Por Erika De Paz |
Quienes padecen de estreñimiento conocen todos los trucos para poner en marcha el tránsito de su intestino. Están acostumbrados a probar todo tipo de laxantes, a cumplir al pie de la letra los consejos dichos por los nutricionistas, y a probar cualquier menjunje con matas. En sus neveras hay mucha fruta, avena y vegetales. Y todos, sin excepción, saben del poder que tiene la fibra, y la importancia de una dieta balanceada para combatir esta condición.
El estreñimiento es un trastorno gastrointestinal común que ocurre cuando se presenta una defecación poco frecuente (menos de tres veces por semana) con deposiciones duras que dificultan el proceso de evacuación. La alimentación no es el único factor que influye en este problema: el estrés, la edad, la predisposición genética y el sedentarismo pueden aumentar el riesgo de sufrirlo; así como la toma de ciertos medicamentos y la poca cantidad de agua que bebamos.
El tratamiento contra el estreñimiento comúnmente son los laxantes, el ejercicio físico y, por supuesto, una dieta rica en fibra. Normalmente, quienes lo padecen saben qué deben ingerir, pero pocas veces le prestan atención a aquello que tienen “prohibido” comer.
Entre los alimentos que impiden a muchos visitar el baño con regularidad, están las frutas que contienen tanino, una sustancia astringente que aparece cuando éstas se oxidan o son cocinadas. Algunas de ellas son las manzanas, las peras, los cambures y el membrillo.
Sin embargo, podemos aprovechar la fibra de la manzana y de la pera si evitamos pelarlas, pues es en su piel donde encontramos este componente tan beneficioso para el tránsito intestinal. Por otra parte, es importante no consumir cambures cuando están verdes, ya que tienen mucho almidón, lo que dificulta la digestión en las personas.
El limón es otra fruta astringente (antiinflamatoria). De hecho, muchos lo utilizan como remedio natural para combatir la diarrea. Las verduras de la familia crucíferas como la col, el repollo y el brócoli tampoco son una buena opción para aquellos con estreñimiento. Y es que estos alimentos, además de ser de difícil digestión, pueden provocar flatulencias.
Asimismo, se debe limitar el consumo de los cereales refinados (arroz, harina, pan blanco) y alimentos procesados (tortas, galletas, etc.), ya que son ricos en almidón. Tampoco se recomiendan aquellos que estén fritos, pues ocasiona que la digestión sea lenta y originan gases.
Igualmente, es importante moderar el consumo de carnes rojas y embutidos; al tener grasa, dificultan la digestión. Lo mismo ocurre con los lácteos, los cuales no solo son altos en grasa, sino también bajos en fibra.
Además, debemos moderar la ingesta de café y té. La cafeína presente en ambas bebidas deshidrata, lo que origina un endurecimiento en la materia fecal, y esto a su vez causa estreñimiento. Lo mismo ocurre con el vino tinto que, al ser rico en alcohol, hace que perdamos líquido.
La clave no está en evitar por completo estos alimentos. Las personas con problemas de estreñimiento solo deben procurar no consumirlos con frecuencia. Lo importante es encontrar un punto medio, uno en el que puedan aprovechar sus propiedades sin que interfieran con el funcionamiento normal de los intestinos. Todo es cuestión de ir probando, tu cuerpo te dará las pistas…
Por: Erika De Paz / IG @ERIKADPS | Foto: Estreñimiento / Shutterstock
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