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La Navidad nazi: La historia de cómo “nazificaron” la tradición eliminando a Jesús

La Navidad nazi: La historia de cómo “nazificaron” la tradición eliminando a Jesús

Los ideales nazis estaban más que claros, el ‘Führer’ no podía permitir que su pueblo celebrara el supuesto nacimiento de un mesías judío. Al ver imposible erradicar por completo la tradición, decidió transformarla a su manera ¿Cómo era la Navidad nazi? Aquí te contamos todo.

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Nada podía interferir con los ideales nazis ¿Cómo hacer con la Navidad?

La Navidad es una de las tradiciones más famosas del mundo, pero tiene un origen que va en contra totalmente de los ideales de Adolf Hitler. Jesús era un niño judio ¿cómo iba a permitir que su pueblo celebrara el nacimiento de un enemigo? Junto a su equipo de propaganda decidió transformar la Navidad y hacerla menos “cristiana”.

Friedrich Rehm, uno de los principales voceros de la propaganda nazi, insistía que el pueblo alemán no podía celebrar algo tan “pagano” como el nacimiento de un «supuesto mesías”. Las siguientes palabras se le atribuyen:

“No podemos aceptar que un árbol de Navidad alemán tenga algo que ver con una cuna en un pesebre en Belén. Es inconcebible para nosotros que la Navidad y todo su profundo contenido espiritual sea el producto de una religión oriental”.

¿Una Navidad sin Jesucristo? Eso quiso Hitler

La Navidad -que en latín significa nacimiento- celebra la natividad de Jesucristo en Belén ¿cómo se podría celebrar esta fecha eliminando al protagonista? Sencillo, Hitler junto a su equipo de propaganda inició una revolución mediática en la que se fueron transformando las tradiciones navideñas, adaptándolas más al estilo nazi.

Se comenzó a promocionar la versión de que la Navidad era en realidad la celebración del solsticio de invierno, las canciones navideñas que involucraban a Jesucristo fueron modificadas con mesajes genéricos de la época -haciendo saludos al invierno, por ejemplo-.

Las galletas en forma de hombrecitos pasaron a tener forma de esvásticas:

Los moldes para las galletas se obsequiaban en las calles, junto a un pequeño libro de recetas que transformaban las comidas navideñas tradicionales en novedosas creaciones de pan, libres de cerezas y azúcar, para adaptarlas a las limitaciones alimentarias que se tenían en la guerra.

¿Y las guirnaldas y adornos navideños para los árboles?

Pasaron a transformarse en armas de guerra de color plata con brillantes (granadas, pistolas, tanques). Esta idea se la robó de la Primera Guerra Mundial, en la que se popularizaron estos adornos.

Entonces, ¿qué era la Navidad para los nazis?

Para transformar totalmente el concepto de la Navidad, comenzaron a decir que no tenía absolutamente nada que ver con el nacimiento de Jesucristo, sino que celebraba el solsticio del invierno y el “renacimiento del sol”.

La justificación para la esvástica era un símbolo antiguo del sol y que Santa Claus era una versión cristianizada de el dios germano Odin, el principal de la mitología nórdica. 

¡Tenían hasta un manual!: Cómo celebrar correctamente la Navidad nazi

En la ciudad de Dresde, encontraron un folleto publicado en noviembre de 1937 con 20 páginas de instrucciones detalladas para las celebraciones navideñas. Desde la decoración de los árboles -con una esvástica en lugar de la estrella- hasta las letras de los villancicos modificadas para alabar a los líderes germanos y los dioses nórdicos.

¿La parte que más les perturbaba?: Las estrellas

“Si eran de 6 puntas representaba a los judíos, y las de 5 a los soviéticos, así que tenían que irse” explica Judith Breuer, una colaboradora del diario Spieger quien colecciona objetos de la “Navidad nazi”.

¿Lograron cancelar la Navidad? ¿Qué opinaba la Iglesia?

La tradición navideña fue difícil de romper, incluso entre los militares nazis – Imagen: Wikipedia.-

No. Si bien las campañas propagandísticas fueron muy fuertes, la tradición fue imposible de romper. El ideal de Hilter de transformar la celebración del nacimiento del Mesías cristiano, en una fiesta patriótica que venerara los esfuerzos del ejército alemán fue un fracaso.

¿Y la Iglesia? Siendo una fiesta primordialmente cristiana, lo más lógico hubiera sido que se pronunciaran en contra de las medidas del Führer, pero no fue así. Judith Breuer, una colaboradora del diario alemán Spieger, lo explicó así:

“Seguramente esperabas que iniciaran protestas ruidosas y que insistieran en que la Navidad es un festival cristiano, pero se mantuvieron en silencio, absorbidos por el miedo”.

Pero hubo quienes sin miedo mostraron su inconformidad, fue el caso del Grupo Nacional Socialista de Mujeres, que reportaron que las propagandas causaban incomodidad y tensión en los hogares.

Así que pese a sus intentos, Adolf Hilter no pudo destruir la Navidad.

Con información de: Playbuzz / DailyMail / Independent / TIME / History

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