El adiós de una poeta
Alfonsina Storni, una de las figuras más prominentes de la literatura argentina, dejó una huella imborrable tanto por su obra como por su trágico final. Su muerte, el 25 de octubre de 1938, no fue simplemente una pérdida para el mundo literario, sino un acto cargado de simbolismo y valentía.
Una vida marcada por la enfermedad
A los 46 años, Storni ya había enfrentado grandes desafíos. En 1935, le diagnosticaron cáncer de mama y, tras una mastectomía, parecía que su lucha había dado un respiro. Sin embargo, a comienzos de 1938, los síntomas regresaron. Frente a la perspectiva de un nuevo tratamiento invasivo, la poeta decidió no someterse nuevamente.
La última noche en Mar del Plata
En octubre de 1938, Alfonsina viajó a Mar del Plata y se hospedó en el hotel San Jacinto, propiedad de su amiga Luisa Orioli de Pizzigarni. Fue allí, en la serenidad de una casa chorizo, donde escribió su último poema, «Voy a dormir». Este poema, una emotiva despedida, fue enviado al diario La Nación antes de su trágico desenlace.
La despedida de Alfonsina Storni
La madrugada del 25 de octubre, Alfonsina dejó su habitación en el hotel sin ser vista. Caminó hasta el espigón del Club Argentino de Mujeres, frente a Plaza España, y se adentró en el mar. Su cuerpo fue encontrado al día siguiente, identificado por un médico que la reconoció.
El lugar preciso de su caída se conoció porque uno de sus zapatos quedó atrapado entre los hierros del espigón. Este detalle, trágico y revelador, permitió a las autoridades y a los admiradores de Storni comprender mejor su último acto.
Voy a Dormir: el último poema de Alfonsina Storni
El poema Voy a dormir, publicado en La Nación dos días después de su muerte, es una conmovedora pieza que refleja la aceptación y la paz con la que Alfonsina enfrentó su destino. Los versos finales, especialmente, resuenan con una serena resolución:
Dientes de flores, cofia de rocío,manos de hierbas, tú, nodriza fina,tenme prestas las sábanas terrosasy el edredón de musgos escardados.Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.Ponme una lámpara a la cabecera;una constelación, la que te guste;todas son buenas, bájala un poquito.Déjame sola: oyes romper los brotes...te acuna un pie celeste desde arribay un pájaro te traza unos compasespara que olvides... Gracias... Ah, un encargo:si él llama nuevamente por teléfonole dices que no insista, que he salido.
Un monumento a su memoria
En 1948, se erigió un monumento en su honor, creado por Luis Perlotti, inicialmente colocado de espaldas al mar, un error que fue corregido años más tarde. Hoy, la escultura mira hacia el océano, como si Alfonsina aún buscara la tranquilidad en las olas.
Alfonsina Storni no solo dejó un legado literario invaluable, sino también una historia de valentía frente a la adversidad. Su vida y su obra continúan inspirando a generaciones, recordándonos el poder de la poesía y la fuerza del espíritu humano en los momentos más oscuros.
--
--