En 2016 la cantante ucraniana Jamala ganó el Vidbir, un concurso que elige que canción representará a Ucrania en Eurovisión; pero, lo que realmente hizo eco es que el tema relataba un terrible genocidio poco conocido del que su bisabuela fue víctima… Escucha «1944»…
Jamala ya había intentado representar a su país en Eurovisión en 2011, obteniendo el segundo lugar, con su tema «Smile», en el Vidbir; pero, en 2016, la cantante no estaba en ánimos de sonreír y llevó una profunda balada en inglés, con frases en un idioma túrquico. Fue en esta ocasión que efectivamente ganó la oportunidad de llevar la bandera ucraniana en Eurovisión… pero ¿de qué trata la canción?
Los tártaros de Crimea
Los tártaros de Crimea son un grupo étnico (y nación) de origen túrquico, de fe musulmana, nativos de la península de Crimea, región que primero fue de dominio ruso y luego ucraniano; no obstante, cuando ambos países formaban parte de la URSS, se cometió un terrible genocidio en su contra…
En 1944 en pleno apogeo de la Segunda Guerra Mundial, la URSS era comandada por el tirano comunista Iósif Stalin, quien alegó que los tártaros de Crimea eran “espías nazis” y los expulsó de la península de Crimea, hasta otros lugares de la URSS como Rusia, Uzbekistán o Kirguistán.
Los tártaros fueron deportados en masa a estas regiones en unos trenes atestados de personas, con condiciones paupérrimas, donde se facilitaba la propagación de enfermedades como el tifus. Se estima que en este proceso murieron entre 34 mil y 109 mil personas, contando tanto a las que murieron en los vagones como a las que perecieron posteriormente debido a la movilización.
Durante la Perestroika, los tártaros de Crimea pudieron regresar finalmente a su tierra.
Cabe destacar que esto se considera una burda excusa para las ambiciones territoriales del dictador soviético, ya que también se deportaron y asesinaron a otros grupos étnicos en la época, como los ingusetios y chechenos, entre otros, bajo la alegada asociación con los nazis.
En 2015 el Parlamento ucraniano catalogó lo sucedido de «genocidio», pero los tártaros, en su lengua, le dicen Sürgünlik (exilio).
Esta terrible anécdota histórica volvió a salir a flote cuando en 2014 Rusia anexó la península de Crimea (que ahora era parte de Ucrania), a través de un referéndum ilegal realizado en la región. Aunque la mayoría de la población es étnicamente rusa y votó a favor de la anexión, los tártaros de Crimea no estaban de acuerdo, debido a que se sentían sumamente inseguros de estar nuevamente en un territorio controlado por los rusos.
Pero, volviendo a la canción… ¿De qué trata la canción «1944»?
«1944»: “Los matan a todos y dicen que no son culpables”
«1944» se llama de esta manera porque ese fue el año en que la terrible matanza comenzó; asimismo, la razón por la que Jamala estaba tan profundamente conectada a los hechos es porque su propia bisabuela, una mujer tártara de Crimea al igual que ella, los vivió. Fue durante el desastre de los trenes que la mujer perdió a una de sus hijas entre la gente y no volvió a verla nunca, así que definitivamente Jamala, quien nació en Kirguistán debido al exilio, estaba contando su propia historia familiar.
El tema es una emotiva balada bastante explícita que te puede dar escalofríos desde su inicio, ya que comienza con la frase “cuando los extraños están viniendo, vienen a tu casa, los matan a todos y dicen que no son culpables”. Luego llega el coro, donde repite frases en tártaro de Crimea (idioma muy cercano al turco) como “no pude pasar mi juventud allí”. Hacia el final, acompañada de instrumentos tradicionales de la región, la artista vocaliza agudos melismas que simbolizan la desesperación de su bisabuela cuando aceptó que había perdido a su hija en el medio de la masacre, haciendo que el tema sea realmente impactante a la primera escucha…
Desde que ganó el Vidbir, la canción fue bastante polémica y polarizante, porque muchos consideraban que era un tema político, y cualquier referencia política en Eurovisión está prohibida, pero Jamala alegaba que era ella contando su propia historia y la de su bisabuela.
Por supuesto, la mayor parte de las acusaciones provino desde Rusia, por considerarla demasiado política. Además, –curiosamente- ese año enviaban el tema «You’re the Only One» interpretado por Sergey Lazarev a Eurovision, canción que era la gran favorita a ganar. Es importante destacar que Jamala y Sergey se conocían desde antes y tenían buenas relaciones, así que entre ellos no había una rivalidad exactamente.
Pero volviendo al tema, el hecho es que la amaran o la odiaran, todos estaban hablando de «1944».
Entonces… ¿qué pasó en Eurovisión?
La noche de la gran final
En 2016 Eurovisión estaba siendo celebrado en Suecia ,y además de las canciones rusa y ucraniana, había otros favoritos como los temas de Francia, Australia o Armenia.
En cuanto al jurado, el concurso lo había ganado Australia , mientras que Ucrania había quedado en segundo lugar, pero faltaba la votación del público, el televoto. Ellos escogieron a Sergey Lazarev (el ruso) como el ganador, pero también habían elegido a Ucrania como la segunda canción, así que al sumar la votación del público más la del jurado, efectivamente Ucrania, representada por Jamala y su espectacular «1944», había ganado el festival más grande de Europa…
Después de la victoria, múltiples usuarios y medios alegaron que a la artista se le debía quitar el trofeo y que el concurso en sí había sido sumamente politizado en contra de Rusia, pero ya Jamala había obtenido el micrófono plateado.
En la presentación en vivo podemos ver que después de las notas altas simbolizando el desespero, se aprecia que atrás de Jamala crece un hermoso árbol dorado. Esto nos recuerda que, aunque la cantante se atrevió a contar la historia de un genocidio poco conocido y con ella ganar el importante festival, el mensaje de Jamala iba más allá: los tártaros de Crimea no fueron vencidos, así que seguirán de pie y creciendo, justo como un árbol echando raíces…
Con información de BBC / Wikipedia
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