Mientras el mundo se aboca a luchar por los derechos humanos en plena situación de pandemia mundial, en Afganistán resurge el movimiento talibán como principal factor político para hacerse del poder. La historia de conflictos entre occidente y el islam se vuelve a trasladar a ese país, donde los talibanes han recuperado el protagonismo que habían perdido tras la invasión estadounidense luego del ataque a las torres gemelas. Explicamos a continuación qué es el talibán y por qué todos le temen tras hacerse de nuevo con el poder en Afganistán.
Es necesario remontarse bastante atrás en el tiempo para conocer cómo nace el movimiento talibán en Afganistán. El momento clave de esta historia parte con la llamada Revolución de Saur o Revolución de Abril. Fue una revolución comunista ocurrida en Afganistán el 27 de abril de 1978, dirigida por el Partido Democrático Popular de Afganistán contra el mandato del presidente afgano Mohammed Daud Khan. Se instauró en Afganistán un gobierno comunista.
El nuevo gobierno fue reconocido internacionalmente, incluyendo a los Estados Unidos de América y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas; con esta última Afganistán firmó un tratado de cooperación civil y militar. En 1978, los estadounidenses, por medio de la llamada Operación Ciclón de la CIA, comenzaron a formar insurgentes y establecer emisiones de propaganda para Afganistán desde Pakistán.De acuerdo con el entonces consejero de Seguridad Nacional Zbigniew Brzezinski, la ayuda de la CIA a los muyahidines (insurgentes) en Afganistán fue aprobada en julio de 1979, iniciándose así bajo la Administración Carter, con la intención de provocar la intervención soviética en el conflicto.
La Guerra de Afganistán fue la primera fase del extenso conflicto de la guerra civil afgana. Transcurrió entre abril de 1978 y abril de 1992, tiempo en el que se enfrentaron las fuerzas armadas de la República Democrática de Afganistán, apoyadas entre diciembre de 1979 y febrero de 1989 por el Ejército Soviético, contra los insurgentes muyahidines, grupos de guerrilleros afganos islámicos apoyados por numerosos países extranjeros, destacando Estados Unidos, quien les proporcionó ingentes cantidades de armas y dinero. Está considerada como parte de la Guerra Fría.
Un año después el Consejo Revolucionario solicitó la intervención militar de la Unión Soviética. Fue entonces cuando el gobierno de Estados Unidos inició la «Operación Ciclón». El 3 de julio de 1978, el presidente de Estados Unidos Jimmy Carter firmó un decreto presidencial secreto que autorizaba la financiación de guerrillas anticomunistas en Afganistán. Tras la invasión soviética de Afganistán en diciembre de 1979 y la instauración del presidente Babrak Karmal, Carter anunció que «la invasión soviética de Afganistán es la mayor amenaza a la paz desde la Segunda Guerra Mundial».
Después de más de nueve años de guerra, los soviéticos se retiraron en 1989 después de la firma de los Acuerdos de Ginebra entre Pakistán y la República Democrática de Afganistán. No obstante, los enfrentamientos entre insurgentes y las tropas del gobierno continuaron hasta abril de 1992, cuando la disolución de la Unión Soviética provocó el colapso económico del país y los fundamentalistas pudieron establecer el Estado islámico
Para ejecutar esta política, el presidente Ronald Reagan desplegó a los oficiales de operaciones paramilitares de la División de Actividades Especiales de la CIA para entrenar, equipar y comandar a las fuerzas muyahidín contra el Ejército Rojo. A pesar de haber perdido el apoyo de su gran aliado, el gobierno del PDPA se mantuvo en el poder hasta 1992, año en el que fue derrocado por la resistencia integrista de los muyahidines.
Nacimiento del movimiento talibán
El movimiento talibán surgió de la cruenta guerra civil que se desató tras la salida de las fuerzas de ocupación soviéticas de Afganistán. El grupo se formó oficialmente en 1994, pero muchos de sus combatientes habían luchado antes contra las tropas soviéticas, con apoyo encubierto de la CIA. El nombre «talibán” proviene del hecho de que muchos integrantes habían estudiado en escuelas religiosas de Afganistán y Pakistán que, según se estima, propagaban una forma extrema del islamismo sunita. Es uno de los tantos movimientos muyahidines, combatientes islámicos fundamentalistas que practican la Yihad u obligación de llevar a cabo una Guerra Santa.
El mulá Mohamed Omar, fundador del movimiento talibán afgano, disgustado porque no se había instalado la ley islámica en el país tras la retirada soviética, reunió a un grupo de 50 estudiantes, con los que se propuso combatir a criminales y caudillos militares y restablecer el orden y la seguridad en Afganistán. El grupo creció rápidamente con apoyo de Pakistán y comenzó a tomar el control de ciudades y provincias. Ganó popularidad por combatir la corrupción y brindar seguridad para hacer negocios en las regiones donde tenía el poder. En 1996 tomó Kabul y en 1998 controlaba el 90 por ciento del territorio afgano.
El movimiento talibán está compuesto fundamentalmente por miembros pertenecientes a minorías étnicas de las tribus pastunes, junto con voluntarios uzbekos, tayikos, punjabi, árabes, chechenos y otros. En el poder, los talibanes forzaron una de las más estrictas interpretaciones de la ley sharía como nunca se había visto en el mundo musulmán,que se hizo famosa internacionalmente por la forma de tratar a las mujeres. Las mujeres se vieron obligadas a usar el burka en público. No se les permitía trabajar ni recibir educación después de los ocho años, y hasta entonces solo se les autorizaba el estudio del Corán. No se les permitía ser atendidas por médicos de sexo masculino si no eran acompañadas por un hombre, lo que llevó a que muchas enfermedades no fuesen tratadas. Se enfrentaron a la flagelación pública en la calle y la ejecución pública por violaciones de las leyes de los talibanes.
¿Qué es la Ley Sharía? Es el derecho islámico. Constituye un código detallado de su conducta, en el que se incluyen también sus normas relativas a los modos del culto, los criterios de su «moral» y de su vida, las cosas que ellos tienen permitidas o prohibidas y las reglas separadoras entre lo que consideran el bien o el mal.
El movimiento talibán sigue una doctrina islámica modernista combinada con la ortodoxia, cuya idea de sociedad está basada en interpretaciones estrictas de lo que debe ser la vida de un musulmán, con el fin de combatir el «libertinaje», considerado habitual en las sociedades occidentales, y bajo la cual gobernó su país desde 1996 hasta que fue derrocado en 2001.
La primera referencia internacional que se tiene sobre los talibanes, es de 1882. Un relato de un capitán británico en 1882 sobre la batalla de Maiwand, que se libró el 27 de julio 1880 durante la Segunda guerra anglo-afgana, escribió de manera particular cómo algunos combatientes afganos, que vestían turbantes negros, se dirigían a las líneas de infantería británica y, al llegar a un soldado británico, se procedía a cortar y abrir su garganta; a estos combatientes afganos suicidas se les llamaba “los talibanes».
El talibán se hace del poder
La primera acción militar importante de los talibanes fue en 1994, cuando marcharon hacia el norte de Maiwand y capturaron la ciudad de Kandahar y las provincias vecinas, perdiendo solo unas pocas docenas de hombres. Durante los próximos tres meses, esta fuerza hasta ahora desconocida tomó el control de doce de las 34 provincias que no estaban dominadas por el gobierno central, logrando el desarme de la población que se encontraba «fuertemente armada». Las milicias se apoderaron de diferentes zonas a menudo sin luchar. Los talibanes impusieron, a las partes de Afganistán bajo su control, su interpretación del Islam.
Con el firme apoyo de Pakistán, Arabia Saudí y Osama Bin Laden, que luego formaría la organización terrorista Al Qaeda, los talibanes marcharon posteriormente a Kabul y en septiembre de 1996 se hicieron con el poder tras la retirada del ejército del norte, que controlaba la capital afgana.
Las reformas del Talibán, una vez en el poder, cambiaron de modo radical la vida diaria principalmente de las mujeres. La combinación entre las tradiciones pastunes y la interpretación radical del Islam por parte de El Talibán derivó en una serie de reformas restrictivas de la libertad de acción y decisión de las mujeres. Las reformas regulaban principalmente la forma de vestir de las mujeres, su comportamiento en público, la libertad de tránsito y sus responsabilidades con la sociedad. Estas reformas delegaron a las mujeres la obligación de hacerse cargo de las tareas domésticas, entre las cuales estaba el cuidado y educación de sus hijos; la utilización diariamente de la burka, una prenda de vestir que envuelve todo el cuerpo. Esta es una de las reformas más conocidas y con mayor impacto mediático hacia el exterior, debido a que implica cubrir por completo el cuerpo de la mujer.
Se prohibió trabajar a la mujer, excepto en el sector sanitario, particularmente en los hospitales de Kabul. Tampoco se les permitía trabajar fuera del hogar. Se controlaban sus desplazamientos y se les prohibió salir sin escolta. Se suspendió la educación femenina, se cerraron las escuelas mixtas puesto que hombres y mujeres no podían estudiar juntos; se pretendió crear un plan de estudios que contemplara estos cambios. Se prohibió que las mujeres convivieran con otros hombres que no fueran sus familiares. Las mujeres estaban obligadas a comportarse con dignidad: debían caminar con calma y abstenerse de golpear sus zapatos en el suelo, para no generar ruido. Ninguna mujer afgana tenía el derecho de ser transportada en el mismo vehículo que los extranjeros. Debido a que se les prohibió a las mujeres trabajar, la educación para los niños colapsó, puesto que la mayoría de los docentes eran maestras.
También había reglas para aplicar castigos: por ejemplo el adulterio se castigaba con la lapidación, la amputación de la mano por robo, la flagelación para el bebedor de alcohol y el asesinato o ejecución con arma de fuego a manos de un familiar de la víctima. Aplicaron castigos que no figuran en el Corán, como la muerte al ser sepultados bajo un muro de ladrillos para los homosexuales. Mientras los talibanes avanzaban apropiándose de nuevos territorios, las masacres y los crímenes de guerra eran descomunales.
Caída y resurgimiento del talibán
La Alianza del Norte derrocaron a los talibanes del poder en Kabul en 2001, con el apoyo aéreo estadounidense, después del ataque terrorista de los Atentados del 11 de septiembre de 2001, sobre territorio de los Estados Unidos ganó la guerra al ejército de los talibanes, y también desempeñó un papel crucial en el establecimiento del gobierno provisional, después de los talibanes a finales de 2001. El 7 de octubre, menos de un mes después de que cayeran las torres, Estados Unidos, ayudados por Reino Unido, Canadá y otros países entre ellos varios de la alianza de la OTAN, iniciaron la acción militar, el bombardeo a los talibanes y los campamentos relacionados con Al Qaeda. La intención declarada de las operaciones militares era eliminar a los talibanes del poder y evitar el uso de Afganistán como una base de operaciones terroristas. El 13 de noviembre, los talibanes se quedaron sin dominio territorial.
2006. El continuo apoyo de los grupos tribales y otros en Pakistán, el tráfico de drogas y el pequeño número de fuerzas de la OTAN, junto con la larga historia de resistencia y aislamiento, indicaba que las fuerzas talibanes y los dirigentes estaban sobreviviendo. Los observadores sugirieron la erradicación de la amapola, que destruye los medios de vida de los afganos rurales, y las muertes de civiles causadas por ataques aéreos alentó el resurgimiento.
El 17 de febrero de 2009, el presidente estadounidense, Barack Obama, aprueba un aumento importante en el número de tropas enviadas a Afganistán. En su apogeo, suman alrededor de 140.000. El llamado “refuerzo” se basa en la estrategia de Estados Unidos en Irak, donde las fuerzas estadounidenses se centraron en proteger a la población civil y en matar a los combatientes insurgentes. Luego del asesinato de Osama Bin Laden en Pakistán en mayo de 2011, el 28 de diciembre de 2014 en una ceremonia en Kabul, la OTAN finaliza sus operaciones de combate en Afganistán. Estados Unidos retira miles de soldados. La mayoría de los que permanecen en el país se concentran en entrenar y apoyar a las fuerzas de seguridad afganas.
En 2015, el Talibán, ya reorganizado, lanza una serie de ataques suicidas, coches bomba y otros asaltos. El edificio del parlamento en Kabul y la ciudad de Kunduz son atacados. Los militantes del Estado Islámico comienzan sus operaciones en Afganistán. Durante este tiempo, los talibanes retomaron posiciones y se reforzaron. Sin embargo, en febrero de 2020, Estados Unidos y el Talibán firman un “acuerdo para llevar la paz” a Afganistán, en Doha, Qatar. Los aliados de EE.UU. y la OTAN acuerdan retirar todas las tropas en un plazo de 14 meses si los militantes mantienen el acuerdo. La administración Trump acuerda una reducción inicial de sus tropas de 13.000 a 8.600 para julio de 2020, seguida de una retirada total para el 1 de mayo de 2021. El presidente Joe Biden extiende el plazo del retiro hasta el 11 de septiembre de 2021.
Sin embargo, el 1 de mayo de 2021, el Talibán y grupos militantes aliados, incluida al-Qaeda, comienzan una ofensiva militar contra el gobierno de Afganistán y sus aliados el 1 de mayo de 2021, la misma fecha en que debían retirarse la mayoría de las tropas de Estados Unidos. El Talibán toma control de 64 distritos del gobierno afgano y el 12 de agosto entra a Kandahar y Herat, la segunda y tercera ciudad más grandes de Afganistán, respectivamente. El 15 de agosto el gobierno colapsa, el presidente Ashraf Ghani huye al extranjero y la capital de Afganistán, Kabul, se sume en el caos. Ante la escalada del conflicto y la avanzada talibán en tiempo récord ocupando la capital, Kabul, Washington y Londres anunciaron el envío de miles de soldados, pero sólo para evacuar a sus ciudadanos y sedes diplomáticas. Estaba previsto que las fuerzas estadounidenses se retiren de Afganistán para el 11 de septiembre de 2021, exactamente 20 años desde los ataques del 11 de septiembre.
Tras la huida del presidente Ghani, el 15 de agosto, los talibanes tomaron el control de Kabul y entraron sin violencia en el palacio presidencial. Con la caída de Kabul el pánico se desató en la capital afgana y miles de personas acudieron al aeropuerto, con la esperanza de poder huir, mientras los países occidentales organizan la evacuación de sus ciudadanos y de personas bajo su protección.
La presencia estadounidense en Afganistán culminó oficialmente el 16 de agosto, en la madrugada, cuando retiró su bandera de la embajada en Kabul. Afganistán ha caído de nuevo en las manos del talibán.
Imagen portada: Shutterstock
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