El 11 de noviembre de 1918 a las 11 de la mañana, en un vagón de tren, improvisado cuartel general del mariscal francés Ferdinand Foch, en el bosque de Compiégne, cerca de París (Francia), se firma el armisticio que pone fin a la más terrible guerra jamás conocida por la Humanidad: la Primera Guerra Mundial, la Gran Guerra, un hecho que lo cambió todo; el peor acontecimiento bélico que la humanidad había enfrentado hasta el momento.
Se llegó a pensar que esta guerra sería “la guerra que terminaría con todas las guerras”, de esa magnitud fueron las atrocidades y el sufrimiento que enfrentó Europa en ese momento. Sin embargo, al principio, se pensaba diferente, la gente se lanzó entusiasta, inocentemente a defender la causa de sus naciones. Estas son algunas de las propagandas que circularon durante la época, para incentivar a los ciudadanos a formar parte de la lucha.
Con información de: Pijamasurf | ww1propaganda
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