Diamante Hope es parte de la joya real.

Más desgracias relacionadas a la maldición del diamante Hope

Familia Hope-1839-1901

Sucesivamente, la colección de gemas pasó a ser heredada por cada uno de los descendientes de la familia Hope. Cuando Henry murió, en el año 1862, su esposa Adele heredó las gemas.

Tras la muerte de ésta, en el año 1884, la herencia recayó en su hija, Henrietta, quien contrajo matrimonio con el duque Henry Pelham-Clinton.

Cuando ambos murieron, le tocó el turno a su hijo Henry Francis Pelham-Clinton Hope, quien recibió su herencia hasta el año 1887.

Francis Hope contrajo matrimonio con su amante, la actriz estadounidense May Yohe.

En el año 1896, Hope se declaró en quiebra y en 1901 vendió la gema. Yohe y él se divorciaron al año siguiente.

Adolph Weil y Simon Frankel

Un comerciante de joyas llamado Adolph Weil lo adquirió en 1901 y se lo revendió a otro comerciante norteamericano llamado Simon Frankel, hay muchas historias acerca de que Frankel al tener problemas financieros vendió la joya a Jacques Celot, un joyero francés, que vivió tan obsesionado con la belleza de la joya, que perdió la razón y acabó suicidándose.

Luego se dice que la joya fue adquirida por el príncipe ruso Iván Kanitoisski. Que después de regalársela a una de sus amantes parisinas, la mató de un disparo. Luego fue asesinado en manos de los revolucionarios rusos, siendo el diamante nuevamente adquirido por Frankel.

Otros dicen que Frankel simplemente la mantuvo en su caja fuerte hasta 1908, año en que cayó en graves problemas financieros y tuvo que venderlo, Frankel se refirió al diamante como «Diamante embrujado».

Abdul Hamid II-1908

Frankel le vendió el diamante a un joyero turco llamado Salomón o Selim Habib que lo adquirió para el sultán turco, Abdul Hamid II. Este a su vez se lo regaló a su esposa.

Hamid según se reporta asesinó a su esposa, Luego, en 1909 murió durante una revuelta militar en Turquía.

Simon Rosenau y Pierre Cartier

El sultán poco antes de su muerte vendió el diamante a un joyero parisino llamado Simon Rosenau, quien a su vez lo revendió al celebre Pierre Cartier.

En el año 1911, Cartier decidió comercializar la joya y venderla a la socialité estadounidense Evalyn Walsh McLean.

Familia McLean

Los McLean, también cayeron en la aparente mala suerte que acompaña al diamante:

En 1919, Vinson Walsh McLean, hijo primogenito de la pareja fue atropellado frente a la casa de la pareja y murió con sólo 9 años.

Edward Beale «Ned» McLean, esposo de Evalyn, huyó con otra mujer y luego de divorciarse, fue declarado demente e internado en un hospital psiquiatrico donde murió en 1941.

El Washington Post, propiedad de los McLean, se declaró en bancarrota en 1933.

Evalyn Washington McLean, hija de la pareja, murió en 1946 debido a una sobredosis de pastillas para dormir, tenía 27 años.

Uno de sus nietos Ronald, murió en Vietnam, víctima de fuego enemigo.

El descanso de la maldición

Luego de la muerte de Evalyn Walsh McLean en 1947, víctima de una neumonía, el diamante pasó a sus nietos, quienes lo vendieron al famoso joyero Harry Winston quien, aunque siempre negó que existiera una maldición en torno a la joya, lo donó al Museo Nacional de Historia Natural de la Institución Smithsoniana 1958, enviándolo en un sobre de papel de estraza, por medio del servicio postal nacional.

En la actualidad el Diamante Hope y desde el año 1958, es una de las joyas más visitadas en el museo.

Se encuentra valorado en 250.000.000 de dólares américanos.

Con información de Playbuzz

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