Por Cosas Muy Importantes | Durante la Segunda Guerra Mundial, el Tercer Reich alemán llevó a cabo una serie de expediciones científicas y culturales con el objetivo de encontrar evidencia que respaldara sus teorías raciales y su supremacía aria. Una de las expediciones más notables fue la misión al Tíbet en 1938-1939, liderada por el zoólogo y etnólogo alemán Ernst Schäfer.
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Esta expedición fue organizada por la organización SS Ahnenerbe, fundada por Heinrich Himmler, el líder de la Schutzstaffel (SS) y uno de los principales arquitectos del Holocausto. Ahnenerbe tenía como objetivo principal la investigación de la herencia cultural y la historia de lo que los nazis creían que era la raza aria pura. El Tíbet se convirtió en un objetivo de interés debido a las teorías esotéricas y ocultistas que circulaban en la época, que sugerían que esta remota región podría ser la cuna de la raza aria y una fuente de conocimiento ancestral.
La expedición al Tíbet, que incluía a Schäfer, el antropólogo Bruno Beger y otros científicos alemanes, tenía como objetivo principal estudiar la geografía, la fauna, la flora y la cultura tibetana. También buscaban establecer relaciones políticas con el gobierno tibetano, en un momento en que la región estaba bajo la influencia política de Gran Bretaña y China.
Durante su estancia en el Tíbet, la expedición llevó a cabo una serie de investigaciones científicas, recolectando especímenes de animales y plantas, y estudios antropológicos. Bruno Beger, el antropólogo del equipo, realizó mediciones craneales y fotografió a los tibetanos con el fin de identificar rasgos raciales que pudieran vincularlos con los arios. Sin embargo, los resultados de estas investigaciones no proporcionaron ninguna evidencia sólida que respaldara las teorías raciales nazis.
A pesar de su falta de éxito en encontrar pruebas de la supremacía aria, la expedición al Tíbet es un ejemplo de cómo el régimen nazi intentó utilizar la ciencia y la investigación cultural para apoyar su ideología racista y expansionista. Además, esta misión contribuyó a la fascinación occidental por el Tíbet y su cultura, que perdura hasta el día de hoy.
En resumen, la expedición al Tíbet organizada por el Tercer Reich durante la Segunda Guerra Mundial fue un intento por parte de los nazis de buscar los orígenes de la raza aria y validar sus teorías raciales. A pesar de que no lograron encontrar evidencia que respaldara sus creencias, la misión sigue siendo un ejemplo de cómo el régimen nazi intentó utilizar la ciencia y la investigación para justificar su ideología y sus acciones.
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Autor:
Cosas Muy Importantes
