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Entre monos y estrellas: La fantasía y oscuridad de Better Man

Entre monos y estrellas: La fantasía y oscuridad de Better Man

Better Man explora la vida de Robbie Williams con un enfoque visual audaz y emocional. Dirigida por Michael Gracey, combina fantasía, música y drama para retratar las luchas y triunfos del astro del pop. Aunque desafiante en taquilla, ofrece una experiencia única para los amantes de la música y el cine.

Si creciste en los años 90, probablemente amabas u odiabas a Robbie Williams, el astro del pop que saltó a la fama con la boy band Take That antes de emprender su carrera en solitario. En otros lugares, especialmente en Estados Unidos, tu nivel de familiaridad con él depende de cuánto te interese la música o la cultura británica. Sin embargo, independientemente de cuánto sepas sobre Williams, es seguro decir que Better Man te mantendrá enganchado desde el primer momento.

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Better Man es una explosión de color y música que narra la vida de Williams desde su infancia hasta sus luchas con la fama y la adicción. La segunda película del director Michael Gracey (The Greatest Showman) es una visión audaz con diversos grados de éxito. Es mucho más emocionante e inventiva que muchas biografías musicales, creando números musicales verdaderamente fantásticos y cinematográficos en lugar de meros momentos diegéticos que recrean las propias actuaciones del sujeto. Ashley Wallen, quien también coreografió The Greatest Showman, aporta su estilo preciso y energético a las coreografías (brilla especialmente en las secuencias de la boy band), ya sean grandes números grupales o un vals más romántico.

Gracey, quien comenzó en videos musicales, ha moderado su tendencia a los cortes rápidos, brindándonos en su lugar planos más amplios que realmente permiten apreciar la coreografía y la puesta en escena intrincada. Para ser justos, su tendencia anterior a los cortes rápidos ha sido un problema rampante en los musicales cinematográficos recientes, no una falla única de él. En Better Man, Gracey demuestra una clara evolución en su estilo visual, permitiendo que el espectador se sumerja en el mundo de Robbie Williams sin distracciones innecesarias.

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Una publicación compartida por Ruben Peralta Rigaud 🇩🇴 (@cocalecas)

Una de las decisiones más intrigantes de Better Man es la representación de Robbie Williams como un chimpancé antropomórfico mediante imágenes generadas por computadora (CGI). Esta elección creativa refleja la autopercepción de Williams como un «mono de espectáculo», una metáfora que él mismo ha utilizado para describir su vida en el centro de atención. El director Michael Gracey explicó que quería encontrar una forma creativa de contar la historia que honrara la manera en que Robbie se ve a sí mismo. En las grabaciones realizadas durante un año y medio, Williams mencionó repetidamente sentirse como un mono de espectáculo. Además, Robbie expresó que la edad a la que te haces famoso es la edad en la que dejas de evolucionar. Todo apuntaba al mono como símbolo. Gracey también quería explorar tanto la vida externa como interna de Williams, y la representación como un chimpancé permitía transitar fluidamente entre la realidad teatral y la fantasía pura, sumergiéndose en la mente de Robbie de manera visual y sin interrupciones.

Para dar vida a este concepto, el actor Jonno Davies interpretó al chimpancé mediante captura de movimiento, mientras que Williams proporcionó la voz y sus propios ojos y gestos fueron incorporados al personaje CGI. Esta técnica permitió una representación auténtica y emotiva de Williams en la pantalla, capturando sus expresiones y movimientos característicos. Aunque inicialmente podría parecer una elección arriesgada, esta representación ofrece una perspectiva única sobre las emociones y conflictos internos del artista.

La película también profundiza en las relaciones familiares de Williams, mostrando su vínculo afectuoso con su madre Janet (Kate Mulvany) y su abuela Betty (Alison Steadman), así como su relación complicada con su padre Peter (Steve Pemberton). Estas dinámicas familiares añaden capas de profundidad al personaje y permiten al público conectar con su historia de manera más personal. A través de estas relaciones, Better Man explora los temas universales de pertenencia, apoyo familiar y las heridas que pueden surgir en las conexiones más cercanas.

En una entrevista reciente, Robbie Williams compartió cómo la paternidad ha transformado su vida. Con cuatro hijos junto a su esposa Ayda Field, describió convertirse en padre como algo que le ha dado estabilidad y fundamentos profundos en su vida previamente caótica. Expresó que ahora siente que ha logrado el «amor verdadero» que deseaba en su hogar. Esta nueva perspectiva de vida se refleja en la película, particularmente en los momentos que destacan cómo Williams ha evolucionado tanto personal como profesionalmente.

Aunque la película tiene muchos aciertos, también enfrenta críticas. Algunos espectadores podrían encontrar la narrativa algo fragmentada, con transiciones ocasionalmente abruptas entre escenas reales y secuencias de fantasía. Además, la decisión de usar CGI para representar a Williams como un chimpancé no resonará con todos, y algunos podrían considerar esta elección como una distracción en lugar de un recurso narrativo efectivo. Sin embargo, aquellos dispuestos a aceptar la singularidad de la película encontrarán una experiencia rica y emotiva.

Desde una perspectiva comercial, Better Man enfrentó desafíos significativos en la taquilla. A pesar de su presupuesto de $110 millones, la película recaudó solo $1.2 millones en su fin de semana de apertura en Norteamérica. Esta discrepancia ha llevado a cuestionar la decisión financiera de respaldar un proyecto tan inusual, especialmente considerando que Williams no es ampliamente conocido en Estados Unidos. Sin embargo, existe potencial para que la película tenga éxito en plataformas de streaming, similar al destino de la obra anterior de Gracey, The Greatest Showman, que eventualmente se convirtió en un éxito inesperado gracias al boca a boca y al alcance digital.

La música, por supuesto, juega un papel fundamental en Better Man. Las canciones de Williams son reinterpretadas de maneras innovadoras que capturan tanto su esencia como la intención emocional detrás de las letras. Desde los éxitos más emblemáticos hasta algunas joyas menos conocidas, el soundtrack ofrece una experiencia auditiva que complementa perfectamente la narrativa visual. La colaboración entre Gracey y Wallen asegura que cada número musical sea memorable, tanto para los fanáticos de toda la vida como para aquellos que están descubriendo la música de Williams por primera vez.

En resumen, Better Man es una biografía musical que se atreve a ser diferente, ofreciendo una mirada introspectiva y visualmente innovadora a la vida de Robbie Williams. Aunque su enfoque poco convencional puede no resonar con todos, aquellos dispuestos a aceptar su singularidad encontrarán una experiencia cinematográfica rica y emotiva. La película combina elementos de fantasía, drama y música para ofrecer una representación multidimensional de un artista cuya vida ha sido tan compleja como fascinante. A pesar de sus desafíos en la taquilla, Better Man tiene el potencial de encontrar su audiencia en el tiempo, consolidándose como una obra que celebra tanto los triunfos como las tribulaciones de Robbie Williams.

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