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Horrores Humanos: 10 recientes y escalofriantes casos de sacrificios humanos

Horrores Humanos: 10 recientes y escalofriantes casos de sacrificios humanos

El sacrificio humano es visto generalmente como una práctica sádica e inhumana de antiguas culturas basada en ancestrales supersticiones. La mayoría estamos seguros de que es una práctica erradicada desde hace siglos y completamente extinguida. Por desgracia, eso no es exactamente así.

Incluso en la actualidad existen casos de sacrificios humanos. Aunque afortunadamente no es algo habitual, algunas personas son asesinadas hoy en día, a veces brutalmente, para apaciguar a espíritus y recibir favores entidades sobrenaturales.

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Estos son algunos de los casos más recientes de sacrificios humanos.

10.  Melissa Ann Meyer. 1988

Una fatídica mañana de 1988 iba a ser la última para Melissa Ann Meyer, de 19 años de edad. Días después, su cuerpo sería descubierto en un camping. No se encontraron ni su monedero, ni la cartera, ni sus joyas.
Los asesinos fueron Jason Wayne Rose, de 21 años de edad, y John Ray Jones, de 17 años. No se sabe a ciencia cierta cómo se relacionó Melissa con sus asesinos. Sin embargo, por alguna razón, los acompañó al camping arbolado donde se alojaban. Cuando los investigadores registraron la casa remolque de Jason y John, encontraron varios elementos ocultos, incluyendo un libro de hechizos con instrucciones sobre la forma de comunicarse con los muertos.
Durante la investigación, se descubrió que tanto Rose como Jones estaban interesados en el ocultismo. Melissa Ann muy probablemente fue asesinada en un ritual de sacrificio humano. En primer lugar, la chica recibió un golpe en la cabeza con un machete para ahogarla posteriormente. Los asesinos de Melissa despojaron su cuerpo sin vida de cualquier posesión valiosa que tuviera. La policía descubrió rápidamente a los asesinos y fueron declarados culpables de asesinato y robo.

9. Theresa Simmons. 1988

Una mañana de 1988 una patrulla policial de Louisiana vio una camioneta sospechosa. El coche se detuvo. Dentro había tres adolescentes: Terry Belcher, Robert McIntyre, y Malisa Earnest. Belcher, que conducía, dijo a los policías que estaban de vacaciones, pero la policía no les creyó. La patrulla verificó los registros y descubrieron que la camioneta había sido denunciada como robada. El trío fue encarcelado.
Unas horas más tarde, una chica acusada de un delito menor era liberada de esa misma cárcel. Llamó al funcionario de presiones y le contó una historia horrible. Earnest era su compañera de celda y había compartido con ella los detalles de un asesinato mientras estuvieron entre rejas. Según Malisa, ella y otra chica adolescente hacían autostop cuando fueron recogidas por Belcher y McIntyre. Luego se dirigieron a una granja remota, donde fumaron marihuana y escucharon heavy metal. Sin embargo los acontecimientos tomaron un giro desagradable que llevaron a que la compañera de Malisa acabara siendo sacrificado a Satanás.
La policía tomó en serio esta historia. Se descubrió que Malisa, de 17 años de edad, Teresa Simmons, y otras dos chicas se habían escapado recientemente de un hogar para menores con problemas. Las otras dos chicas volvieron pronto. Earnest y Simmons, sin embargo, no lo hicieron. En algún momento, Theresa llamó a un amigo y le dijo que no confiaba en Belcher y McIntyre, y que planeaba regresar en unos días. Algo que no sucedió.
La investigación reveló que la historia de Malisa no estaba muy lejos de la verdad. Los cuatro, efectivamente, pasaron la noche compartiendo drogas y escuchando heavy metal. Entonces ellos comenzaron a orar a Satanás y, finalmente, decidieron sacrificar a Theresa. Los tres la estrangularon por turnos con un cordón del zapato de Simmons. Luego enterraron el cuerpo.
Además, resultó que Belcher era un ferviente adorador de Satanás. Confesó que sacrificaba animales a Satanás, bebía su sangre y devoraba sus ojos y vísceras. Posteriormente, él y McIntyre fueron condenados a cadena perpetua, mientras que Earnest, como cómplice, solo fue condenada a tres años de cárcel.

8.  Elyse Pahler. 1995

En 1996, ocho meses después de su desaparición, el cadáver de Elyse Pahler, 15 años de edad, fue encontrado en un bosque de eucaliptos no muy lejos de su casa. Estaba medio desnuda sobre una estrella de cinco puntas. Los policías fueron llevados allí por, Royce Casey, de 16 años de edad, uno de los asesinos de Elyse. Primero confesó el crimen a un sacerdote y luego a la policía.
Casey y sus dos cómplices, Joseph Fiorella, de 14 años de edad, y Jacob DeLashmutt, 16 años, habían planeado matar a Elyse Pahler durante meses. El trío idolatraba a Slayer, una popular banda conocida por sus letras misóginas con mención de prácticas satánicas y sacrificios humanos. (DeLashmutt más tarde negó que la música de Slayer tuviera ninguna influencia sobre sus acciones.) Los muchachos creían que tenían que sacrificar a una virgen a Satanás. El trío incluso pensó que esto les traería la gloria.
Un día, los adolescentes cruzaron la frontera entre los planes malvados y las acciones sádicas. Llevaron a Elyse a la arboleda. La chica pensó que iban a fumar marihuana. No era más que una mentira utilizada por los asesinos para atraer a la chica hacia su trampa. Casey, Fiorella, y DeLashmutt ahogaron a Elyse con un cinturón y la apuñalaron con un cuchillo de caza, y, finalmente, pisotearon el cuello con sus pies. Eso, sin embargo, no fue suficiente para el trío. Después, los jóvenes asesinos violaron el cadáver de Elyse.
Los adolescentes aprendices de Satanás fueron juzgados y recibieron largas penas de prisión.


7.  
‘Adán’. 2001

Un día ordinario de septiembre en Londres, algo fue visto flotando en el Támesis. Era el torso mutilado de un niño pequeño vestido con unos pantalones cortos de color naranja. Al cuerpo le faltaba la cabeza, las piernas y los brazos. Su sangre había sido completamente drenada. A pesar del enorme esfuerzo que las autoridades hicieron para la resolución del caso, los intentos por encontrar a sus asesinos fueron infructuosos. Incluso la identificación de la propia víctima resultó ser una tarea difícil, por lo que siempre se han referido al niño como simplemente «Adán». Sin embargo, la investigación reveló pronto algunos aterradores detalles sobre el asesinato del niño.
El examen del cuerpo ayudó a determinar que Adán vino de África occidental, probablemente Nigeria, y que residía en el Reino Unido desde solo unos pocos días antes de su muerte. Tenía cinco años de edad. Durante el último día de su vida, Adam no había recibido ningún alimento.
Cortaron la garganta de Adán. Se cree que sus asesinos pudieron beber su sangre en la misma calavera de Adán. ¿El motivo? Pues bien, los investigadores creen que los asesinos, posiblemente una banda de traficantes de personas, creían que el sacrificio humano les traería buena suerte. Con los años, la policía logró colocar en su sitio muchas piezas de este rompecabezas e incluso encontraron una mujer relacionada con Adán. Sus asesinos, sin embargo, todavía siguen en libertad.



6.  Monu Kumar. 2003

Madan y Murti Simaru podrían haberse convertido en los afortunados padres de una niña. Sin embargo, vivían en la India, una sociedad predominantemente centrada en lo masculino, donde un hijo es mucho más valorado que una hija. Por lo tanto, la Simaru quería tener un niño. Estaban desesperados. La naturaleza les había fallado. Los dos decidieron consultar a un brujo, una forma habitual de resolver los problemas entre los analfabetos y los pobres de la India.
El brujo indicó a Madan y Murti una solución que hiela la sangre, un sacrificio humano. Murti, con la ayuda de su hermano Popin, raptaron a Monu Kumar, un niño de seis años de edad, hijo de sus vecinos. Tras el rapto, la mujer y su marido llevaron al niño a la orilla de un canal de riego. Allí mutilaron y asesinaron al niño en un ritual de fertilidad. El sacrificio terminó cuando la pareja se lavó con la sangre de su víctima.
Más tarde, los Simaru fueron detenidos, junto con dos de sus familiares y el brujo que les aconsejó sacrificar un niño. Aunque no sabemos el castigo que se les aplicó, suponemos que Madan y Murti no tuvieron la oportunidad de probar la eficacia del sacrificio y de concebir un hijo.


5. Aakash Singh. 2006

Sumitra Bushan, una mujer de mediana edad de la remota aldea india de Barha, era una mujer aparentemente normal, pero con mala suerte. El marido de Sumitra la había dejado hacía mucho tiempo. Estaba muy endeudada y sus dos hijos eran perezosos y holgazanes y no hacían nada por aliviar la vida de su madre.

Las cosas no mejoran. De hecho, se pusieron peor. Toda la familia comenzó a tener pesadillas y visiones horripilantes de la diosa Kali. La causa era obvia para Sumitra: una maldición. Consultó a un sacerdote tántrico itinerante que pasaba por la aldea de vez en cuando. Le dijo a Sumitra que tenía que matar un pollo en la entrada de su casa y ofrecer el cadáver y la sangre a la diosa. La mujer obedeció.

Al parecer, eso no fue suficiente para Kali. Las pesadillas continuaron y pronto se pusieron peor. Sumitra visitó de nuevo al sacerdote. En esta ocasión se le ocurrió una sugerencia más radical. Le dijo que era necesario otro sacrificio. Éste tenía que ser un niño de la aldea de Sumitra. Una vez más, la dama no puso en duda la solución propuesta. Una noche ella y sus hijos se colaron en casa de sus vecinos y secuestraron a un niño de tres años de edad, Aakash Singh. Llevaron al niño a su casa, donde se llevó a cabo la ceremonia de sacrificio. Sumitra y sus hijos recitaron un mantra, ondearon incienso y ungieron con diversos aceites perfumados el cuerpo de Aakash. Entonces los hombres sacaron un cuchillo y le cortaron en rodajas la nariz, las orejas y las manos, y pusieron todos estos trozos de carne, aun sangrando, delante de la imagen de Kali.

A la mañana siguiente, Sumitra mintió a los habitantes del pueblo, diciendo que había encontrado el cuerpo mutilado de Aakash cerca de su casa. Los habitantes del pueblo, sin embargo, no la creyeron. La turba atacó a sus hijos. Uno de ellos confesó, gritando que él había matado al niño por el bien de su madre. La muerte de Aakash no puso fin a los problemas de Sumitra. Tanto la madre como sus hijos fueron encarcelados. El sacerdote tántrico que dio el terrible consejo de matar al niño no fue encontrado.

4. Un hombre desconocido de Bangladesh. 2010

¿Qué puede hacer si su negocio no va bien? Obviamente, busca la manera de solucionarlo. Eso es lo que cuatro empresarios Bangladesh hicieron. Su solución, sin embargo, fue muy poco ortodoxa y bastante horripilante.

Al norte de Bangladesh, los propietarios no identificados de una fábrica de ladrillos estaban disgustados. Querían ladrillos rojos, ya que ese tipo de ladrillo se valora mucho en las zonas rurales de Bangladesh. El color rojo es visto como señal de que los ladrillos han sido cocidos adecuadamente. Sin embargo, a pesar del cuidado que llevaban, los ladrillos no eran rojos.

Consultaron a un adivino, el cual les aconsejó sacrificar a un ser humano para garantizar el color deseado. Los propietarios de la fábrica de ladrillos pasaron a la acción. Le dijeron a cuatro trabajadores de la fábrica que tenían que realizar un sacrificio humano. Un albañil de 26 años de edad fue decapitado y su cabeza fue quemada en un horno . Posteriormente, los cuatro asesinos fueron detenidos. La policía sigue buscando a los propietarios de la fábrica de ladrillos y al adivino.


3.  
Amelia Espinoza. 2011

Si tuviéramos que hacer una lista de los cultos y religiones asociados con sacrificios humanos modernos, el satanismo estaría sin duda en la parte superior. Los adoradores de Satán están especialmente atraídos por los asesinatos rituales. Uno de estos casos es el asesinato de una mujer de 42 años de edad residente en California, Amelia Espinoza.
El asesino fue su propio hijo , de 18 años de edad, trabajador de una fábrica, Moises Meraz Espinoza. Se especuló que Moises podía estar angustiado por la muerte de su novia en un accidente de coche, lo que podía haberle llevado a cometer tan horrible asesinato. Otras informaciones dicen que el adolescente tenía una relación tensa con su madre, quien no aprobaba sus oscuros gustos musicales, entre otras cosas. El fiscal, sin embargo, afirmó que el asesinato fue motivado por pura maldad y por las firmes creencias satánicas de Moisés.
Independientemente de los motivos, sabemos cómo terminó todo. Meraz Espinoza estranguló a Amelia y luego mutilaron su cuerpo sin vida. Moisés le arrancó la piel a su madre muerta, le quitó los órganos, y le cortó el cuerpo en pedazos con una sierra circular. Rebanadas de piel y carne fueron encontradas apiladas en un congelador. La cabeza de Amelia, que fue encontrado en una mochila, recibió un tratamiento especial. Tenía todos los dientes arrancados, le habían sacado los ojos, y dos cruces invertidas fueron talladas en el hueso. Los investigadores encontraron una biblia satánica con un capítulo marcado sobre el sacrificio humano. Por otra parte, la fecha de la horrible muerte de Amelia era el mismo día prescrito para el sacrificio humano o animal en el calendario satánico.
Después del asesinato, Moisés se dirigió a su primo y le pidió que le ayudara a deshacerse del cuerpo, pero convenció al adolescente para que se entregara a la policía. Finalmente, Meraz-Espinoza fue condenado por asesinato en primer grado y condenado a 25 años de prisión. «No sé si servirá para cambiar su vida, pero usted tendrá mucho tiempo para pensar en ello», le dijo el juez al joven practicante de los ritos satánicos.




2.  Lalita Tati. 2011

El 21 de octubre de 2011 Lalita Tati, de siete años de edad, estaba feliz viendo la televisión en casa de su vecino en una aldea remota de Jailwara, India. Estos fueron los últimos minutos felices de su corta vida. Poco después, fue secuestrada . Una semana más tarde, el cuerpo mutilado de Lalita fue encontrado por sus angustiados padres.
En un primer momento, la policía creía que la pobre niña podía haber sido violada antes de asesinarla. Su padre fue detenido y la policía intentó mediante tortura que confesara que había asesinado a su propia hija. Sin embargo, algún tiempo después, dos pobres campesinos analfabetos fueron detenidos por el crimen .
Resultó que la niña fue sacrificada para asegurar una mejor cosecha. Su garganta fue cortada, y su hígado se troceó y se ofreció a una diosa. Según la policía, se encontró dinero cerca del cuerpo, lo que indicaba que se trataba de un sacrificio. Los hombres arrestados finalmente admitieron haber asesinado a Lalita y pueden ser condenados a la pena de muerte.

1. Praveen de Chhattisgarh, India. 2012

Como ya hemos visto en esta lista, el que los tántricos participen en sacrificios humanos no es algo habitual. Dilip Rathia, sin embargo, es una excepción.
Dilip era un tántrico que quería conseguir poderes divinos o, según otras fuentes, atraer la buena suerte. Una deidad se le apareció en sueños y le ofreció un trato:. Dilip tenía que decapitar un niño si quería cumplir sus deseos, algo que el tántrico cumplió. En el año 2012 mató a Praveen, un niño de 11 años de edad, que vivía en el mismo pueblo indio de Barpali. Dilip decapitado al chico y le ofreció su cabeza a la deidad.
Al parecer, la criatura sobrenatural no cumplió su parte del trato. La policía encontró el esqueleto de Praveen. Después del macabro descubrimiento se juntaron las piezas del rompecabezas. La policia entró en casa de Rathia y recuperó la cabeza del infortunado niño. El tántrico no tuvo más remedio que confesar. Posteriormente fue condenado a muerte.
Espera pronto una nueva entrega con otro de los @HorroresHumanos, que nunca deben ser olvidados, para así jamás ser repetidos.

Fuente: Husmeandoporlared

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