Algo había en el agua de La Española durante la mitad del siglo XX, en la entrega anterior hablamos de Francois Duvalier y de cómo gobernó Haití con puño de hierro desde 1957; bueno resulta que su vecino de República Dominicana, Rafael Leónidas Trujillo, no tenía nada que envidiarle.
“El Jefe” como era conocido, toma el poder en 1930 en una elección que tenía más votos que votantes, luego de una campaña de terror llevada a cabo por el mismo Trujillo y su grupo paramilitar la 42, en la cual hasta miembros de la Junta Central Electoral se vieron forzados a renunciar.
El “Generalísimo de todos los Ejércitos Nacionales” como fue nombrado por el congreso nacional, era un racista furibundo que en 1937 en su afán por “blanquear” República Dominicana masacró sin motivo a casi 20.000 Haitianos que vivían en la frontera de ambos países.
La masacre de perejil, como se le conoce históricamente, marcó un deterioro en sus relaciones con Estados Unidos, quienes amenazaron con romper relaciones con República Dominicana, “El Jefe” apuró un acuerdo con Haití en el cual se comprometía a pagar 750.000 $ por los casi 20.000 muertos.
Haciendo un poco de matemáticas 750.000 $ entre 20.000 vidas nos da 37.50 $ por cada haitiano muerto, pero más aun Trujillo se valió de toda una serie de artimañas y terminó pagando solo 550,000 $, es decir 27,50 $ por vida humana.
Sin embargo el régimen de “El Jefe” era mucho mas colorido que esto, por ejemplo nombró a su hijo Ramfis (Rafael Trujillo Jr.) de 3 años Coronel del Ejercito y no mucho más tarde lo nombró General.
El 20 de Diciembre de 1955 Trujillo celebró sus 25 años en el poder con la llamada Feria de la paz y confraternidad del mundo libre; el costo: 30 millones de dólares, es decir 240.000.000 $ de hoy en día.
La Feria de la paz y confraternidad del mundo libre, tuvo como objeto la coronación de su hija María de Los Ángeles como la “Reina” Angelita I (solo el vestido de Angelita costó 80.000 $ es decir 640.000 $ de 2011), en dicha feria su mujer para el momento María Martínez Alba fue honrada con el título de “Escritora y Filósofa” a pesar de que la misma era casi analfabeta.
Trujillo era un fiel seguidor del culto a la personalidad, mando a producir en masa estatuas de él y las regó por toda República Dominicana, le cambió el nombre a la capital Santo Domingo que pasó a llamarse «Ciudad Trujillo» y a la provincia de San Cristóbal que fue renombrada como «Provincia Trujillo, el pico La Pelona Grande (el mas grande del país) fue renombrado «Pico Trujillo» en su honor y así lo mismo con puentes, plazas, edificios etc…
Incluso las Iglesias tenían que tener obligatoriamente la placa que rezaba así: “DIOS EN EL CIELO, TRUJILLO EN LA TIERRA” y las matricula vehiculares rezaban “Viva Trujillo!”.
En su vida privada “El Jefe” se lleva todos los honores: acusado de violación de menores en 1910, cuatrero, estafador, acomplejado y por sobre todo mujeriego, con un apetito insaciable por la mujeres muy jóvenes (casi niñas) tanto así que le costo la vida en 1961. “El Jefe” se encontraba de regreso de una de sus escapadas nocturnas y una emboscada llevada a cabo por varios opositores acabó con su vida.
Espera pronto la próxima entrega con otro de estos desquiciados del poder.
Por Federico Capocci | Culturizando
Dictadores Contemporáneos: Un viaje a la locura – Rafael Leónidas Trujillo
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