Por Crónicas de Ares | ¿Puede algún episodio de la II Guerra Mundial superar en crueldad las atrocidades cometidas por los nazis durante el holocausto? La respuesta es sí: las que experimentó una unidad militar de sus aliados japoneses, que encabezaba el doctor Shiro Ishii. Una historia terrorífica en la que las pruebas para el desarrollo de armas biológicas y de destrucción masiva fueron hechas en seres humanos mediante métodos escalofriantes: Escuadrón 731.
La historia de las monstruosidades del Escuadrón 731
Algunos de los experimentos hechos sobre seres humanos por parte del temible escuadrón 731.
• Vivisección (disección en vida sin anestesia). Buscaban encontrar los límites de la resistencia humana.
• Cirugías invasivas eliminando órganos después de infectar a los prisioneros con dosis de bacterias de cólera, disentería, anthrax, tifus, peste bubónica, viruela, tuberculosis, sífilis o gonorrea. Los órganos eran extraídos en vida de las víctimas, dado que consideraban que la descomposición alteraba los resultados.
• Las víctimas eran engañadas y les decían que eran vacunas.
• Extracción de fetos a mujeres embarazadas (se decía que eran embarazadas por los mismos doctores)
• Ataban a postes y probaban lanzamientos de granadas desde varias distancias, lanzallamas, entre otros.
• Infectaban a los presos con bacterias. Luego les arrojaban pulgas para producir grandes cantidades de estas.
• Realizaban amputaciones con vida para medir los efectos de la pérdida de sangre, unían las extremidades en otras partes que no les correspondían o se ligó el esófago con los intestinos extirpando el estómago.
• Prisioneros boca abajo (para medir el tiempo de asfixia), inyectaban orina de caballo en los riñones, aire en las arterias (para medir el tiempo de embolia), tiempo de muerte sin agua, alimento y sin sueño, tiempo de congelación en temperaturas extremas, burbujas de aire en el torrente
sanguíneo para generar apoplejía, dosis letales de rayos X, centrifugar hasta morir.
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