Nada es completamente bueno ni completamente malo; todo simplemente es. Al aceptar esta realidad, podemos encontrar la felicidad y la armonía. El taoísmo propone una visión de la vida que busca una conexión profunda con las leyes del universo y la naturaleza. Su meta es ser tan fluidos y libres como el agua y el viento. ¿Qué es el taoísmo? ¿En qué cree? Aquí te lo explicamos.
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Un libro sagrado escrito por un maestro misterioso
El taoísmo tiene como guía fundamental un libro escrito por uno de los más destacados filósofos orientales: Lao Tsu (también conocido como Lao Tsé en algunas traducciones). Según cuenta la leyenda, Lao Tsu era un hombre sabio e inteligente.
Grandes figuras de la política acudían a él en busca de consejos mientras trabajaba como encargado del registro civil. Sin embargo, cansado de la corrupción que presenciaba en su entorno, decidió abandonar su vida pública y retirarse a las montañas para vivir como un desconocido.
Durante su viaje, escribió un libro que recoge su visión del mundo, sus reflexiones y una serie de parábolas diseñadas para ofrecer lecciones a través de experiencias simbólicas. Este libro, considerado sagrado, se titula Tao Te Ching y constituye la base de todas las creencias taoístas. Uno de los grandes misterios que rodea al taoísmo es que, tras escribir el texto, Lao Tsu desapareció por completo; no existen registros sobre su paradero.
¿El mundo es un lugar dulce? La premisa principal del taoísmo
Una antigua leyenda relata que tres figuras filosóficas importantes de Oriente se reunieron para probar vinagre. A Confucio le supo ácido, pues veía en él una representación de las imperfecciones del mundo. A Buda le resultó amargo, ya que simbolizaba el sufrimiento inherente a la existencia. Sin embargo, para Lao Tsu, el vinagre era dulce.
Esta historia ilustra la filosofía central del taoísmo: aceptar con una actitud positiva todas las situaciones de la vida. Según esta doctrina, todo lo que ocurre forma parte de una armonía perfecta controlada únicamente por la naturaleza. Uno de sus preceptos principales es dejar que la vida siga su curso –el Tao– sin oponerse ni quejarse por lo sucedido. En cambio, se invita a analizar cada situación para descubrir que incluso en los momentos más difíciles hay algo positivo o una razón lógica detrás.
Wu Wei: el secreto para “dejar que todo fluya”
El Tao Te Ching propone una forma “correcta” de vivir basada en el principio del Wu Wei, que se traduce como “no acción” o “acción sin esfuerzo”. Este concepto no implica pasividad, sino actuar en armonía con el flujo natural de los acontecimientos. Según esta enseñanza, el secreto para una vida larga, feliz y armoniosa radica en aceptar deliberadamente el destino, aprovechar las oportunidades y comprender que todo tiene una razón de ser –aunque a veces sea difícil discernirla–.
El taoísmo enfatiza la importancia de aceptar el destino tal cual es y aprovechar al máximo cada situación. Reconoce que nada es completamente bueno ni malo; todo es simplemente una realidad que debemos entender y utilizar sabiamente.
¿En qué cree el taoísmo?
Aunque se basa en las enseñanzas de Lao Tsu, el taoísmo no lo considera un dios ni adora a ninguna divinidad específica con poder sobre el destino humano. En cambio, cree en la capacidad individual para moldear el propio destino siempre que se respete el orden natural.
Los practicantes logran esto aprovechando cada situación sin juzgarla como buena o mala y dejando que fluya conforme al plan universal. La misión del taoísmo es analizar las leyes del universo, vivir acorde a ellas y actuar siempre en favor de su continuidad en lugar de interrumpirlas.
El taoísmo es más que una religión; es una filosofía de vida aplicable a todas las áreas cotidianas. Sus principios fundamentales incluyen:
- Aceptación completa del ser.
- Comprensión profunda de la naturaleza.
- Respeto por todos los seres vivos.
- Actuar hacia los demás como quisiéramos ser tratados.
“Las leyes de la naturaleza son como un espejo”
Según Gu, un maestro taoísta contemporáneo: “Si frunces el ceño frente a un espejo, este te devolverá el gesto; si sonríes, te sonreirá”. Así funcionan las leyes de la naturaleza: responden según lo que les damos.
Para los taoístas, la naturaleza y el universo tienen un ritmo perfecto e inmutable donde todo tiene sentido y propósito. El deber humano es estudiar este ciclo y adaptarse a él con calma y sin invadirlo.
«La naturaleza no se apura y aún así, logra todo lo que se propone»
Lao Tsu
¿Qué propone el taoísmo? Cuatro premisas fundamentales
- Valorar la quietud:
“A una mente calmada se rinde todo el universo”, reza el Tao. Controlar los pensamientos y dirigirlos hacia lo que trae paz y felicidad es esencial. Vaciarse de preocupaciones permite disfrutar plenamente del momento presente y los placeres simples. - Conectar con nuestra esencia:
Aceptar quiénes somos sin intentar cambiarlo es clave para “dejar fluir”. La felicidad interior surge al conocer nuestras virtudes y defectos, aceptarlos y aprender a convivir con ellos en lugar de luchar contra ellos. - Superar el ego para alcanzar plenitud:
Aunque conocer nuestra identidad es importante, también lo es reconocer que los cambios son positivos y constantes. El taoísmo nos anima a mejorar continuamente sin aferrarnos rígidamente a ciertas características personales. - Aprender de la naturaleza:
La naturaleza es nuestra mejor maestra; todo lo necesario para vivir está reflejado en ella. Ejemplos incluyen la renovación cíclica de los árboles o la fluidez del agua. Tener contacto frecuente con el mundo natural nos ayuda a imitar sus cualidades esenciales.
En esencia, el taoísmo nos invita a vivir en armonía con el flujo natural de la vida, aceptando lo que somos y lo que nos rodea sin resistencia ni juicio. Su filosofía, profundamente conectada con la naturaleza, nos recuerda que la verdadera felicidad radica en la simplicidad, en dejar ir el control y en adaptarnos al ritmo del universo. Al aplicar sus enseñanzas, podemos encontrar paz interior y una forma más plena de experimentar la existencia, como el agua que fluye sin esfuerzo pero siempre encuentra su camino.
Con información de Playbuz / PersonalTao | Foto: Shutterstock
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Autor:
Mary Villarroel Sneshko
