¿Qué es el vanguardismo y cuáles son sus objetivos?
El vanguardismo -etimológicamente, proveniente del francés «avant-garde»-, refiere al conglomerado de corrientes artísticas e intelectuales que contaron con la pretensión de construir una nueva era, a partir del desplazamiento de los convencionalismos, el rompimiento de tabúes, y con la vista en alto hacia una arriesgada pero necesaria libertad de expresión.
¿Cómo se origina el vanguardismo?
Durante la última década del siglo XIX y los primeros años del siglo XX, surge en Europa un conjunto de tendencias filosóficas, artísticas, ideológicas y sociales, con un marcado espíritu innovador y revolucionario.
La industrialización como elemento objetivador del ser humano; los estudios e investigaciones sobre el inconsciente, por parte del padre del psicoanálisis Sigmund Freud; el surgimiento de las ideologías socialistas; y las tensiones entre los países de Europa, antes y durante la Primera Guerra Mundial, fueron solo algunos de los antecedentes que precedieron el nacimiento de uno de los momentos más importantes para la historia del arte universal.
La inestabilidad, las transformaciones y la substitución de lo que se considera obsoleto por lo original, permitió que se abrieran las puertas a una profunda renovación cargada de simbolismo, impulsando la exaltación del ser humano como un ser individual no alienado y, fundamentalmente, una actitud provocadora y rebelde capaz de no solo conmover, sino hacer de la expresión artística un acto polémico, controvertido y sin precedentes.
El vanguardismo y la ruptura de los límites tradicionales
Una de las principales características del vanguardismo consiste en el quiebre de los convencionalismos impuestos por la Academia de las Bellas Artes.
Consecuentemente, estas vanguardias pretenden fusionar la pintura, la escultura, la danza, el performance, el cine y el teatro, para contemplar a plenitud la naturaleza de cada una de las disciplinas. A partir de ello, podemos evidenciar que el principal objetivo consistía en rechazar las pautas clásicas, herméticas y exclusivas, y aportar un original y arriesgado espíritu hacia la polémica.
Tanto la literatura como la poesía, toman la figura del escritor Arthur Rimbaud como un padre intelectual. Contrario a lo que dictaba la norma, los poetas vanguardistas comienzan a romper con la métrica, y por consiguiente, rechazan toda regla de versificación, permitiendo así el nacimiento de una poesía libre y estrechamente ligada con el inconsciente.
Dentro del vanguardismo, diversas corrientes artísticas convergen en expresar el mundo interno de sus autores, haciendo de las obras cada vez un proyecto más personal, y más enfocado en el discurso individual del artista. Por ello, movimientos como el surrealismo, el expresionismo y el fauvismo contemplaron una amplia popularidad durante las tres primeras décadas del siglo XX, tanto en Europa, como en Estados Unidos.
Principales expresiones vanguardistas
Previo a la existencia de las corrientes vanguardistas surgidas a inicios del siglo XX, existió un movimiento tan influyente y extraordinario, que hoy en día continúa posicionándose como uno de los más populares, en el marco de la historia del arte universal: el impresionismo.
A pesar de que, esencialmente, el impresionismo no nace de ningún radicalismo ideológico, ni pretende revolucionar del mismo modo que los vanguardistas, es importante señalar que, gracias a figuras como Claude Monet, Edgar Degas, Pierre-Auguste Renoir y Camille Pissarro, el panorama artístico comprendió la importancia de la luz, la liberación del color, el poder de las pinceladas gruesas, y el retorno a la naturaleza como temática pictórica.
Fauvismo
Inspirado por el auge del impresionismo, otra corriente pictórica enfocada en expresar introspectivamente el carácter del autor, se desarrolla aproximadamente entre los años 1905 y 1908.
Cubismo
Siguiendo la tendencia de alejarse, cada vez más, de lo figurativo y de las formas realistas, el cubismo, cuyo auge se mantuvo entre 1907 y 1917, se caracterizó, fundamentalmente, por presentar al espectador múltiples puntos de vista de un mismo objeto, dando como resultado, un rompimiento de barreras, acompañado con formas geométricas.
Expresionismo
El expresionismo contempla la deformación de la realidad, donde lo “feo” pasa a ser el principal objeto de admiración. Se caracteriza por el empleo de colores intensos, con la finalidad de capturar expresiones y gestos grotescos, en el sentido de evocar las expresiones desmesuradas de los personajes.
Dadaísmo
El dadaísmo tuvo su auge entre los años 1916 y 1923, y se encuentra en oposición directa a la forma tradicional en que era concebido el arte. En este sentido, es un movimiento que abarca no solo la pintura, sino el performance, la escultura y la literatura. Se caracterizó por el uso de materiales no convencionales, un preludio de conceptualismo y un instinto de provocar al espectador.
Surrealismo
Fue muy popular entre los años 1924 y 1966. Bajo la premisa de dejar al subconsciente trabajar, los surrealistas buscaron acceder a sus pensamientos y deseos más primitivos, y representaron en imágenes todo cuanto reflejara una actitud libre y espontánea. Algunos plasmaron sueños, otros escenas más conceptuales, pero todas bajo una perspectiva vanguardista.
Con información de: Características / Historia Arte / Ecu Red / Foto: Características
--
--